La Jornada Semanal, 26 de octubre de 1997



CARTAS A STANISLAVSKI


Mijail Bulgákov

El 28 de marzo de 1930, Mijail Bulgákov escribe una carta al gobierno de la URSS. En ella, solicita permiso para trabajar como dramaturgo en su país; en su defecto, pide que se le autorice salir al extranjero. El 18 de abril de ese mismo año, Stalin en persona lo llama por teléfono para sugerirle que presente una solicitud de trabajo en el Teatro de Arte de Moscú. En mayo de 1930, Bulgákov ingresa como asistente del director de escena del teatro, donde monta su propia escenificación de Almas muertas de Gógol, pieza que se estrena en 1932. Estas dos cartas dirigidas a Stanislvaki de alguna manera giran alrededor de estos acontecimientos
.


6 de agosto de 1930, Moscú

Muy respetado Constantín Serguéievich:

Al regresar de Crimea, donde me sometí a un tratamiento para mis vapuleados nervios después de los dos últimos años tan difíciles para mí, le escribo estas líneas sencillas y nada oficiales.

La prohibición de todas mis piezas me obligó a dirigirme al gobierno de la URSS a través de una carta; en ella pedí que me permitieran salir al extranjero si es que ya me era imposible trabajar aquí en calidad de dramaturgo, o que me concedieran la posibilidad de ser director en el teatro de la URSS.

Hay un solo teatro, el mejor. Usted lo conoce muy bien.(1)

En mi carta al gobierno, lo explicaba así: ``Solicito ser admitido en la mejor escuela, en la encabezada por los maestros C.S. Stanislavski y V.I. Nemiróvich-Danshenko.''

Mi carta fue atendida, lo que me dio la posibilidad de entregar una solicitud en el Teatro de Arte y ser admitido en él.

Después de la inmensa tristeza que me causó la prohibición de mis piezas, sentí un cierto alivio cuando -tras una larga pausa-, en mi nueva calidad de director, pude franquear el umbral del teatro creado por Usted para gloria del país.

Acoja, Constantín Serguéievich, con alma serena, al nuevo director. Créame, él ama a su Teatro de Arte.

Regrese usted a Moscú y camine de nuevo por la alfombra bordada de nuestro teatro. Respetuosamente:

Mijail Bulgákov


* * *


31 de diciembre de 1931

Querido Constantín Serguéievich:

Quise escribir esta carta al día siguiente del ensayo de Almas muertas, pero en primer lugar sentí un poco de vergüenza, y en segundo lugar estaba resfriado y no tenía contacto con el Teatro.

El objetivo de esta carta ociosa es expresarle el estado de admiración bajo cuya influencia me he encontrado todos estos días. En el curso de tres horas, ante mis ojos, usted convirtió en algo vivo aquella enredada escena que se había petrificado y no salía. ¡Realmente existe la magia teatral!

Esa magia despierta en mí las mejores esperanzas y me anima cuando decae mi espíritu. Es difícil para mí decir qué es lo que más me ha maravillado. No lo sé a ciencia cierta. Tal vez la frase suya acerca del carácter de Manílov(2) sea el punto más alto: ``A él no se le puede decir nada, no se le puede preguntar, porque se apega a todo de inmediato.'' Una definición estupenda, precisamente en el sentido teatral; y la demostración -el cómo hacerlo- ¡es el arte más profundo!

Yo no me preocupo por Gógol cuando Usted está presente en los ensayos. Gógol llega a través suyo. Llega en la risa, en las primeras escenas de la representación, y se marcha -por último- hundido en las cenizas de las grandes reflexiones. Suyo:

Mijail Bulgákov


(1) Bulgákov se refiere al Teatro de Arte, cuyo artífice principal era Stanislavski.
(2) Terrateniente muy afable y cortés, personaje de Almas muertas.


Traducción y notas: Jorge Bustamante García