La Jornada 18 de octubre de 1997

LOS RESTOS DEL CHE, INHUMADOS EN SANTA CLARA

Ap, Dpa, Afp, Efe y Pl, La Habana, 17 de octubre Ť Las ideas revolucionarias del Che eran posibles y de haberlas alcanzado ``tal vez el mundo de hoy sería diferente'', afirmó el presidente cubano, Fidel Castro, en el acto de inhumación de los restos del legendario guerrillero, quien hoy, dijo el gobernante, ``está librando y ganando más batallas que nunca''.

Los restos del Ernesto Guevara y seis de sus compañeros en la guerrilla de Bolivia fueron depositados este viernes en un mausoleo erigido en su memoria en Santa Clara, en un acto funeral que se inició con un desfile de tropas del ejército central.

Castro, quien con 71 años de edad dirige los destinos de este país, 38 años después del triunfo de la revolución de la que el Che es su máxima figura, encendió la ``llama eterna'' en el interior del memorial donde reposarán los restos de los guerrilleros.

Para dar un sonoro adiós a Guevara, se activó el sistema nacional de alarmas, los automovilistas tocaron su bocinas y 21 salvas retumbaron en el cielo de la isla.

Como parte de la ceremonia, un grupo de niños cantó Hasta siempre comandante, la canción del fallecido Carlos Puebla, y por Silvio Rodríguez, que interpretó La era.

``No venimos a despedir al Che, venimos recibirlo'', dijo Castro ante varios miles de personas que se congregaron en la Plaza de la Revolución de Santa Clara --ciudad que fue tomada por la columna que dirigía Ernesto Guevara el 28 de diciembre de 1958 en una batalla considerada decisiva para el triunfo de la revolución-- para participar en la ceremonia luctuosa.

Castro agradeció al Che, a quien conoció en México en 1955, por llegar en estos momento a la isla reforzar a los cubanos en la lucha que libran para ``salvar su ideas, la patria y las conquistas del socialismo''.

Ernesto Guevara, que recorrió todo América Latina, se unió en México al grupo de cubanos que derrocó a Fulgencio Batista, dirigió el Banco Nacional del Ministerio de Industrias de Cuba, combatió en el Congo y encabezó también la guerrilla en Bolivia.

``Esta tierra es tu tierra, esta revolución es tu revolución, sigue enarbolando las banderas del socialismo'', dijo el presidente cubano ante decenas de invitados, entre ellos un grupo de izquierdistas latinoamericanos como el uruguayo Tabaré Vázquez, el salvadoreño Jorge Shafick Handal y el guatemalteco Rolando Morán.

Estuvieron también presentes los familiares del Che, entre ellos su esposa Aleida March, sus hijos Aleida, Camilo, Celia y Ernesto, y sus hermanos Juan Martín y Roberto, así como ex dos sobrevivientes de la guerrilla boliviana, el general Harry Villegas, Pombo, y el coronel Leonardo Tamayo, Urbano.

Los restos del Che Guevara y de seis de sus compañeros fueron encontrados a finales de julio pasado en la localidad boliviana de Vallegrande y trasladados a Cuba el 12 de julio, donde quedaron bajo custodia de las fuerzas armadas hasta que se iniciaron las honras fúnebres que se prolongaron durante toda esta semana, en la que miles de cubanos desfilaron frente a las pequeñas cajas mortuorias expuestas en La Habana y Santa Clara, para rendirle tributo.

En su discurso de 20 minutos, Castro aseguró que las ideas del Che seguirán vigentes mientras haya injusticia, hambre, pobreza, desempleo, explotación y desigualdad en el mundo.

Aunque señaló que hay tácticas de lucha para cada momento histórico, reivindicó la vía armada al recordar los triunfos de vietnamitas y sandinistas y recordó que los salvadoreños estuvieron a punto de alcanzar la victoria.

Subrayó que los interesados en eliminar a Guevara y desaparecerlo no eran capaces de comprender que su huella imborrable ya estaba en la historia, y que su ``visión de profeta'' se convertiría en símbolo para los países del mundo.

Más adelante, agradeció al Che y a sus compañeros, muertos hace 30 años en Bolivia, por llegar a Cuba reforzar su lucha ``por salvar la revolución y las conquistas del socialismo'' y para ayudar a resistir el bloqueo estadunidense.

Precisamente, los embajadores de la Unión Europea que negocian con Estados Unidos los efectos extraterritoriales de la ley Helms-Burton, que refuerza en embargo contra Cuba, manifestaron hoy en Bruselas su decepción por la poca flexibilidad de los delegados estadunidenses, y consideraron que en esas condiciones es necesario un tiempo de reflexión en espera de un cambio de postura.

Tras fracasar esta semana las negociaciones para un compromiso antes de la fecha límite del 15 de octubre fijada ante la Organización Mundial de Comercio, los contactos a nivel técnico seguirán la próxima semana en París, donde se efectuará una reunión en el marco del acuerdo multilateral sobre inversiones, pero la próxima reunión a alto nivel será el 15 de diciembre.

La víspera, el comisario europeo León Brittan exigió un nuevo gesto a Estados Unidos en las negociaciones, pero los delegado de los 15 se negaron a continuar dialogando y reservaron una respuesta hasta conversar con sus respectivas capitales.

Sobre los efectos de la Helms-Burton, el ministro cubano para Inversión Extranjera y Colaboración Económica, Ibrahim Ferradaz, señaló que la ley no ha logrado impedir la afluencia de capitales entranjeros a Cuba, donde están representadas firmas de más de 40 países.

El declaraciones al diario francés Le Monde, el ministro precisó que algo más del 50 por ciento de esas inversiones proceden de Europa.

Sin embargo, dijo que aunque le ley no ha logrado su objetivo del todo, sí ha tenido efectos difíciles de revaluar, entre los que se encuentran las dificultades para tener acceso al financiamiento externo.

En Buenos Aires, donde se encuentra de visita, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, indicó que si hubiera señales de un cambio o apertura en cualquier nivel de dirección en Cuba, el Congreso estadunidense, así como la gente más dura de Miami, estarían abiertos a un enfoque distinto.

Manifestó que durante mucho tiempo pensó que los cubanos tenían miedo de perder su sistema de seguridad social y educativo que, reconoció, funcionan mejor que en la mayoría de los países, a cambio de tener democracia, derechos humanos y un sistema de mercado, pero ahora ``ya no sé''.