Tello: más pobreza y desigualdad, saldo de los últimos 15 años de gobierno
Salvador Guerrero Chiprés Ť Durante las administraciones de Miguel de la Madrid Hurtado, de Carlos Salinas de Gortari y lo que va del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, ``se ha empobrecido la población y la desigualdad ha crecido'' al grado de retroceder incluso frente a otras naciones latinoamericanas, afirmó el actual director general del Instituto Nacional Indigenista (INI), Carlos Tello Macías.
``En estos cinco lustros se ha aplicado una estrategia que supuestamente nos iba a permitir crecimiento y estabilidad... los resultados simplemente dejan mucho que desear'', agregó el también ex director del Banco de México.
```Desde cualquier punto de vista México es más desigual de lo que era en 1981'', continuó Tello Macías, al intervenir ante el XII Congreso del Colegio Nacional de Economistas.
En los últimos 15 años, dijo, el grupo político que ha estado al frente del gobierno ``ha pagado al extranjero por intereses de la deuda externa una cantidad cercana a los 155 mil millones de dólares cuando el total de la deuda externa era en 1981 de 75 mil millones de dólares''.
Destacó que el total de la deuda representaba hace 15 años 39 por ciento del producto nacional bruto (PNB) y en diciembre de 1996 ya ascendió a 60 por ciento del producto nacional.
``Tenemos en estas administraciones empobrecimiento, desigualdad, inestabilidad de precios y sangría de divisas'', comentó. ``Y no se trata de que lo que sucedió en México sucedió en otras naciones. México tuvo un producto interno bruto (PIB) menor al de otras naciones latinoamericanas'', expresó antes de citar los casos de Brasil, Colombia, Argentina, Chile y Perú, todos con mayor crecimientos del PIB en dos y hasta cuatro veces el promedio mexicano de los últimos 15 años.
En estos años ``la economía se ha empobrecido y se ha hecho más desigual en sí misma y en relación con otros países''.
Precisó que el PIB es inferior en 15 por ciento al que existía antes del comienzo del sexenio delamadridista: ``en ninguno de los últimos 15 años se ha superado el nivel que alcanzó en 1981''.
En siete años de los últimos 15 el crecimiento del PIB por persona ``fue inferior o muy inferior'' al de 1981, en dos años ``fue similar'' y sólo en seis años fue superior: ``no sólo ha caído el producto por persona, se ha empobrecido la población y la desigualdad ha crecido''.
Detalló que 10 por ciento más rico de la población tenía acceso a un tercio de la riqueza total y ahora controla el 40 por ciento. En el otro extremo, 10 por ciento de la población más pobre tenía solamente 1.7 por ciento de la riqueza y ahora accede al 1.6 por ciento.
``A la luz de los hechos de los últimos tres lustros la situación ha empeorado'', reiteró. En 1982 los salarios representaban 42 por ciento de la distribución de la riqueza y ahora sólo representan 30 por ciento. Los dueños de capitales elevaron su participación al pasar en estos 15 años de 48 a 57 por ciento, precisó Tello Macías.
El ex secretario de Programación y Presupuesto, enviado como embajador a la URSS durante algunos de los años clave del periodo que refirió, señaló también que el salario mínimo ``no ha dejado de perder poder adquisitivo''.
``El proceso de empobrecimiento y creciente desigualdad se acompañó de seria inestabilidad'' en los precios de mercancías y servicios. Recordó que solamente en 1993 y 1994 la inflación fue de un solo dígito, pero que hubo varios años con crecimiento de precios mayores a 100 por ciento, y que la inestabilidad en el mercado de divisas, a 15 años de distancia, está vinculada con el deterioro de la paridad ante el dólar, tres veces más caro de lo que estaba, en términos reales, en 1981.
Para participar de la corriente modernizadora mundial, añadió Tello Macías, ``debe asociarse a la población marginada y empobrecida en un proceso incluyente'' en materia de salud, educación, empleo y seguridad social.
``La tarea de hoy, como antes, es combinar justicia económica con crecimiento social. No sólo no lo hemos hecho sino que nos hemos alejado de ella'', finalizó.
Los pactos sólo contuvieron el salario y permitieron la acumulación de riqueza
La sociedad, sindicatos y los nuevos actores políticos ``deben dar cristiana sepultura'' a la política de pactos ``autoritarios y cupulares'', que en diez años de aplicación y en 17 ocasiones han servido para contener el salario y permitir la acumulación de la riqueza de un sector muy minoritario en el otro extremo del proceso productivo, consideró el senador perredista electo, Jorge Calderón Salazar.
``En todos los niveles del PRD hay firme oposición a los pactos'', al intervenir en el 12 Congreso del Colegio Nacional de Economistas, donde consideró indispensable estructurar una agenda legislativa para recomponer la política económica y social, dar facultades plenas al Congreso para incluso modificar la propuesta del Plan Nacional de Desarrollo y corresponder con las expectativas de la población por un modelo económico que contenga ``el extremo deterioro'' de los salarios y las condiciones de vida.
Calderón Salazar destacó que en diez años el salario ha perdido el 60 por ciento de su poder adquisitivo: ``es inadmisible que en los hechos los precios de todo, menos el salario, estén indizados'' y se mantengan en crecimiento como la inflación.
Criticó que ``ninguna medida de política económica de la administración de Carlos Salinas ni de ésta haya ido encaminada a crear empleo''. Recordó que según los datos de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en México la pobreza alcanza a 36 por ciento de los hogares y 12 por ciento de ellos ``viven por debajo de la línea de la indigencia''. Sólo hay cinco naciones que viven en tal situación de los 22 países latinoamericanos.
``La clave de una política social alternativa está en el fomento a la agricultura, la industria y las actividades productivas que generan empleos y el desmantelamiento de la política de pactos corporativos autoritarios y verticales para permitir que los aumentos de la productividad se reflejen en incremento del poder adquisitivo de los trabajadores'', planteó. Sin ello no terminará ``esta indización perversa'' que beneficia a los dueños del capital y contiene los salarios.
No sólo se requiere una adecuada orientación de la inversión en gasto social, sino inversión productiva ``orientada al mercado interno'', agregó. De mantenerse el actual esquema, advirtió, ``vamos a una creciente polarización''.