Reelige el PC cubano a Fidel Castro como primer secretario
Ap, Reuter, Afp, Dpa y Efe, La Habana, 10 de octubre Ť El presidente cubano, Fidel Castro, fue reelegido hoy como primer secretario del Comité Central del Partido Comunista al término del quinto congreso del instituto, en el que se reafirmó la preeminencia de la propiedad estatal y socialista de la economía nacional, pero con la promoción de las inversiones extranjeras.
En una resolución que contiene la estrategia económica del país para el próximo quinquenio, el cónclave expresó su confianza en el mantenimiento del actual proceso de recuperación de la economía, pero aceptó que aún no es posible prever el fin de la emergencia económica, conocida como periodo especial, que vive la isla desde principios de esta década.
La resolución fue aprobada por los casi mil 500 delegados que participaron en el congreso, que autorizó, no obstante, ampliar en casos excepcionales el trabajo ``por cuenta propia'' --actualmente ejercido solo de manera individual unas 170 mil personas-- a grupos de trabajadores.
La resolución ratificó también la apertura al capital extranjero, aunque llamó a los cubanos a afincar el proceso de recuperación en el esfuerzo propio debido a las dificultades que enfrenta la isla para acceder a recursos financieros externos.
Reconoció además que la ``guerra económica'' de Estados Unidos contra Cuba y las condiciones prevalecientes en la economía mundial no permiten fijar metas para el cumplimiento de la recuperación, pero se propone para los próximos años un crecimiento promedio anual de entre 4 y 6 por ciento, que deberá sustentarse en el turismo y las producciones exportables de azúcar, níquel, tabaco y pesca.
Sin embargo, un foco de preocupación fue el nuevo sistema de granjas cooperativas semiautónomas, creadas en una reforma radical del sistema estatal agrícola a partir de 1993, la mayoría de ellas aún no rentables.
En la sesión de hoy, la última, el presidente Castro fue reelegido primer secretario del PCC, y su hermano Raúl, ministro de Defensa, segundo secretario, en tanto que el nuevo buró político quedó integrado por 24 miembros, dos menos, seis de ellos de nuevo ingreso.
En la dirección del partido permanecen las figuras más relevantes de los últimos años, entre otros el vicepresidente y responsable de la economía, Carlos Lage, el titular del Parlamento, Ricardo Alarcón, el canciller, Roberto Robaina y del Interior, Abelardo Colomé Ibarra.
Entre los que salen del nuevo buró político están el veterano dirigente comunista y figura histórica de la revolución, Carlos Rafael Rodríguez, los secretarios del PCC en La Habana y en Ciego de Avila, Cándido Palmero y Alfredo Hondal, así como el vicepresidente del Consejo de Estado, Osmany Cienfuegos.
El buró político es el órgano ejecutivo del Comité Central, y aunque sin funciones de gobierno representa la máxima instancia del poder político en Cuba. Igualmente, el nuevo Comité Central del PPC quedó reducido de 225 a 150 miembros.
Raúl Castro, segundo hombre fuerte de Cuba, dijo anoche tras la elección del nuevo comité que la reducción de 75 hombres se explica por las difíciles condiciones económicas del país, y debe responder a las necesidades estratégicas del país. Indicó que el nuevo comité debe actuar acorde con los nuevos tiempos, que exigen órganos de dirección más pequeños, ágiles y rápidamente convocables para adoptar las decisiones requeridas. Raúl Castro manifestó que la tarea del nuevo comité será asegurar que el partido sea inmune a lo que llamó ``virus ideológicos''.
El congreso rindió también un homenaje a Nadya Bunke, madre de Tania la guerrillera, única mujer en la columna del Che en Bolivia.
En tanto, en Washington, el Departamento de Estado prometió una respuesta rápida a la petición del senador Jesse Helms de que se le entreguen documentos sobre el acatamiento de la ley que endurece el embargo contra Cuba.
Helms sospecha que el presidente Bill Clinton vigila el cumplimiento de esa ley negligentemente para agradar a la Unión Europea, pero el vocero James Rubin afirmó que sí ha tenido impacto, y consideró que docenas de compañías se marcharon de Cuba o frenaron inversiones.