PAULINA TOCO TIERRA EN OAXACA; MIL 500 DAMNIFICADOS
Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, y agencias Ť La llegada del huracán Paulina a costas oaxaqueñas provocó que una extensa zona quedara incomunicada por vía terrestre, telefónica y aérea, debido a daños causados por fuertes vientos y torrenciales aguaceros. Ríos y arroyos se desbordaron; cayeron postes, antenas parabólicas y por lo menos unas mil 500 personas resultaron damnificadas en los distritos de Tehuantepec y Pochutla, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional puso en marcha el Plan D-N-3.
Por la noche, el gobernador Diódoro Carrasco Altamirano declaró zona de desastre la comprendida entre Puerto Escondido, Puerto Angel y Huatulco, debido a los fuertes daños y la gravedad de la situación imperante.
El jefe de operaciones de la Unidad Estatal de Protección Civil, Manuel Maza, informó que el meteoro se dirige ahora hacia Pinotepa Nacional, donde se prevé que impacte a media noche y después se disipe o alcance las costas guerrerenses.
Corporaciones policiacas y radioaficionados informaron que en Puerto Escondido las ráfagas de viento con lluvia azotaron desde las cinco de la tarde, derribando árboles, cables telefónicos y de energía eléctrica. Además causaron inundaciones en carreteras y deslaves en cerros.
En edificios públicos de Salina Cruz, Huatulco, Puerto Angel, Pochutla, Puerto Escondido y Pinotepa Nacional fueron instalados los albergues, a donde comenzaron a llegar las más de mil 500 familias damnificadas por el meteoro.
Paulina tocó tierras mexicanas, entre Puerto Angel y Bahías de Huatulco, en Oaxaca, afectando también severamente a Salina Cruz, extensa zona donde dejó unas 600 familias damnificadas. En esas tres poblaciones se cerraron totalmente los puertos, así como en Puerto Escondido -también en Oaxaca-, Acapulco y Puerto Madero, en Guerrero y Chiapas, respectivamente.
Al llegar a tierra, tras un descenso en su potencia, Paulina recuperó fuerza y alcanzó nuevamente la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson; se desplazaba al noroeste a 11 kilómetros por hora, con vientos sostenidos de 200 kilómetros por hora, causando olas de cuatro metros de altura en un radio de 185 kilómetros. En el centro del fenómeno las olas alcanzaron hasta 10 metros de alto.
En la región entre Tapachula, Chiapas, y Punta Maldonado, Guerrero se declaró estado de alerta.
Desde el mediodía de ayer, el huracán derribó a su paso por Huatulco -donde se habilitaron 10 albergues- postes de energía eléctrica y de teléfonos, suspendiéndose el suministro de electricidad en la cabecera municipal, así como en las zonas hotelera y comercial.
En entrevista telefónica, Gonzalo Vázquez, secretario del alcalde de Santa María Huatulco, Ariel Hernández, indicó que Paulina provocó el derrumbe de techos de casas, y que al estar incomunicados por vía telefónica la zona hotelera Bahía de Tangolunda y el fraccionamiento La Crucecita, se desconocía la magnitud de los daños.
Después de Guerrero, podría seguir por Michoacán, Jalisco y Colima
Por la trayectoria que seguía el huracán, cuyos efectos se sentían en un radio máximo de 300 kilómetros en torno a su centro, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) esperaba que eventualmente dejara Oaxaca y entrara a Guerrero.
El funcionario del SMN, Alberto Hernández, señaló que el meteoro ``continuará afectando los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Colima, a cuyas unidades de Protección Civil ya se alertó''.
En Tabasco, los efectos de Paulina provocaron el desbordamiento de algunos tramos del río Usumacinta, dañando cultivos y caminos del municipio de Jonuta. En Tenosique y Emiliano Zapata, también hubo desbordamientos de ríos y lagunas.
En el muncipio de San Cristóbal las Casas, ocurrió la primera muerte provocada por Paulina, cuando un campesino fue arrstrado por las aguas desbordadas de un río, informó Protección Civil.