Imprevisión oficial frente a Paulina
Ante la magnitud del desastre provocado por el huracán Paulina, el presidente Ernesto Zedillo interrumpió su gira por Alemania y anoche mismo regresó al Distrito Federal para evaluar la situación y trasladarse luego a las zonas afectadas.
En Oaxaca la situación es similar a la de Guerrero, luego del paso de destrucción y muerte del meteoro.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) demandó fincar responsabilidades, toda vez que ``hubo negligencia de las autoridades durante el percance, ineficacia de los sistemas de protección civil e inadecuada infraestructura de servicios básicos para los sectores más desprotegidos del pueblo'', advirtió la dirigencia perredista.
Destrucción y dolor en Guerrero y Oaxaca. Fotos: Duilio Rodríguez, Carlos Ramos Mamahua, Cristina Rodríguez y Elizabeth Dalziel/Ap
El senador electo del partido del sol azteca, Jorge Calderón, dijo que la Secretaría de Hacienda tiene facultades para autorizar una erogación presupuestal extraordinaria a la zona de desastre y debe hacerlo de inmediato, con la misma celeridad con que apoya a banqueros y constructores de autopistas.
En Oaxaca, 70 muertos
Los indígenas zapotecos, chatinos y mixtecos de la sierra sur oaxaqueña fueron los más afectados, el saldo hasta ayer -según corporaciones policiacas y fuentes no oficiales, entre éstas radioaficionados y la Iglesia católica- era de 70 muertos, decenas de heridos, 150 mil damnificados y más de 500 comunidades destruidas.
Otros daños no han sido cuantificados. Las fincas cafetaleras oaxaqueñas quedaron destruidas, se perdieron 200 mil sacos de café y la población indígena de la zona quedó sin techo ni sustento. Paulina avanzó por Oaxaca arrasando todo. En el istmo de Tehuantepec se desbordaron los ríos. Muchas rancherías y pueblos están incomunicados.
El huracán pasó a tormenta y luego a depresión tropical, para finalmente disiparse ayer por la mañana a 30 kilómetros al sur-suroeste de Guadalajara. Sin embargo, las lluvias provocaron derrumbes e inundaciones en Hidalgo y otros estados.
El director general del ISSSTE, José Antonio González Fernández, reconoció que ese instituto no tenía un sistema adecuado para atender ``una eventualidad'' como la provocada por Paulina.
Las muestras de apoyo y solidaridad se han volcado hacia los damnificados, tanto a nivel nacional como internacional. La Unión Europea aprobó una ayuda humanitaria de 450 mil dólares para el auxilio de las víctimas del huracán en Guerrero y Oaxaca.
En el Distrito Federal y la provincia, organizaciones religiosas y asistenciales, partidos políticos, la UNAM, el IPN y agrupaciones empresariales instalaron centros de acopio para hacer llegar alimentos, ropa y medicina a las comunidades afectadas. Indígenas oaxaqueños residentes en Estados Unidos han hecho lo propio. (De la Redacción)