La Jornada 19 de octubre de 1997

Hablaré con la verdad ``pese a malentendidos'', advierte Mullor

Alma E. Muñoz Ť Desde el altar mayor de una iglesia de los dominicos, Justo Mullor reiteró su propósito de hablar con la verdad en México, pese a los malentendidos y contradicciones que su sinceridad pueda ocasionar en círculos sociales y políticos, como ocurrió con sus declaraciones acerca de las presuntas relaciones entre narcotraficantes, militares y la Procuraduría General de la República.

Al consagrar el templo de Santa María de la Anunciación, al sur de la capital mexicana, el nuncio apostólico refrendó su compromiso de abrirse paso con la luz de la verdad en ``todos los ambientes a donde fui enviado por un Papa que, fuerte de su amor a Dios y a sus hermanos los hombres todos, ha colocado a la persona humana por encima de todo interés, en el centro de la vida social''.

Aclaró que el mundo actual y ``el mundo mexicano'' son frágiles, excelsos y poblados de miseria, ``ricos y pobres al mismo tiempo''. Pero confió en que la razón, la dignidad y la libertad del hombre se impongan ``a fuerza de predicar la importancia antropológica de una fe que se funda en el misterio de la encarnación del hijo Dios''.

La celebración de la eucaristía provocó confusión y malestar en estudiantes e integrantes de Pastoral Juvenil porque en la propaganda difundida en el Centro Cultural Universitario se hablaba del pago de 400 pesos para asistir a la ceremonia por la consagración del templo.

Sara Bas, del Departamento de Servicios Culturales, aclaró que la misa no tuvo ningún costo para los feligreses, aunque sí se pusieron a la venta 120 membrecías por el precio de 400 pesos, para acceder a una cena y a eventos culturales por un año. Además, informó que esos eventos tendrán, cada uno, un costo de por lo menos 25 pesos.

Al final de la celebración, Justo Mullor se negó a hablar con la prensa para evitarse ``complicaciones'', y pidió a los fotógrafos que no se le trate como un objeto porque él es un ser humano y así trata a las personas. El comentario fue a propósito de que el reportero gráfico de este diario le tomó una foto en el momento en que se colocaba el micrófono para oficiar la misa.

En su homilía, acompañado por el provincial de los dominicos, Miguel Concha, y otros sacerdotes, el representante del Vaticano instó a los católicos a seguir por el camino de la verdad y evitar que la fe ``sola y desvinculada de todo entorno racional pueda crear fanáticos o iluminados'' porque, añadió, ``la sola razón, erigida en único principio de progreso también puede crear laberintos ciegos y llegar a efectos de autosuficiencia destructora, como ocurrió con el nazismo y el colectivismo marxista''.

Para Justo Mullor, el siglo XXI presagia un mundo global que, ``para no convertirse en caos, necesita unas relaciones entre razón y fe cada día más comprometidas y desprovistas, por una y otra parte, de intolerancias que paralizan y de fanatismos ciegos''.

Por otro lado, en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, habló sobre la formación de sacerdotes ``que no tengan miedo a las contradicciones de la vida o a los que, incluso, pretendieran atentar contra su vida como lobos rapaces''. Para la Iglesia, dijo, se necesitan trabajadores de corazón humilde, que proclamen el Evangelio.

La misa de Norberto Rivera fue para celebrar los 300 años de apertura del Seminario Conciliar de México.