La Jornada 22 de octubre de 1997

De hasta $850 mil millones, el Presupuesto de Egresos para 1998, estima Hacienda

Antonio Castellanos y Emilio Lomas Ť El Presupuesto de Egresos que enviará el Ejecutivo federal al Congreso de la Unión será de entre 830 y 850 mil millones de pesos, de acuerdo con un informe interno de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en el cual se subraya que hay voluntad de los partidos políticos y del gobierno federal para llegar a consenso en torno a la Ley de Ingresos y el gasto público para 1998.

El monto que se establece en el anteproyecto de Presupuesto de Egresos para el ejercicio de 1998 representaría un incremento nominal de 17.2 por ciento con respecto al gasto ejercido en el presente año (725 mil millones de pesos), e incluiría un fuerte impulso a las erogaciones sociales en renglones específicos como combate a la pobreza, educación, salud y vivienda, particularmente en los estados del sur del país como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Respecto a la carga impositiva, el documento señala que en las dirigencias de los partidos políticos y entre la mayoría de los diputados hay acuerdo que reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) implicaría disminuir, en la misma proporción, el gasto social. En este sentido, las autoridades hacendarias mantienen la posición de que se requiere el esfuerzo de todos los sectores, pero ``sin ofertar un mundo ideal'', a través de medidas ``corto placistas''.

El resultado de estos programas sería sólo para los siguientes tres años; después ``podría caerse en una nueva crisis, con desilusiones brutales''. De eso, destaca el análisis, están conscientes los dirigentes de los partidos políticos que convergen hacia el centro para alcanzar la discusión y aprobación de un presupuesto que no desequilibre las finanzas públicas.

Los analistas de la Secretaría de Hacienda reconocen que el poder adquisitivo de la población de menor ingreso no se ha recuperado. Se ha avanzado en la creación de empleo, pero hay serios desniveles, y un ejemplo de lo anterior es que, se calcula, 40 por ciento de la riqueza la detenta 10 por ciento de la población, indican.

Agregan que de los encuentros con los legisladores se desprende que los representantes de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) coinciden con la propuesta gubernamental de no violentar las finanzas públicas, pues lo contrario provocaría un mayor endeudamiento, y el riesgo de un nuevo desajuste que colocaría a la población más pobre en una situación muy difícil.

Representantes del PRD han planteado que ``no se debe destruir lo avanzado''; es necesario continuar con programas que disminuyan el proceso inflacionario, así como con la creación de mayores fuentes de empleo y un salario remunerador que permita restituir el poder adquisitivo de la clase trabajadora.

Esas propuestas coinciden con las del PAN y convergen hacia los programas esbozados por el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz y los subsecretarios Martin Werner y Santiago Levy, con los integrantes de las comisiones de Hacienda de la Cámara de Diputados y que respaldan los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En la presentación del documento se destaca que la perspectiva para fin de año es positiva y sólida: se tiene la certeza de alcanzar un crecimiento de 6 por ciento en el producto interno bruto, superior en 2 puntos porcentuales con relación al que se proyectó en noviembre de 1996.

Además, la inflación estaría en un rango de 15.5 o 16 por ciento, dentro del límite --ajustado-- establecido en los Criterios Generales de Política Económica para 1997. En materia de generación de empleo se han rebasado todas las expectativas y según los registros del Seguro Social se han creado en lo que va de este año un millón 80 mil empleos.

El examen de la situación advierte contra el riesgo de que no haya ``un acuerdo en torno a lo que realmente queremos, y se ponga al país en una nueva situación de vulnerabilidad y al final del sexenio la situación se torne inestable y se caiga en un ajuste económico como los que se ha vivido de manera cíclica durante los últimos 25 años''.

De esto, agrega, la población ya está ``harta''. El voto popular hacia una mayor pluralidad fue para tener pesos y contrapesos, que permitan tener una política económica, social y de desarrollo mucho más equilibrada en la que se eviten los abusos que se han observado en el pasado, y tener un desarrollo equilibrado que impida el caos.

``Las autoridades hacendarias están abiertas al diálogo y un ejemplo lo representan las reuniones que se han sostenido con los legisladores. Se escucha y hay que sumar causas. Este es un barco en el que van todos los partidos entre los que destacan PAN, PRI y PRD. Saben que si se hunde todos se hunden. Si se mantiene a flote todos se beneficiarán'', concluye el documento.

En Naucalpan, el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, insistió en que en el Presupuesto de Egresos para el próximo año no se debe caer en desequilibrios fiscales excesivos que pudieran provocar un retroceso en el crecimiento económico del país.


Patricia Muñoz Ríos Ť El gasto del gobierno federal para 1998 se incrementará 5 por ciento --en términos reales--, sostuvo ayer el subsecretario de Egresos de Hacienda, Santiago Levy, al tiempo que descartó la desaparición de secretarías y otras dependencias. Añadió que en cambio habrá una reorientación del presupuesto para dar mayor claridad en la utilización de los recursos públicos y generar un crecimiento sostenido de la economía.

En reunión con la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, el funcionario adelantó los cuatro lineamientos básicos del Presupuesto de Egresos para 1998:

Canalización de mayores recursos hacia el gasto social, el combate a la pobreza y la seguridad pública; establecer una reforma presupuestaria que permita elevar la efectividad y calidad de la utilización de los recursos públicos; lograr que la recuperación económica continúe en 1998 y dar un fuerte impulso a la inversión pública en áreas estratégicas como el renglón energético, de agua y el transporte y, por último, avanzar en el proceso de descentralizar el gasto.

Levy dijo a los diputados que el presupuesto de 1998 ``dará bienestar hoy y mañana, ya que se busca a través del mismo un crecimiento sostenido, un fuerte impulso a la inversión en capital humano, así como acumulación del capital físico''. Añadió que se pretende fortalecer el carácter redistributivo del gasto federal.

Ante una pregunta del diputado Demetrio Sodi, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Santiago Levy comentó que se debería abrir una discusión sobre las actuales funciones del gobierno federal, para ver si algunas se descontinúan o transfieren, y dejar sólo las acciones sustantivas.

Se ha hablado del cierre de dependencias y realmente se debe analizar ``si queremos que haya o no una Secretaría de Turismo o de la Reforma Agraria'', anotó el funcionario. Sin embargo, expuso que en términos presupuestales este tipo de dependencias no pesa mucho, por lo que su desaparición o no definitivamente no influiría en gran medida en la dimensión del gasto.

La solución para mejorar el gasto federal sería crecer más rápido, tener una tributación más fuerte --con el crecimiento de la base gravable--, y mejorar la calidad de la descentralización. Lo que realmente no se puede hacer, apuntó, es elevar el déficit, pues no lo soportaría la economía.

Los diputados le cuestionaron sobre todo los errores en la distribución de los recursos, la canalización de los subsidios y los criterios de utilización del presupuesto. Ante ello, comentó que con la nueva estructura programática ``nos apegaremos más a la ley de presupuesto, los recursos se destinarán con base en programas específicos, de forma que todo el quehacer de las dependencias estará fundamentado en programas con tiempos y plazos de cumplimiento''.

En su opinión el gasto podría ser mayor, porque hay grandes necesidades que se deben atender en materia de salud, educación, vivienda, agua potable, y que aún no están satisfechas; sin embargo, aumentar el gasto sin tener una base tributaria sólida implicaría un crecimiento aún mayor de los déficit, lo cual no puede ocurrir porque nadie quiere que crezca el endeudamiento.

Ante un cuestionamiento del diputado panista Felipe Rangel, el subsecretario reconoció que en México se gasta más de lo que ingresa y apuntó que en esta situación se encuentran Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, Ferronales, Conasupo, Caminos y Puentes Federales, Aeropuertos y Servicios Federales, y Productora y Distribuidora de Papel, las cuales tienen el mayor peso del subsidio federal.

El diputado Pablo Gómez, del PRD, presentó al funcionario una lista de preguntas sobre la utilización de la partida secreta del presupuesto para el Ejecutivo federal, punto al cual no se refirió Santiago Levy; el diputado le demandó información sobre las modificaciones que se hicieron al presupuesto original de 1997, a fin de saber el ``tamaño de la desviación hacia arriba o hacia bajo del ejercicio del gasto''.