La Jornada 16 de octubre de 1997

Los restos del Ajusco, de los 3 detenidos en la Buenos Aires

Alberto Nájar Ť Los restos humanos localizados en el Ajusco corresponden a los de tres jóvenes detenidos por policías en la colonia Buenos Aires y que permanecían desaparecidos, determinó la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) con base en estudios genéticos de ADN. Los dictámenes periciales indicaron que también fueron ejecutados.

Hasta el momento, la PGJDF no ha establecido si los 25 jaguares y zorros consignados en el Reclusorio Oriente tienen relación con esta triple ejecución, aunque se comprobó que los uniformados detuvieron a los jóvenes el pasado 8 de septiembre, junto con otros tres que fueron ultimados en Tláhuac.

La versión oficial fue rechazada de inmediato por los familiares de las víctimas, quienes exigieron que organizaciones no gubernamentales de derechos humanos realicen por su cuenta estudios de ADN porque no creen en los resultados de la PGJDF. Tajantes, advirtieron que no recibirán los restos localizados el 29 de septiembre pasado.

En conferencia de prensa, el director de Servicios Periciales, Pedro Estrada, explicó que concretar los exámenes practicados a los restos localizados en el kilómetro 20.5 de la carretera panorámica Picacho-Ajusco fue difícil, debido a las condiciones del terreno en que se encontraban y el grado de descomposición que presentaban.

No obstante, se practicaron exámenes de dactiloscopia, antropología forense y de genética a un cuerpo semicompleto en estado de descomposición, una pelvis con vértebras y huesos femorales, un cráneo aislado y otros huesos pélvicos, femorales y parte de una columna vertebral unida a otro cráneo.

El director de Servicios Periciales explicó que las diferencias en el grado de descomposición se debieron a la acción de perros. ``Está comprobado que este tipo de fauna ataca primero a un cuerpo; cuando lo termina sigue con otro y así, sucesivamente''; por esta causa es que en dos casos se encontraron sólo unos huesos y los restos desperdigados.

La prueba de dactiloscopia arrojó resultados negativos, pues se determinó que las huellas no correspondían a Carlos López Inés ni a Román Morales Acevedo, dos de los desaparecidos, y no se pudo determinar si existía correspondencia con Miguel Angel Leal Alonso, pues su madre no proporcionó documentos para cotejar las huellas. Tampoco se encontraron registros penales.

La segunda prueba practicada a los restos, la de antropología forense, determinó que el cráneo aislado correspondía a las características físicas de López Inés.

Sin embargo, el resultado definitivo fue el de la prueba de genética forense, mediante el cual se determinó que los restos tienen afinidad con las familias de los desaparecidos. De hecho, el cadáver semicompleto es de Miguel Angel Leal Alonso; el cráneo aislado, la pelvis y dos femorales pertenecieron a Carlos Alberto López Inés, y el tercer conjunto de huesos fueron de Román Morales.

Estos tres jóvenes también fueron ejecutados el mismo día que murieron Juan Carlos Romero Peralta, Daniel Colín Enciso y Oscar Iván Mora Lecea, asesinados en Tláhuac; todos fueron detenidos por policías el pasado 8 de septiembre en Buenos Aires.

Sin embargo, de acuerdo con el director de Homicidios, Jorge Peña Sandoval, hasta el momento no se ha comprobado quiénes fueron los autores materiales de los homicidios, ni tampoco si en éstos participaron algunos de los policías consignados en el Reclusorio Oriente.

``Es la tercera parte de la investigación'', dijo. ``No tenemos confesión de nadie, pero lo que es un hecho es que ya se entrelazaron los tres eventos''; es decir, la balacera en la colonia Buenos Aires, la ejecución en Tláhuac y ahora el triple homicidio en el Ajusco.

Empero, Peña Sandoval no descartó que los jaguares y zorros detenidos estén relacionados con los hechos. ``Vamos a ejercer acción penal contra quien resulte responsable'', dijo, aunque al mismo tiempo reconoció que no se ha señalado al autor o los autores intelectuales de los homicidios.

``Los queremos vivos''

Apenas concluyó la conferencia de prensa, familiares de las víctimas rechazaron la versión de la PGJDF. María de la Luz Leal Alonso, madre de Miguel Angel, afirmó que los restos no corresponden a los de sus hijos, e insistió en que éstos se encuentran detenidos en el Campo Militar Número 1.

``Voy a pedir a derechos humanos internacional que lo vuelva a hacer (la prueba de ADN), porque yo no me voy a llevar una cosa que no es mía'', dijo rodeada de micrófonos y grabadoras. ``Le pido al señor Presidente que intervenga y si los tienen por ahí escondidos, que nos los devuelvan, porque en un mes no se hubieran echado a perder''.

María Victoria Inés, madre de Carlos Alberto, también rechazó que los restos pertenecieran a su hijo. ``Las autoridades le dieron más importancia a los homicidios, y ahora prefirieron avisar primero a los medios antes que a nosotros'', se quejó. ``No nos los vamos a llevar; vamos a pedir a las ONG que investiguen, porque, la verdad, a la procuraduría no le creemos''.