Perecen 17 en otro ataque de las FARC; convoca Samper a reunión militar
Reuter, Dpa, Afp y Efe, Santafé de Bogotá, 4 de octubre Ť La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) emboscó este sábado a una patrulla en el Meta, con saldo de 17 muertos y cuatro heridos graves, en tanto que el presidente Ernesto Samper afirmó que no se puede ceder ante quienes quieren intimidar al país.
El ataque de las FARC ocurrió en una zona rural del municipio de San Juan de Arama, en la misma región en donde ayer un grupo paramilitar de ultraderecha atacó a una comisión judicial y causó 11 muertos y 16 heridos.
De este modo, se intensificó la espiral de violencia impulsada por las guerrillas y los paramilitares.
Ante este panorama, el mandatario colombiano convocó para el próximo lunes a una reunión militar extraordinaria con el ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, y los altos mandos militares y de la policía, a fin de analizar la nueva escalada de violencia, que en menos de 24 horas ha cobrado 28 muertos y una veintena de heridos.
El ministro del Interior, Carlos Holmes Trujillo, anunció que el gobierno del presidente Samper ha puesto en marcha ``medidas'' para contrarrestar esta ofensiva, sin entrar en detalles.
No obstante, dijo que era ``francamente atroz'' este tipo de ataques contra todas las instituciones y una muestra de que la guerrilla busca atentar contra el patrimonio institucional de la nación.
Un portavoz policial informó que una columna de las FARC atacó --en el área de San Juan de Arama, en la región del Meta-- una patrulla formada por dos oficiales, un suboficial y 18 agentes, con el resultado referido de 17 muertos y cuatro heridos muy graves.
Estos últimos fueron trasladados en helicóptero a hospitales en las ciudades de Villavicencio y Bogotá.
La patrulla atacada realizaba labores de control y vigilancia en la zona cuando fue sorprendida, ya que los rebeldes hicieron detonar cargas de dinamita al paso de los efectivos policiales, a los que a continuación atacaron y ultimaron con ráfagas de fusil y ametralladora.
Entre las víctimas de los guerrilleros figuran los dos oficiales que dirigían la patrulla, un suboficial y 14 agentes.
Un alto funcionario de la Fiscalía de la Nación, Pablo González, confirmó por su parte que el ataque del pasado viernes contra una comisión judicial en San Carlos de Guaroa, en el que murieron 11 personas y otras 16 resultaron heridas, fue obra de un grupo paramilitar.
En este caso, entre las víctimas figuran siete miembros de la Fiscalía de la Nación y un mayor del ejército.
Confirmó también que la emboscada de los paramilitares de ultraderecha, que se disputan una vasta zona del Meta con los rebeldes de las FARC, se registró cuando la comisión judicial regresaba de haber cumplido un proceso de expropiación de una hacienda perteneciente a un traficante de drogas, de acuerdo con las nuevas leyes en la materia.
Sin embargo, las autoridades colombianas no condenaron expresamente a los paramilitares por el referido ataque, sino que en general su encono se dirigió sólo a las rebeldes FARC.
Así, el ministro Echeverri afirmó que los ataques de la guerrilla responden a una ``actitud desesperada'' y que pretenden mostrar un poder que no tienen.
Por su parte, Samper insistió en que por ahora estaba descartada la adopción de medidas de emergencia.
Afirmó el mandatario que descartaba el estado de conmoción interior, no porque las circunstancias no sean graves, sino porque subrayó que las medidas que se están tomando ya caben en el uso de las facultades ordinarias.
Reiteró también su convicción de que las elecciones regionales del 26 de octubre no están en riesgo, aunque acotó que su gobierno ha decidido a partir de este fin de semana desplegar acciones de presencia militar en las regiones críticas por la numerosa presencia de grupos rebeldes.
Acotó que ha dado instrucciones a los titulares de Defensa y la Policía para que persigan a los rebeldes que atacaron a las patrullas policiales.
Por lo demás, Samper dijo que había indignación en el país por los hechos de violencia ocurridos últimamente, y que la paciencia se estaba agotando.
Aseveró el gobernante que ahora pareciera que la insurgencia le tiene miedo a la paz, a la democracia y a la justicia, y reprochó a los alzados en armas que no hayan respondido a su oferta de paz.
Pese a todo, el mandatario colombiano dijo que sabrá mantener el orden acorde con la Constitución.
Pero el director de la Policía Nacional, general Rosso José Serrano, abogó la noche del sábado porque se declare el estado de conmoción interior para poder combatir con éxito a los guerrilleros.
Apuntó que esa medida debe ser apoyada por el gobierno y todos los colombianos, y pidió que los grupos de derechos humanos denuncien los métodos utilizados por las guerrillas en estos ataques contra fuerzas de la policía y del ejército.
Más atentados dinamiteros
Este día se registraron también una serie de tres atentados dinamiteros en Cali, en sedes políticas y una oficina electoral, sin causar víctimas.
A la par, el oleoducto Caño Limón-Coveñas sufrió un nuevo ataque con explosivos, el segundo en los últimos siete días, en una acción que fue atribuida al Ejército de Liberación Nacional.
En tanto que la Fiscalía General insistió en su fórmula de llamar a declarar a los principales líderes de las FARC dentro de un nuevo proceso en su contra, el defensor del pueblo, Fernando Castro, manifestó que la guerra interna que vive desde hace años el país está afectando seriamente la vida y los derechos de comunidades campesinas e indígenas.
En otro ámbito, mientras Venezuela anunciaba la movilización de tropas en su frontera con Colombia, en Zulia, para evitar que guerrilleros del vecino país penetren a su territorio, en Panamá un grupo de ex militares de esa nación se ofrecieron para combatir a guerrilleros y paramilitares colombianos que operan en la provincia de Darién, limítrofe con Colombia.