Jaguares y zorros traían orden de tirar a matar, afirman vecinos de la Buenos Aires
Raúl Llanos Samaniego Ť El lunes 8 de septiembre, en la colonia Buenos Aires, los jaguares y zorros traían la orden de disparar a matar a quien fuera, por eso entre ellos mismos se asesinaron, afirmaron ayer vecinos y testigos de los hechos ocurridos aquel día, mismos que confirmaron la versión de que fueron elementos del Grupo Especial de Disuasión (GED) quienes mataron al integrante del Grupo Fuerza de Tarea, José Pedro Bazarán, a pesar de que la fiscalía que investiga el caso argumenta que murió a manos de jóvenes de esa zona.
Ayer, los habitantes de ese lugar se decidieron a reconstruir los hechos y, apoyados de maquetas, testificaron lo que vieron y sufrieron; también aseguraron que han recibido numerosos anónimos, en unos los amenazan de muerte y en otros les informan que los tres adolescentes hasta hoy desaparecidos --Román Morales, Angel Leal y Carlos López Inés-- están recluidos en el Campo Militar Número 1, por lo que piden que se los entreguen vivos.
María de la Luz Leal, madre de uno de los jóvenes desaparecidos
en la colonia Buenos Aires, informó sobre los hechos ocurridos
el pasado 8 de septiembre . Foto: Guillermo Sologuren
Aún más. María de la Luz Leal asegura que la mañana de ayer la fue a ver una persona que se identificó como el ``comandante Jesús Guadalupe Ramírez, con oficinas en Doctor Lavista 139, segundo piso'', quien le informó que había recibido instrucciones directas del presidente Ernesto Zedillo para aclarar esos hechos lo más pronto posible''.
Diez testigos, una versión
Cerca de las 11:00 horas, los vecinos de la Buenos Aires, encabezados por su representante legal, Luciano Martínez, instalaron una maqueta de aproximadamente cuatro por cuatro, en la cual estaban exactamente definidas las calles, los puntos donde se colocaron las patrullas de la judicial y de la policía; los lugares donde aguardaban los jaguares y los zorros; los pormenores de la persecución y la balacera.
De entrada, Luciano Martínez dejó en claro que las personas que iban a exponer sus vivencias acerca de esa balacera ``no están aleccionadas, y si lo hacemos es porque queremos colaborar de buena fe''. Luego cada uno de los participantes fue hablando y describiendo dónde estaban, qué hicieron y qué observaron.
La primera en exponer los hechos fue María de la Luz Leal, madre de Angel Leal, quien precisó que cerca de las 17 horas de aquel día su hijo salió a comprar un helado, cuando ella logró ver por la parte de abajo de su puerta que avanzaba un grupo de policías, y dijo que momentos después escuchó balazos.
Salió de inmediato y desde la esquina de Avenida Central y Doctor Andrade su hijo le hacía señas para que se metiera; así lo hizo, pero minutos después un joven de nombre Salvador le fue a decir que habían subido a Angel a un camión de granaderos, y al salir se topó con la unidad y al pretender detenerla para preguntar por su hijo los uniformados la encañonaron, por lo que dejó que se fuera, pero en sentido contrario a la mencionada vialidad.
Cuatro personas más, quienes decidieron no citar sus nombres, expresaron que un automóvil Crown Victoria se le cerró al camión y luego le arrojó una botella, por lo cual elementos del Grupo Jaguares salieron en su persecución, y tras de ellos el camión, lo cual lograron en Doctor Andrade, entre Barajas Lozano y Bolaños Cacho, donde se suscitó la balacera y la detención de los tres jóvenes desaparecidos hasta hoy y los muertos.
Uno de los adolescentes mencionó que vio cuando uno de los elementos del GED disparó contra Pedro Bazarán, lo cual le reclamaron en ese momento otros de sus compañeros; sin embargo, pretendieron responsabilizar a Daniel Colín y por eso se lo llevaron detenido.
Después de hora y media de versiones tomaron la palabra las madres de Román Morales, Angel Leal y Carlos López, quienes aseguraron que sus hijos están vivos y que no pierden la esperanza de que se los regresen vivos, e hicieron un llamado al presidente Ernesto Zedillo para que dé las órdenes correspondientes.
También aseguraron que a raíz de que han ido presentando elementos probatorios de la responsabilidad de los uniformados, en la misma medida les han hecho llegar anónimos en los cuales les ordenan que ``le bajen'' a sus denuncias o habrá represalias.
Por último, pidieron que frente a esa campaña de desprestigio que pretenden realizar los medios de comunicación de todos los habitantes de la colonia Buenos Aires, ya que ``por cualquier hecho ilícito que ocurre en la ciudad pretenden achacárselo a los vecinos de esta zona''.