La Jornada 14 de octubre de 1997

NO ASISTIRAN AL MUNDIAL DE AUSTRALIA

Rosalía A. Villanueva Ť Lo que se había previsto como una evaluación del equipo de nado sincronizado, terminó entre burlas y reclamos de las entrenadoras, por lo que las propias nadadoras decidieron que por el bien de este deporte lo mejor era no asistir al torneo de Gotemburgo y el Mundial de Australia, y solicitaron a la Federación Mexicana de Natación la destitución de la responsable del octeto, Rita Casas.

De nada valió la larga espera de las sirenas, que desde muy temprano practicaron la rutina que vienen ensayando hace ocho meses en la alberca del CDOM, bajo la asesoría de Casas, la técnica que se negó ayer a presentar completa la coreografía que determinaría, según lo observado por la comisión de esa disciplina, si las seleccionadas tenían la calidad para los compromisos mencionados.

Sin completar el tiempo oficial de la exhibición, que apenas se acercó al minuto, las nadadoras estuvieron faltas de sincronía y más que estar concentradas en el baile acuático, con música prehispánica y mariachi, perdían el ritmo por el nerviosismo. Y paraban.

Por más que la encargada de la comisión, Mireya Andrade, le gritaba desde las tribunas al titular de la FMN, José Luis Espinosa, que cómo era posible evaluar a una selección que viene trabajando con muchos meses sin definir la rutina y ``venimos para ver algo que es imposible calificar en 15 segundos''. Espinosa se acercó a Rita Casas y le dijo: ``Profesora, no es posible, tiene usted ocho meses trabajando y no presenta nada a 14 días de un compromiso internacional''. La entrenadora sólo le pedía ``más tiempo'' para tener listo el equipo, ya que hoy se cumplía el plazo para la inscripción nominal a Australia.

Aunque el presidente de la FMN se abstuvo de hacer algún comentario oficial sobre la salida de las seleccionadas Perla Ramírez y Olivia González, quienes dejaron el equipo por disgusto ante la actitud negativa de la federación hacia la entrenadora Casas, la juez internacional, Eulalia Martínez, comentó que se desaprovechó el tiempo para integrar un buen octeto a los Juegos Olímpicos de Sydney.

Explicó que de nada sirvió el octavo lugar olímpico ganado en Atlanta, si el nado sincronizado está sufriendo un retroceso, porque muchas ``entrenadoras se sienten agredidas'' al no respetar los reglamentos que establece dicha comisión. Dijo que de lo poco que observó de la rutina, ``hasta sentí un nudo espantoso en el estómago al ver aquí que México ya perdió su lugar''.

Quienes sí están plenamente convencidas de que en el nado sincronizado hay una gran ``desorganización'' son las afectadas, y culpan a su entrenadora de mantener ``un plan antipático'', lo que se refleja en la rutina.

``Jamás se pone de acuerdo. Primero nos dice que vamos hacer esto y al día siguiente es otra cosa. Lo increíble es que Ariadna Medina y Berenice Guzmán, con la experiencia que tuvieron en Atlanta, en vez de subir, cayeron a nuestro nivel, y eso es indicativo de que estamos mal. Lo mejor sería cambiar de entrenador, porque no tenemos la calidad para estar en una competencia mundial y seguir trabajando a futuro'', indicó Pamela Palmer, quien tuvo la voz de sus compañeras Beatriz Jacob, Karina Figueroa, Olga Vargas, Ingrid Medina y Karla Rodríguez.