El único propósito fue entregar las denuncias ciudadanas, señaló
Alejandra Parra Ť El secretario general de Amnistía Internacional, Pierre Sané, no visitó México para causar ningún tipo de ``alboroto'', como lo habría declarado en Alemania el presidente Ernesto Zedillo, sino debido a la gravedad de las violaciones a los derechos humanos en ese país, que deben ser atendidas ``frontal y urgentemente'', informó Morris Tidball, representante de AI para América Latina, México y Centroamérica.
Respecto de las declaraciones del presidente Zedillo durante su gira por Europa, en el sentido de exigir una disculpa pública a Pierre Sané, por vía telefónica desde Londres, Tidball manifestó su sorpresa y preocupación por la pretensión del gobierno de ``transformar en verdad una mentira repetida''.
Subrayó que el ``desaire'' del presidente Zedillo no fue hacia Amnistía Internacional, sino al pueblo de México. ``Nosotros simplemente visitamos México para contribuir de buena voluntad a la mejora de la situación de los derechos humanos. Llevando las denuncias que la propia población mexicana nos hizo llegar'', apuntó.
Sostuvo que el ``gran problema'' no es la controversia entre el máximo representante de AI y el mandatario mexicano, sino la gravedad de la situación de los derechos humanos. Agregó que la negativa pertinaz de las más altas instancias del gobierno para atender esta situación tan preocupante ``nos parece gravísima, toda vez que la población y los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales denuncian lo alarmante de la situación''.
Por otra parte, dijo que previo a la visita de Sané, enviados de AI se entrevistaron con la presidenta de la CNDH, Mireille Roccatti, a quien externaron las reiteradas denuncias sobre el incremento de desapariciones de personas, hecho que la funcionaria negó con insistencia, ``contradiciendo así a todos los observadores''.
Mencionó el artículo publicado por el diario The New York Times donde se da cuenta del incremento de las desapariciones en la zona norte del país, derivado del informe de un visitador de la propia PGR.
Dijo que le parece ``increíble'' que la presidenta de la CNDH insista en negar, ``de una manera muy similar al gobierno'', una situación tan grave.
Aclaró que las solicitudes para las entrevistas con el primer mandatario, así como con las máximas autoridades de las secretarías de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Gobernación, fueron hechas con los protocolos y antelación debida, y entregadas el 29 de julio de 1997.
Tidball ofreció copia de las solicitudes y expuso que la petición también se hizo vía telefónica y personal, a través del embajador de México en el Reino Unido, Santiago Oñate Laborde. Aseguró que el secretario de Relaciones Exteriores, José Angel Gurría, invitó formalmente a Pierre Sané a visitar el país el 13 de noviembre de 1995, durante una visita que realizó el secretario general adjunto de AI, Derek Evans.
Incluso, agregó, el entonces embajador en el Reino Unido, Andrés Rozental, se presentó en las oficinas de AI en aquel país para manifestar a Evans --frente a Pierre Sané-- la seguridad de que durante su visita sería recibido por autoridades ``del más alto nivel''.
Ese mismo mes, Tidball llamó a la cancillería para confirmar la invitación del año anterior, y el consultor jurídico Miguel Angel González Félix ratificó la invitación; en la misma entrevista se informó al funcionario de la visita de Sané a México.
Ya en México, Gurría explicó a Evans que por razones protocolares el presidente Zedillo no le concedería audiencia debido a que no se trataba de la máxima autoridad de Amnistía Internacional.
Es por eso que a principios de julio, Pierre Sané se comunicó a la embajada de México en el Reino Unido, se realizaron dos reuniones, se emitieron las cartas con las solicitudes de las entrevistas, y se envió una comitiva de AI a México para formalizar los detalles.
Nunca hubo un documento con la respuesta oficial, aclaró Tidball, pero durante dos reuniones previas en la cancillería, ``Miguel Angel González Félix confirmó de manera verbal la entrevista con el Presidente, con el canciller, y con los secretarios de la Defensa y Gobernación''.
Mencionó que el consultor jurídico le informó que ``sería imposible darle fechas específicas para la entrevista con el Presidente debido a la apretada agenda del primer mandatario, pero que los días anteriores a la llegada de Sané a México, o una vez instalado aquí, se formalizaría el horario exacto de la entrevista.
``Con esos compromisos es que Sané viajó a México'', toda vez que la investidura de un secretario general de AI y las seguridades recibidas por parte de la embajada, fueron suficientes para confirmar esa reunión'', aseguró.