La Jornada 11 de octubre de 1997

El Nobel de la Paz, a ONG que luchan contra las minas terrestres

Afp, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Oslo, 10 de octubre Ť La estadunidense Campaña Internacional para la Proscripción de las Minas Terrestres (CIPMT) y su coordinadora, Jody Williams, ganaron hoy el Premio Nobel de la Paz.

La Casa Blanca aseguró que a pesar del premio, Estados Unidos seguirá firme en su negativa a prohibir ese tipo de armas, mientras el presidente ruso Boris Yeltsin anunció sorpresivamente la adhesión de su país a la prohibición internacional de las mismas.

La CIPMT fue creada en 1992 y agrupa a más de mil organizaciones no gubernamentales de 60 países que trabajan en las áreas de defensa a los derechos humanos, protección del medio ambiente y ayuda médica y humanitaria a países del Tercer Mundo.

El movimiento nació en octubre de 1991, cuando la Fundación de Veteranos de Vietnam y la Organización Internacional de Médicos decidieron unir a todos los grupos que quisieran apoyar la erradicación de las minas antipersonales.

Luego de conocer su premiación, Williams dijo que esperaba hablar con Bill Clinton para exhortarlo a cambiar su posición. En septiembre pasado, Washington se negó a firmar el tratado internacional de prohibición a las minas terrestres por considerar que comprometía la seguridad de sus tropas.

Tras rechazar el tratado entonces, Clinton dijo que ordenaría al Pentágono fomentar alternativas que permitieran a su país eliminar el uso de las minas antipersonales para el año 2000.

El vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, señaló hoy que la postura de la administración seguirá ``firme como una roca'' contra una prohibición absoluta de las minas antipersonales.

Añadió que Estados Unidos ha hecho más que cualquier otro país por erradicar las minas, pero que sus expertos militares consideran que, con todo, estas armas son necesarias para la seguridad en la frontera entre ambas Coreas, por ejemplo.

Ante el pronunciamiento de la Casa Blanca, Williams lamentó que en este tema ``Estados Unidos no adopte un papel dirigente, y en cambio se ponga del lado de países como China''.

Sin embargo, por la tarde, el presidente Clinton felicitó personalmente a Williams por el galardón.

Por su parte, Yeltsin, cuyo gobierno también se había negado a firmar el tratado de prohibición de minas terrestres, anunció en Estrasburgo, durante la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del Consejo de Europa, que el Kremlin ``aceptará firmar la Convención Internacional de Prohibición de las Minas Terrestres''.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se dijo ``feliz'' por el premio a la CIPMT, al tiempo que el Comité Internacional de la Cruz Roja para Centroamérica, México y el Caribe afirmó que el premio fomentará la conciencia universal en torno al problema de las minas.

Mientras, voceros de la Unión Europea se manifestaron muy satisfechos por la entrega del Nobel a la campaña contra las minas.

Medios de prensa europeos señalaron, por otro lado, que influyó en la decisión del jurado del Nobel el reciente fallecimiento de la princesa Diana de Gales, quien concentró sus últimas labores humanitarias a la prohibición de las minas.

Williams, de 47 años, radica en Vermont, Nueva Inglaterra y en la década de los ochenta reunió firmas en contra del intervencionismo estadunidense en Nicaragua, coordinó proyectos de información en torno a la política de los sandinistas y se movilizó contra el respaldo de su país a los contras. Posteriormente comenzó a trabajar en la fundación de Veteranos de Vietnam, y después pasaría a integrar la CIPMT.

Recibirá el Nobel de la Paz 1997 el próximo 10 de diciembre en Oslo. El monto aproximado del premio es de un millón de dólares.