La Jornada 14 de octubre de 1997

Legal, la propuesta de paz que deja fuera al gobierno, afirma el escritor

Efe, Afp, Dpa y Reuter, Santafé de Bogotá, 13 de octubre Ť El escritor colombiano Gabriel García Márquez aseguró este lunes que la propuesta de paz, respaldada por varios personajes del país, pero en la que no estaría incluido el gobierno, no es un complot contra el presidente Ernesto Samper, a quien, dijo, se le ha salido el país de las manos.

El planteamiento, que encabeza el candidato presidencial Juan Manuel Santos, se fundamenta en el derecho y el deber que tienen todos los colombianos a buscar la paz a toda costa, destacó el premio Nobel de Literatura en declaraciones al periódico El Tiempo, desde Grecia. La propuesta de Santos, respaldada por ex presidentes, personajes políticos, religiosos y sindicales, así como por García Márquez, pero en la que no está incluido Samper, con quien la guerrilla se niega a negociar, fue calificada de conspiración por el gobierno.

Incluso, el mandatario declaró la víspera que los procesos de negociación con la insurgencia en los que no participen el gobierno ni las fuerzas militares constituyen un peligro para la estabilidad de la República.

García Márquez señaló que a pesar de lo que dice el presidente, el grupo que busca negociar con la guerrilla actúa dentro de la Constitución y de las leyes, y destacó además la necesidad de actuar rápido y de urgencia, porque, subrayó, el país se le salió de las manos a Samper.

Resaltó igualmente la necesidad de hacer un frente nacional de todos los colombianos, pues ``ésta es una guerra que hemos perdido todos, y la única solución es que nos sentemos a repartirnos proporcionalmente la derrota'', dijo el Nobel de Literatura 1982.

Por su parte, el vicepresidente Carlos Lemos afirmó que la pacificación no se puede conseguir a costa de las instituciones, porque sería atentar también contra la legitimidad del presidente, al rechazar el plan de paz de Santos.

En una entrevista telefónica concedida a radioemisoras locales desde Londres, el también embajador en Gran Bretaña manifestó que el deseo ``vehemente'' de todos los colombianos no puede cumplirse al precio de las instituciones, ``porque estaríamos vendiendo el alma al diablo'', y subrayó que la paz tiene que hacerse sobre la base del orden constituido.

Lemos dijo que le parece muy raro que sectores del establishment que lucharon contra la guerrilla durante cuatro décadas, ahora le den la razón a quienes atacan las instituciones.

Alvaro Leyva, miembro de la comisión de reconciliación que encabeza Santos --inicialmente establecida bajo el auspicio del gobierno para explorar la posibilidad de un acuerdo para negociar con la guerrilla-- enfatizó que el proyecto se centra en la formación de un gobierno de transición que ayude a poner los cimientos de la paz, lo que significa, dijo, la renuncia de Samper.

Pero el ex presidente Alfonso López Michelsen explicó que la propuesta de entregarle el poder al vicepresidente no significa pedirle la renuncia a Samper, sino obviar la dificultad de que la guerrilla no quiere tratar con él, por lo cual a Lemos se le otorgaría el ejercicio presidencial sólo unas semanas.

La Iglesia católica también criticó a Samper por interponerse en la consolidación de un proceso de paz impulsado por la sociedad civil.

El arzobispo de Santafé, Pedro Rubiano, que hace dos años formó parte de la comisión de negociación, lamentó que el gobierno samperista no haya sido capaz de realizar un trabajo efectivo para consolidar la paz en el país, y dijo que ahora no debe neutralizar un propósito de diálogo emprendido por un precandidato presidencial.

Por otro lado, las autoridades confirmaron que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estaba detrás de un plan terrorista descubierto en la frontera de Cúcuta, y que hace parte de otro para sabotear las elecciones regionales del día 26. En el operativo se decomisaron varios fusiles y unos 220 kilos de dinamita, así como abundante propaganda en la que se invita a la población civil a no participar en los comicios.

En tanto, Carlos Balas, representante de Colombia en la reunión intergubernamental de Naciones Unidas sobre drogas celebrada en Viena, dijo que el mundo se ha volcado a reducir la oferta de narcóticos por encima de los esfuerzos en la reducción de la demanda, desconociendo en la práctica la mutua dependencia y vinculación de ambos aspectos.