Persecución de religiosos en el norte de Chiapas: comisión episcopal
Alma E. Muñoz Ť Integrantes de la Comisión Episcopal para la Reconciliación y la Pacificación en Chiapas señalaron que ha habido ``ataques'' a párrocos y catequistas de la zona norte del estado, especialmente en contra del sacerdote de Tila, Heriberto Cruz, quien ``ha tenido que esconderse porque lo quieren matar, al parecer los del grupo Desarrollo, Paz y Justicia'', dijo Alberto Athie, secretario ejecutivo del organismo católico.
Por su parte, Felipe Toussaint, vicario general de la diócesis de San Cristóbal, dijo: ``Para el Ejército somos (la Iglesia) un estorbo o enemigo a destrozar por la defensa que hacemos de los derechos humanos, el papel de la diócesis como mediadora y la denuncia internacional hecha para detener las acciones bélicas y pugnar por una solución pacífica y no militar''.
Para Athie, uno de los problemas principales en la zona norte de Chiapas es la confusión sobre las causas del conflicto y, por ello, sacerdotes como Heriberto Cruz ``son acusados de ser perredistas e incitar a la violencia. Los problemas en esa región no son interreligiosos. Los presbiterianos y los adventistas nos reunimos para aclarar esto y reconocemos que nosotros no somos el problema... La estrategia es identificar a la Iglesia como origen del conflicto en Chiapas. Es una estrategia que busca desviar la atención de la sociedad, pues una de las cosas que hemos notado (como Comisión Episcopal) es que se trata de bajarle el nivel y la importancia a Chiapas lo más posible''.
Amedrentamiento y persecución
Sin afán de protagonismo --aclaró el ministro de culto--, los obispos de México coadyuvamos para la paz y en diversas ocasiones dimos a conocer nuestra preocupación por el estancamiento de los diálogos de San Andrés, el vacío institucional en la zona norte, así como la pérdida de vigencia del estado de derecho. Citó la existencia de más de cien diáconos y entre cinco mil y siete mil catequistas que realizan labor pastoral en el estado ``desde hace muchos años''.
Al respecto, Toussaint explicó --vía telefónica-- que sacerdotes de Tumbalá, Salto de Agua y Tila ya sufrieron de ``amedrentamientos y persecución por parte de elementos de Seguridad Pública, porque se considera a la Iglesia como una institución política. A Heriberto Cruz, sacerdote de Tila, se le señala como responsable de lo que sucede (en la zona norte) por parte de las autoridades locales y el gobernador Ruiz Ferro, aunque no lo ha hecho públicamente. Sabemos que tienen la idea de que don Samuel Ruiz (obispo de la diócesis de San Cristóbal) controla, y eso es equivocado''.
Recordó que en 1995, con la deportación de tres sacerdotes extranjeros, se acusó a siete ministros de culto mexicanos de ``incitar a la gente a tomar las armas y violación de mujeres''. Para aclarar el hecho, se explicó que los sacerdotes del país se encontraban fuera de la zona, pero Heriberto Cruz --miembro del Consejo Presbiterial y vicario episcopal de la región Chol-- interpuso un juicio de amparo para deslindarse de las acusaciones.
De igual manera, citó el ``secuestro'' de dos catequistas de Tumbalá --Cristóbal y Jesús--, quienes realizaban visitas en la región ``y los de Seguridad Pública los detuvieron ilegalmente, los interrogaron por amplio lapso, los metieron en una casa amedrentándolos y hostigándolos para conocer datos de la Iglesia. Por esos hechos, se interpuso una demanda ante la Procuraduría de Justicia estatal.