Ni en Nexos ni en La Jornada he reclamado a Elena Poniatowska por haber empleado en La noche de Tlatelolco párrafos de Los días y los años, pues yo mismo autoricé las citas que deseara tomar. Tampoco soy tan bobo como para objetar que nuestros libros tengan similitudes, dado que narran lo mismo. Le estoy solicitando a Elena que ponga en voces de quienes corresponde cada párrafo, para que así no aparezca Raúl Alvarez Garín como testigo de lo ocurrido en el tercer piso del edificio Chihuahua el 2 de octubre de 1968, pues no estuvo allí, o Gilberto Guevara haciendo llamados a ``impulsar la organización de los obreros en gremios independientes'' (sic), línea política que combatió, o yo mismo hablando con el Búho en un departamento del quinto piso del edificio ya dicho y a la vez tirado en el suelo del tercer piso, viendo disparar al Olimpia. Es todo lo que exijo a Elena y a la editorial ERA.
En su artículo del jueves 16 de octubre, Raúl Alvarez Garín explica las similitudes entre ambos libros, el mío y el de Elena, así: hubo una fuente común de datos elaborada por todos los actores principales, tanto Luis como Elena emplearon esa fuente y de ahí la similitud. Suena bien, pero Alvarez Garín es matemático, por lo mismo le planteo el asunto en términos matemáticos: sean G y P dos reporteros. Sea F un grupo de presos que les relatan una cierta historia. Ambos reporteros toman notas por separado y el tiempo distintos. ¿Cuál es la probabilidad de que escriban dos textos, sean T y U, de 150 palabras cada uno, donde la primera palabra de T sea la primera de U, la segunda de T sea la segunda de U... la enésima de T sea la enésima de U y la última de T sea la última de U? Así ocurre con la narración de la llamada ``batalla del Casco de Santo Tomás'', página 134 mía y 77 de Elena, ambos párrafos idénticos: (1) constantemente (2) llegaban (3) refuerzos (4) a (5) los (6) granaderos... etcétera. Supongamos que los reporteros G y P tengan en común un léxico de 20 mil palabras en español, ¿cuál es la probabilidad de que el azar produzca un párrafo de 150 palabras en el mismo orden? Creo, y Raúl me corregirá si no es así, que es un veintemilésimo por un veintemilésimo... multiplicados 150 veces. Eso da un número uno sobre la raya de quebrado y abajo un 2 elevado a la 150 potencia y seguido por 600 ceros. Para que el azar produjera esa serie, eligiendo una palabra por segundo, se requeriría más tiempo del que ha transcurrido desde que el universo existe.
Yendo al grano: no le reclamo a Elena que en su página 76 transcriba mi descripción del grito en CU (página 122 de mi relato), sino que siendo yo el narrador lo atribuya a Gilberto Guevara. Aquí van los dos párrafos.
Los días y los años: A las once de la noche, cuando se terminaba en el Zócalo la ceremonia oficial, repetida en cada pueblo y en cada ranchería del país, se dio el grito de independencia en la Ciudad Universitaria y el Politécnico en medio de un júbilo desbordante... etc.
La noche de Tlatelolco: A las once de la noche, cuando se terminaba en el Zócalo la ceremonia oficial, repetida en cada pueblo y en cada ranchería del país, dimos el grito de independencia en la CU y en el Poli en medio de un júbilo desbordante... etc.
El primero lo relato yo, el segundo (según Elena) lo narra Gilberto Guevara. Es obvio que se trata de una transcripción de mi texto, transcripción que, repito y repito y repito, yo acepté, permití, autoricé. No es ése el problema, sino que Elena haya decidido cambiar en éste y otros 30 párrafos al narrador, en ocasiones con repercusiones políticas graves, como las señalo en mi artículo y que no repetiré aquí.
No estoy acusando a Elena de plagio ni de fraude, pues me preguntó si acaso podía y le respondí que sí podía... Le estoy solicitando, única y exclusivamente, que atribuya a cada narrador sus palabras y no ponga en boca de Gilberto posiciones políticas que no sólo le eran ajenas, sino que las combatió abiertamente. ¿Hago mal?