La Jornada 19 de octubre de 1997

Chequeras iguales impresas con tinta fugitiva, medida bancaria antifraude

Roberto González Amador Ť Antes de que concluya este año, las once millones de chequeras que existen en México contendrán las mismas características de tamaño, diseño e impresión, en una medida para prevenir un creciente fraude cometido con la falsificación de estos documentos.

Un proyecto en marcha impulsado por la Asociación de Banqueros de México (ABM), que involucra a todas las instituciones de crédito del país, prevé que a partir de enero los cheques emitidos sean impresos con una ``tinta fugitiva'', sustancia que se autodestruye o cambia de color si se pretenden realizar alteraciones.

Los detalles de este proyecto, informados a este diario por la ABM, incluyen que todos los cheques que sean emitidos a partir de enero próximo serán estandarizados a un solo formato, estarán impresos en el mismo tipo de papel y con similar tinta.

La Asociación de Banqueros detalló que uno de los elementos más innovadores de los nuevos documentos será la tinta empleada en su impresión.

Para la impresión de los documentos se utilizará una sustancia llamada ``tinta fugitiva''. La principal característica de este producto es que se autodestruye o cambia de color si alguien pretende alterar el cheque en el renglón correspondiente al importe a cobrar, detalló la ABM.

El proceso para la homologación de los cheques que se emiten en México comenzó hace dos años, indicó la Asociación de Banqueros. Aun ahora, cada banco distribuye los documentos con características propias a cada institución, lo que hace difícil prevenir su falsificación, un delito que la ABM no pudo cuantificar pero que, señaló, es creciente.

Por ello, apuntó, los bancos mexicanos acordaron estandarizar los documentos para que tengan el mismo tamaño y los datos básicos estén ubicados en el mismo sitio de cada papel.

Cuando entre en vigor plenamente el nuevo programa para prevenir la falsificación, todos los cheques llevarán una banda magnética en la que estarán asentados -en el mismo orden- datos básicos la ciudad en que son emitidos, la identificación del banco emisor, sucursal y número de cuenta, entre otros.

En esta banda serán colocados unos números algorítmicos, con los cuales las terminales de cómputo de los bancos donde pretendan ser cobrados realizarán automáticamente varias operaciones de probabilidad para determinar si el monto que ampara el documento corresponde a los patrones de gasto del usuario y, también, si está dentro de los límites que amparan los fondos de la cuenta.

El objetivo de todos estos cambios en el formato y contenido de los cheques, señaló la ABM, es hacer más segura la operación con estos instrumentos. También permitirá a los bancos un procesamiento más eficiente de los documentos, debido a que todo el mecanismo será apoyado en métodos electrónicos, en los que cada vez interviene menos ``el factor humano''.

Los nuevos cheques ya están en proceso de impresión. Además, los bancos ya comenzaron a realizar la sustitución de los equipos de cómputo que serán necesarios para el procesamiento de los documentos.