La Jornada 23 de octubre de 1997

El asunto no nos compete; abordarlo sería prestarse a ``intereses políticos'': Rocher

Claudia Herrera Beltrán Ť El defensor de los Derechos Universitarios de la UNAM, Rafael Rocher Gómez, apoyó la decisión de la rectoría de acusar ante la Procuraduría General de la República a alumnos que, ``bajo el pretexto de estarse manifestando cometen un delito y dañan a la universidad'' y dijo que ese organismo no intervendrá como mediador en esos conflictos porque es un asunto que sale de su competencia y hacerlo, significaría prestarse a ``intereses políticos''.

A cargo de la Defensoría desde agosto de 1995, el abogado Rocher justificó en entrevista la intervención de la PGR en asuntos de la máxima casa de estudios, al señalar que la Universidad Nacional no goza de extraterritorialidad, lo que le permite acudir a la policía cuando tiene conocimiento de ilícitos cometidos en sus instalaciones. Ello, en su opinión, no viola la autonomía universitaria.

Acerca de las denuncias penales contra activistas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), el abogado explicó que la Defensoría no ha intervenido en esos casos porque no le compete y advirtió que si esos jóvenes critican a la Defensoría es porque les provoca ``frustración el no conseguir lo que se proponen''.

El especialista en derecho privado explicó que los estatutos y reglamentos de ese órgano establecen con claridad que la Defensoría no puede intervenir en los siguientes casos: cuando son afectados los derechos colectivos -es decir de agrupaciones-; en resoluciones disciplinarias (ámbito exclusivo del Tribunal Universitario); en las evaluaciones académicas de profesores y en violaciones que puedan impugnarse por otra vía establecida por la legislación universitaria.

Sin embargo, rechazó que esas limitaciones resten efectividad al organismo creado el 3 de junio de 1985. Por lo contrario, aseguró que el trabajo de la defensoría ha sido exitoso, sobre todo, porque ha emitido pocas recomendaciones gracias a la colaboración de las autoridades universitarias y a la buena labor de los defensores en conseguir la conciliación y evitar el conflicto.

Informó que la prueba del buen desempeño de la Defensoría son sus resultados: en lo que va del año ha enviado una recomendación, ha recibido 52 quejas y ha brindado 730 asesorías, mientras que en 1996 emitió siete recomendaciones, dio 972 asesorías y tramitó 65 quejas.

-Por ello, ¿usted considera que las autoridades han colaborado ampliamente?

-A veces mandamos un solo oficio, una sola comunicación o en su defecto hacemos una llamada telefónica y con ello terminamos el problema que enfrenta el estudiante o el académico.

-Si no pueden participar en varios asuntos, entonces, ¿en qué casos han emitido alguna resolución?

-Sobre una cantidad impresionante de asuntos de diversa naturaleza como son revisiones de exámenes, todo lo relativo a procedimientos de concursos de oposición rectificaciones de calificaciones, horarios de clase, número de horas que se les asigna a los académicos, cambios de adscripción, cuestiones de año sabático, profesores que no llegan a tiempo a sus clases...

-Entonces, ¿su competencia es de ámbito administrativo?

-No, son derechos académicos. Para la cuestión administrativa la universidad tiene sus oficinas y eso se resuelve en ellas.

-¿Y en el caso de expulsiones?

-No podemos intervenir, y no es porque ya intervenga el Tribunal Universitario, sino porque no tenemos que ver en asuntos disciplinarias, nosotros no podemos sancionar. Una de las características de la figura del ombudsman en la que está inspirada la defensoría es precisamente de que carece de fuerza coactiva, no tenemos fuerza para exigir el cumplimiento de nuestros actos.

-¿Por qué no hacen públicas sus recomendaciones si la fuerza de ellas viene de que se conozcan?

-No necesitamos estar publicando las recomendaciones. La UNAM es una institución en donde se puede generar un conflicto severo, se puede aprovechar indebidamente un informe que demos para perjudicar el orden dentro de la universidad.

-¿Qué opina de la detención de activistas estudiantiles que han participado en acciones de protesta, como tomas de edificios?

-Tenemos que vivir dentro de un orden legal. Y si existe una infracción de estas personas, y que bajo el pretexto de estarse inconformando causan un daño tienen que responsabilizarse de él.

-Pero, ¿no hay manera de resolver estos conflictos sin que intervenga el MP?

-No, de ninguna manera, tiene que intervenir forzosamente.

-Y se podría evitar a través del diálogo.

-Sí, para ello tienen que intervenir las autoridades y los funcionarios de la rectoría, dependiendo del asunto de que se trate, pero sí existe un posible delito este se tiene que denunciar ante el Ministerio Público.