Iteso: deber de las universidades, crear conciencia en derechos humanos
José Antonio Román, enviado, Guadalajara, Jal., 16 de octubre Ť La injusticia estructural, el sojuzgamiento, la impunidad y la corrupción son fenómenos que se manifiestan de manera permanente en México, señaló el rector del Instituto Tecnológico Superior de Occidente (Iteso), Pablo Humberto Posada. Dijo que las universidades ``no pueden lavarse las manos'' y desatender su compromiso expreso a favor de la paz y los derechos humanos.
Al inaugurar el encuentro Educación para la paz y los derechos humanos, el religioso de la Compañía de Jesús aseguró que el respeto a los derechos humanos y la garantía de un Estado de derecho son ``condición fundamental'' para la construcción de la paz auténtica.
Ante representantes de casi 20 organizaciones de derechos humanos participantes, como Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el rector del Iteso presentó un breve diagnóstico de los derechos humanos en México, donde el panorama está ``infestado de dificultades''.
Señaló que el trabajo por el respeto a estos derechos y a la paz no puede percibirse ni reclamarse como patrimonio de una ideología o de un partido político, sino que debe entenderse como una exigencia para todas las corrientes ideológicas o partidistas, para todas las organizaciones y organismos de la vida nacional.
Sobre la función de las universidades respecto a los derechos humanos y la paz, dijo que estas instituciones no pueden eludir su obligación de ser la conciencia crítica de la sociedad si no quieren traicionar la esencia de su vocación. ``Han de asumir la realidad de México y sus múltiples necesidades'', pues ``nos interpelan cada vez con más fuerza y no podemos lavarnos las manos frente a ella''.
Las universidades mexicanas, dijo, tienen que asumir su participación en la lucha por la creación de un nuevo orden nacional en los ámbitos ético, tecnológico, económico, jurídico, ecológico y social. ``El país así lo está exigiendo''.
En su discurso inaugural, el rector mencionó que cuando la paz flaquea se atropellan los derechos humanos; de la misma forma, la violación de éstos amenaza el clima de paz o lo destruye. Para que haya una paz auténtica es condición fundamental el respeto cabal de los derechos y el Estado de derecho, agregó.
En un breve análisis de la realidad nacional, que incluyó el caso de Chiapas, dijo que México tiene graves deficiencias en lo referente al trabajo y sus condiciones, pues el empleo es insuficiente y el pueblo está sometido a una gravosa deuda económica.
Mientras, añadió, persisten problemas profundos como la situación de Chiapas y Guerrero, además de una violencia creciente, la intolerancia de todo tipo --religiosa, racial y de género--, los altos niveles de pobreza, las dificultades de la democracia y la injusticia en lo cotidiano y lo jurídico.
La realidad, sostuvo, demanda de las universidades una clara integración del desarrollo intelectual y el ético, dijo el rector del Iteso.
Durante el encuentro, que concluirá el domingo, los participantes elaborarán un diagnóstico del estado que guarda la educación para la paz, desde la perspectiva de los derechos humanos, y se conocerán algunas de las propuestas más representativas del trabajo realizado para la paz (formal y no formal) en el país.
Anoche se iniciaron los trabajos del encuentro con una ponencia magistral del maestro uruguayo Luis Pérez Aguirre, del Consejo Consultivo del Servicio Integral para los Derechos Humanos, con sede en Ginebra, y del Consejo Honorario del Servicio Paz y Justicia para América Latina.
La sesión de ayer concluyó con la inauguración de la exposición fotográfica Homenaje a la esperanza, de Pedro Valtierra y Antonio Turok, que muestra las imágenes de los refugiados centroamericanos a principios de la década pasada. La exposición, inaugurada por Diana Goldberg, del ACNUR, y el religioso Roberto Garza, director de Integración Comunitaria del Iteso, se instaló en la biblioteca de la Universidad y permanecerá allí hasta finales de mes.
Entre las agrupaciones asistentes a este encuentro están los centros de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y Miguel Agustín Pro, la Academia Mexicanos de Derechos Humanos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la UNESCO y las universidades Autónoma de Puebla y la Iberoamericana de León. Este viernes los trabajos del encuentro se centrarán en un diagnóstico de la educación para la paz.