La Jornada 14 de octubre de 1997

La guerrilla, desafío central de fuerzas de seguridad en AL

Reuter y Afp, Londres, 13 de octubre Ť El principal desafío que enfrentan las fuerzas de seguridad en América Latina y el Caribe son los grupos guerrilleros, que han reducido sus premisas ideológicas y aumentado sus vínculos con el crimen organizado y el tráfico de drogas, aseveró hoy el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

En su informe anual 1997, el IISS aseguró que las fuerzas militares en muchos países latinoamericanos continúan equipadas para enfrentar amenazas externas --que cada vez son menos, aunque aún existen disputas entre naciones-- más que para enfrentar a los grupos armados, cuyos objetivos son políticos, además de que están vinculados con el crimen organizado.

El estudio del IISS destacó que el combate contra este tipo de grupos armados exige un alto nivel de entrenamiento e inteligencia de las fuerzas seguridad, más que de sistemas de armas de alto costo, a fin de que la operación resulte exitosa.

Resaltó no obstante que en las instituciones castrenses una gran cantidad de dinero se destina a pagar jubilaciones y pensiones de militares en servicio y retirados, y en algunos casos la situación se agrava con la corrupción existente en el seno de la policía y las fuerzas de seguridad.

En el caso particular de Colombia, el estudio indicó que en ese país fracasaron los avances del Plan Horizonte, ejecutado a partir de 1995 para reorganizar las fuerzas armadas y enfrentar las crecientes amenazas de la seguridad interna del país. El plan pretendía desarrollar más y mejores formaciones móviles para combatir la creciente amenaza de la guerrilla y efectuar operativos antinarcotráfico.

La falta de capacidad de las fuerzas armadas colombianas para contener actividades de grupos rebeldes ha repercutido en todos los países vecinos, en especial en Venezuela, donde las autoridades han aumentado desde abril sus fuerzas en la frontera.

En Perú, en tanto, el Instituto precisó que la posición de las fuerzas armadas fue fortalecida por el exitoso resultado del operativo lanzado en la residencia del embajador japonés en Lima para poner fin a la crisis de los rehenes

La región, añadió por otro lado el IISS, con sede en Londres, constituye aún el mercado de armas más pequeño del mundo, pues los gastos en esa materia ascendieron en 1996 a mil 600 millones de dólares, su más alto nivel desde 1991, lo que representa el 4.1 por ciento del mercado mundial.

El 31 de julio pasado, Estados Unidos anunció su decisión de flexibilizar las restricciones vigentes en la venta de sistemas de armas convencionales hacia América Latina, y esto repercutió positivamente en la política de seguridad de Brasil, cuyo presidente, Fernando Henrique Cardoso, anunció que pedirá formalmente al Congreso que ratifique el ingreso de su país al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

El crecimiento del mercado mundial de armas en 1996 fue del 8 por ciento con un monto total de 40 mil millones de dólares, mientras que en 1995 había alcanzado solamente 36 mil 900 millones.

Los principales factores de expansión del mercado han sido las tensiones en el noroeste de Asia y en Medio Oriente, el elevado precio del petróleo que ha permitido a los países del Golfo financiar los pedidos que hicieron al finalizar la guerra del Golfo en 1991, y las solicitudes constantes por razones de modernización en el sureste asiático y América Latina.

Por regiones, Medio Oriente sigue siendo el mayor comprador de armas con Arabia Saudita e Israel a la cabeza, mientras que en Europa y América del Norte los gastos por compras de armas se encuentran en continuo descenso.

El hecho central de 1997 en materia de control internacional de armas fue el avance entre Estados Unidos y Rusia sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), estimó el IISS.