La Jornada 9 de octubre de 1997

Mullor: narcomordidas en el Ejército y en la PGR

David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 8 de octubre Ť El representante del Vaticano en México, Justo Mullor García, aseveró hoy aquí que la Iglesia católica ``tiene las manos limpias'' de dinero procedente del narcotráfico y que en el Ejército y la Procuraduría General de la República (PGR) existen las ``narcomordidas''.

El nuncio apostólico confió en que nadie tendrá ``el mal gusto de pedir que me vaya a mi casa'', en alusión a si no teme que sus comentarios sobre la corrupción en México propicien su salida del país, como ocurrió recientemente con el embajador de Canadá, Mark Perron. Puntualizó: ``yo estoy hablando como amigo de México, como alguien que daría la vida por el desarrollo y la concordia de este país''.

Expuso que sus señalamientos de corrupción no implican que se inmiscuya en los asuntos internos de México, simplemente, dijo, es lo que observa cuando lee los periódicos y ve la televisión.

``Yo no implico a nadie, pero conozco el mundo entero, y sé que en el problema del narcotráfico la actitud de la Iglesia es única, luchar contra el uso de las drogas y las personas que las favorecen''.

Agregó que comentar sobre las narcomordidas es una forma irónica de hablar sobre ``situaciones muy bien conocidas dentro y fuera de México''.

Expuso que está totalmente convencido que lo de las narcolimosnas expresado por un sacerdote católico hace unas semanas, ``es una operación que ciertamente se origina por la imprudencia de un solo cura en todo el país, pero también por los deseos de implicar a la Iglesia donde no tiene por qué estarlo''.

Aseveró que la Iglesia es un estamento social absolutamente inocente y para mancharla no basta que un señor hable de una hipótesis sobre recibir narcolimosnas. ``Y no se habló en ese contexto, sino de que un señor acusado de graves crímenes había hecho un regalo al templo de su comunidad, pero no se dijo que la Iglesia recibiera dinero del narcotráfico''.

Yo creo firmemente que la institución tiene las manos limpias, señaló.

El prelado inició la conferencia de prensa solicitando a los periodistas que escriban solamente la verdad, porque las medias verdades y las falsedades nunca llevan al entendimiento entre los hombres. Además, porque las palabras del representante papal en México tienen un importante peso específico.

Un periodista cuestionó: ¿``Podría ser más explícito para que no queden medias verdades; a qué se refiere con las narcomordidas? ¿habla de México, o habla de otros países?

Mullor García señaló: ``Yo he sido extremadamente explícito, usted es periodista y ha leído los periódicos. Llevo tres meses aquí y he leído de jefes militares que están en la cárcel, y no son los únicos. Yo no digo medias verdades, pero no me meto tampoco en lo que no me importa y hablo sólo de lo que sé.

¿Pero qué es lo que sabe?, insistió el reportero, a lo que Mullor García respondió: ``Pues sé que están acusando a la Iglesia sobre una hipótesis generalizada, y sé que hay muchas cosas porque tengo los ojos abiertos, pero yo no vengo aquí..., yo no soy el procurador general de la República, pero vayan ustedes a ver lo que hay en la PGR, basta imaginarlo''.

¿Narcomordida?, preguntó su interlocutor, a lo que el nuncio respondió: ``Yo le llamo así porque otros han hablado de narcolimosnas. Entonces para divertirme hablo de esto, pero no solamente hablo de México, sino del mundo entero''.

No soy yo quien habla de corrupción, sino las autoridades

El prelado puntualizó que no es él quien habla de la corrupción, sino los gobernadores, secretarios de Estado y hasta el Presidente de la República. ``No es posible que ustedes que escriben en los periódicos no los lean''.

Asimismo, señaló que quien acusa a la Iglesia debe probar que ésta recibe dinero del narcotráfico, pues es absurdo que se acuse a un inocente, y sea éste quien tenga que demostrar su inocencia.

Por otro lado, indicó que ningún narcotraficante poderoso se ha acercado a él como en su momento los Arellano Félix acudieron con Girolamo Prigione, quien le antecedió en la representación papal en nuestro país.

Aseveró: ``no he tenido ninguna experiencia de ese tipo y no creo que haya motivos para tenerla, pero para ver a cualquier persona, de cualquier tipo que sea, yo siempre he dicho que iría hasta las puertas del infierno por encontrar a un ser necesitado de mi ayuda sacerdotal, sin embargo, nadie me ha llamado hasta las puertas del infierno todavía''.