La Jornada 28 de septiembre de 1997

La culpa de Raúl Salinas en el caso Ruiz Massieu, ``probada'': PGR

Juan Manuel Venegas Ť Tenemos suficientes elementos de convicción para ratificar y sostener jurídicamente que Raúl Salinas de Gortari es el autor intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu. ``Esa es nuestra convicción'', dice una y otra vez el subprocurador general de la República, José Luis Ramos Rivera, y explica en entrevista con La Jornada cada una de las evidencias con las que cuenta para asegurar, de igual forma, que Mario Ruiz Massieu desvió la investigación inicial para encubrir al hermano del ex presidente.

Esas pruebas demuestran que los coautores del crimen señalaron, desde el inicio de las pesquisas, que Salinas era el culpable, por lo que los pagos que recibieron posteriormente (durante la gestión de Pablo Chapa Bezanilla) no alteran sus declaraciones que para la PGR son convincentes: Raúl Salinas mandó asesinar a José Francisco.

A tres años del homicidio del entonces secretario general del PRI, el juicio contra el presunto autor intelectual se encuentra en la etapa final y se espera que antes de que termine el año concluya el periodo de presentación y desahogo de pruebas.

En este contexto, el subprocurador de Coordinación General y Desarrollo de la PGR considera que las 87 pruebas testimoniales y documentales que en los últimos meses ha ofrecido dentro del proceso ``han servido para robustecer el dicho de testigos clave'' que imputan a Salinas la responsabilidad del crimen en Lafragua.

Ahora bien -aclara Ramos Rivera-, ``nosotros hemos aportado las pruebas que creemos necesarias para sustentar la acusación contra el ingeniero Salinas, pero lo que vaya a resultar de este proceso corresponde determinarlo al juez. La PGR tiene una convicción y el juez resolverá en una sentencia''.

En su oficina, donde se desarrolla la entrevista, Ramos Rivera asume el tema con evidente tranquilidad, rechaza hacer comentarios o especulaciones sobre aspectos que rodean el caso Ruiz Massieu y de los cuales aún no tiene pruebas ni investigaciones concluidas, como son el pago a testigos o la actuación de su inmediato antecesor, Pablo Chapa Bezanilla.

``En estos momentos, cualquier cosa que yo pudiera decir sobre esos temas serían juicios precipitados, y no puedo emitir juicios de valor que me rebasan'', hasta tanto concluyan las pesquisas, advierte.

De su encargo en la PGR como responsable del caso Ruiz Massieu, dice que lo asume con ``un enorme honor'', aunque ``como a cualquier abogado me hubiera gustado iniciar el procedimiento y no llegar a la última etapa, como me ha tocado en suerte''.

Sin embargo, se niega rotundamente a hacer ``más especulaciones sobre el pasado. No es momento para ello, estamos en la etapa final, y hay que ver las realidades, y hay que partir de lo que actualmente existe''.

Los elementos de convicción

Todas las pruebas adicionales que se han ofrecido como parte del juicio contra Salinas, dice, ``han servido para robustecer y sustentar el dicho de testigos clave, muy vinculados al ingeniero Salinas, y que si bien han sido cuestionados públicamente, su entorno personal los colocaba en una posición de privilegio para enterarse de algunas cosas''.

Entre esos testigos se encuentran ``una compañera sentimental del ingeniero (María Bernal Romero) y su jefe de escoltas (teniente coronel Antonio Chávez Ramírez)... es decir, personas muy cercanas que pudieron darse cuenta de lo que ocurría y cuyos testimonios, para nosotros, son creíbles y factibles''.

Cabe recordar que Bernal ha declarado ante el Ministerio Público y ante el juez que el propio Raúl Salinas le confió que mataría a Ruiz Massieu; en cuanto a Chávez Ramírez, reconoció haber ayudado a Salinas a ocultar el ya famoso jetta blanco en que Manuel Muñoz Rocha habría llegado a la casa de Raúl.

Además de esos testimonios, la PGR cuenta también con lo dicho por Fernando Rodríguez González, quien asegura que Salinas de Gortari ordenó y financió el complot para asesinar al secretario general del PRI.

Bernal Romero y Rodríguez González recibieron algunos beneficios por parte de la PGR durante la gestión de Antonio Lozano Gracia y su fiscal Pablo Chapa Bezanilla. Según lo que ha trascendido de estas investigaciones, en el caso concreto de Fernando, recibió 500 mil dólares a cuenta de la procuraduría.

Pero Ramos Rivera considera que ese pago no altera la verdad histórica de los hechos, toda vez que antes de recibir esa cantidad, Rodríguez ya había acusado a Salinas.

``La imputación contra el ingeniero Salinas ocurrió a los pocos días'' de la muerte del ex gobernador de Guerrero y cuando el encargado de las pesquisas era Mario Ruiz Massieu, subraya el subprocurador y advierte:

``Independientemente de que estos pagos se hayan efectuado e independientemente de que sean legales o no, su repercusión o trascendencia en el ánimo de los testigos para conducirse con verdad, desde nuestro punto de vista no se ve alterada. Es decir, los testigos, independientemente de que hubieran recibido un pago, dijeron la verdad. Esa es nuestra convicción y creo que lo hemos acreditado suficientemente en el proceso penal''.

Han sido públicas --agrega-- las versiones encontradas de los testigos, tanto de la defensa como del Ministerio Público, ``y es obvio que este caso está muy manipulado, muy interpretado y muy desviado en las investigaciones iniciales. Es un caso muy difícil y complejo. Pero para nosotros existen pruebas suficientes que sustentan la autoría intelectual de Salinas de Gortari''.

Ramos Rivera explica las pruebas una por una: ``tenemos la grabación con la declaración de Jorge Rodríguez González (hermano de Fernando), en donde claramente señala la responsabilidad de Salinas; sin embargo, cuando se toma su declaración ministerial, en ella no aparece la mención al ingeniero''.

Además de ello, ``contamos con el testimonio del doctor Manuel Espinosa Milo y de su esposa, quienes desde un principio mencionaron a Salinas, pero su declaración no fue asentada por el personal que estaba a cargo de Mario Ruiz Massieu.

``Ellos aseguran, afirman que señalaron a Salinas y que, por una razón que desconocen, fue eliminada de su declaración ministerial''.

Ramos Rivera suma otro ``elemento de convicción'': la declaración de Susana Paszcka, actualmente funcionaria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación asignada a un tribunal colegiado, la que en octubre de 1994 era defensora de oficio del acusado Fernando Rodríguez González.

``Ella visitó a Fernando Rodríguez, quien le confesó que el autor intelectual era Raúl Salinas, pero le pidió que esto no trascendiera porque tenía temor por la familia. !Esta es una declaración de una funcionaria del poder judicial!''.

El encubrimiento de Mario

Otro de los elementos de convicción que tiene Ramos Rivera para sostener el proceso contra Raúl Salinas es la actuación del ex subprocurador de la República, Mario Ruiz Massieu, primer encargado de las pesquisas por el homicidio de su hermano.

Ruiz Massieu ``le solicitó al Presidente (Carlos Salinas de Gortari) tomar la declaración de su hermano Raúl, pero resulta que en el expediente no había una sola mención a esta declaración''.

Para Ramos Rivera, ``el nombre de Salinas apareció desde un principio (en los testimonios de Jorge Rodríguez y los Espinosa Milo), pero fue retirado por Mario Ruiz Massieu. Esta es una afirmación que puede ser muy delicada, pero existen pruebas de ello''.

Tanto es así que ``pidió al Presidente autorización para interrogar'' a Raúl. Al paso del tiempo, Mario Ruiz Massieu ha dicho que basó su petición en las publicaciones en la prensa, ``pero me parece absurdo que por unas notas informativas haya hecho un requerimiento así al Presidente de la República''.

Finalmente, ``debo decir que la declaración que Ruiz Massieu le tomó a Salinas es una declaración de no más de 10 líneas y no le formuló una sola pregunta, mientras que todos los demás habían declarado durante horas... !Es una situación por demás extraña!'' y que para la PGR es ``un elemento más de prueba'' en contra de Raúl Salinas.