La Jornada 8 de octubre de 1997

Preocupa a la SRE que los migrantes intenten cruzar por zonas de alto riesgo

Suman 6 los grupos de protección a indocumentados en la frontera norte

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 7 de octubre Ť El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sandy Berger, dijo estar ``muy perturbado'' por informes que indican que más de 100 personas, entre ellas varios ciudadanos estadunidenses, han sido ``desaparecidas'' en la zona fronteriza por elementos de la seguridad pública mexicana, y por quejas de que las autoridades de ambos países no han hecho mucho para enfrentar esa situación.

The New York Times informó este martes que 90 personas, entre ellas ocho estadunidenses, han desaparecido sólo en Ciudad Juárez, y que es posible que ``cientos'' más hayan sido ``secuestradas'' por fuerzas de la seguridad pública mexicana en Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua.

El periódico cita evidencia que indicaría que elementos de la policía y las fuerzas armadas están involucrados, y agrega que ni funcionarios mexicanos ni de los consulados estadunidenses han investigado esos casos en forma seria y amplia. En Chihuahua, afirma, las autoridades estatales tienen una lista de 100 personas desaparecidas en lo que va de este año.

``Nunca hemos negado, como tampoco el presidente (Ernesto) Zedillo, el hecho de que México tiene un problema de drogas mortalmente serio, el cual está corroyendo sus instituciones como un cáncer'', dijo Berger, al comentar la nota del The New York Times. ``La discusión que se da en este país es sobre si deberíamos cooperar o no con México para intentar manejar ese fenómeno''. Argumentó que aunque hay problemas serios que están ``corrompiendo muchas de las instituciones de México'', la única forma de avanzar es mediante la cooperación.

El diario neoyorquino describió el panorama de una escalada de ``guerra sucia'' entre narcotraficantes a lo largo de la frontera. ``La evidencia en algunos casos sugiere que las víctimas fueron arrestadas y abatidas por agentes de policía o soldados mexicanos contratados por traficantes'', se indica en la nota firmada por Sam Dillon y que aparece en la primera plana.

En otros casos, agrega el rotativo, se descubrió que las víctimas fueron detenidas el año pasado por agentes antinarcóticos del ex Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), ``después de lo cual fueron desaparecidas''. Varios familiares suponen que fueron trasladadas por la DEA a Estados Unidos, aunque esa agencia calificó la versión de ``absurda''.

``Simplemente no hay un paralelo de lo que ocurre en los estados norteños de México'', comentó Morris Tidball Binz, director de los programas sobre América Latina de Amnistía Internacional, al diario. ``Estamos viendo desapariciones como las ocurridas en los 70, y el número de casos reportados se ha incrementado durante el último año y medio''. Añadió que ``la persona desaparece y, aunque la policía o los militares son responsables, hay una negativa absoluta de las autoridades''.

El rotativo cita diversos informes sobre cuánta gente ha sido desaparecida, desde la lista oficial chihuahuense de 100 personas este año, otra de 50 compilada por familiares, hasta el reportaje de un periódico local de Ciudad Juárez sobre 56 casos. The New York Times sugiere que las autoridades de ambos países han mostrado poco interés en investigar esos hechos, en parte porque la mayoría de las víctimas estarían involucradas en el narcotráfico.

Francisco Hernández Vázquez, abogado de 72 años designado a principios de año por la PGR para investigar esos casos, declaró al diario neoyorquino que ``hay señales'' del involucramiento de personas armadas que se creen podrían estar vinculadas con la policía. ``No hay nada que compruebe que las desapariciones reflejan una política del Estado mexicano. Sólo parecen reflejar las acciones de ciertos grupos policiacos''.

La afirmación de que la administración Clinton también ha tenido un ``ojo ciego'' hacia esas desapariciones provocaron una airada respuesta del secretario Asistente de Estado para Asuntos Interamericanos, Jeffrey Davidow. ``Estados Unidos está completamente comprometido con la protección de sus ciudadanos ante abusos en Estados Unidos y en cualquier otra parte'', declaró a la prensa.