La Jornada jueves 25 de septiembre de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Los duros y los dinosaurios son los grandes ganadores en el nuevo comité nacional del PRI, con lo cual se extinguen las pocas expectativas de cambio democrático que de alguna manera habría generado el discurso de Mariano Palacios Alcocer.

A pesar del desastre electoral del 6 de julio, de los graves extravíos en la conducción de los grupos camarales, y del surgimiento de grupos de crítica interna, el PRI prefirió nombrar en su cúpula a representantes conspícuos de la intolerancia y el atraso políticos, enviando así un mensaje a la sociedad en general, y a los priístas en particular, de que los vientos de cambio no alcanzan a filtrarse por entre las ruinas del tricolor.

El perfil y el significado político de los nombramientos hechos ayer por Mariano Palacios, muestran así que la conducción priísta se ha entregado a los segmentos ríspidos de ese partido, con lo cual es previsible una continuidad aterciopelada del roquismo, es decir, una elaboración teórica y discursiva elegante pero, en los hechos, los mismos vicios.

Aun cuando el anuncio de ayer no fue hecho por Leonardo Rodríguez Alcaine (lo cual privó al mentalmente senecto líder desgüerizado de la oportunidad de pedirle más hermanas al gremio periodístico), la integración del nuevo comité nacional priísta es digna de la figura del muy distinguido líder cetemista: roquistas en desgracia, negociadores descalificados, el manejador de los dineros con Bartlett, dinosaurios de museo, y la versión no confirmada de un increíble cuñadismo.

El dúo dinámico

La primera nota llamativa es la confirmación de Héctor Hugo Olivares Ventura y de Artemio Iglesias Miramontes en los dos principales cargos del comité, como son las secretarías de Elecciones y de Operación y Acción Política.

Una versión ampliamente difundida en el entorno de Palacios Alcocer asegura que se trata de una maniobra para endosarle las eventuales derrotas electorales venideras de Jalisco, Veracruz y Tabasco a la pareja que controló el PRI durante la gestión de Humberto Roque, como si al rosario de penas del citado dúo fuera posible agraviarlo agregándole algunas más.

Otras versiones aseguran que Palacios se ha reservado para más delante la designación de sus verdaderos cuadros en los cargos estelares que hoy ha dejado a resguardo con Olivares e Iglesias, salvando así el queretano el presente momento de presiones y exigencias.

Cualquiera que fuese la verdadera intención de Palacios Alcocer, lo cierto es que su primera decisión ha sido la de ratificar a los dos personajes que, además de Rosario Guerra, acapararon críticas y rechazo durante el roquismo.

Bernal, en la lista de Tamaulipas

La figura de Marco Antonio Bernal es altamente polémica, tanto por su desempeño al frente de la comisión gubernamental negociadora con los zapatistas como por su perfil político general. La designación de Bernal en el PRI confirma el aprecio que en la cúpula del poder se tiene por su desempeño y por sus deberes bien cumplidos. Además, en esa misma coincidencia y entendimiento, se le coloca abiertamente en la lista de aspirantes al gobierno de Tamaulipas, que deberá elegirse el año venidero.

Bernal, a cargo de la Secretaría de Programa de Acción y Gestión Social, podría comenzar sus tareas recogiendo las demandas incumplidas de ciudadanos chiapanecos, como ayer se comentaba con ironía en ámbitos priístas.

La mano de Bartlett

El nombramiento del diputado federal poblano José Luis Flores como secretario de Administración y Finanzas es evidentemente resultado de una alianza con el poderoso jefe del sindicato de gobernadores duros, Manuel Bartlett. Antes de ocupar una curul en San Lázaro, Flores era el secretario de Finanzas del gobierno poblano. Ayer mismo había quienes se preguntaban si ahora el PRI dependerá económicamente del bartlettismo.

En las secretarías regionales se incorporó al senador Sami David David, y se mantuvo a viejos cuadros con muy precisa especialización en la acción electoral, como son de manera destacada Carlos Armando Biebrich y, emblemática y legendariamente, Manuel Garza González.

Otros nombramientos: como secretario adjunto a la presidencia reapareció Guillermo Fonseca Alvarez, ex gobernador potosino con una larga carrera partidista; Sergio Arturo Venegas ha sido desde Querétaro el encargado de prensa de Palacios; otro senador, Eduardo Andrade, llegó a la Coordinación de Asuntos Jurídicos, y el diputado federal Angel Aceves Saucedo queda en una volátil asesoría adjunta.

Por otra parte, destaca de entre el conjunto de designaciones la de Enrique González González como coordinador de giras. Diversas menciones, tanto periodísticas como personales, aseguran que es cuñado de Mariano Palacios Alcocer. Siendo de tal dimensión el presunto yerro, esta columna buscó alguna confirmación sobre el asunto en las oficinas del propio González González, del jefe de prensa del PRI, Venegas, y del propio Palacios Alcocer, pero en ningún caso se tuvo respuesta.

Astillas: Alicia López de la Torre, Germán Sierra y Eloy Cantú, tres senadores integrantes del llamado Grupo Galileo, recibieron oportunísimas invitaciones que no aceptaron: a los dos primeros, quienes el 1o. de noviembre dejarán de ocupar su escaño, se les ha ofrecido que dejen el Senado de la República desde ahora (y desde luego al Grupo Galileo) para encargarse de sendas delegaciones de oficinas federales; a Cantú, por su parte, se le invitó a participar en una secretaría del Comité Ejecutivo Nacional priísta... Para entender los criterios que se usan en el estado de Durango en la defensa de los derechos humanos, conviene saber que Roberto Montenegro, quien fue jefe de la Policía Judicial de ese estado, es asesor de la comisión estatal del ramo, y que Miguel de Jesús Hernández Flores, quien fue subdirector del centro penitenciario de la capital estatal, también estuvo en la citada comisión, como visitador, hasta su reinserción al campo carcelario en la ciudad de Gómez Palacio... El virtual acuerdo de los diputados federales para crear una comisión que investigue la privatización de los ferrocarriles, y la violación de los derechos laborales de los trabajadores de esa empresa, es un triunfo de quienes se mantuvieron activos y esperanzados a pesar del apabullante peso en contra del aparato empresarial y del charrismo sindical. Además de la investigación oficial, los diputados llamarán a comparecer a los secretarios de Comunicaciones, Carlos Ruiz Sacristán, y del Trabajo, Javier Bonilla, para que expliquen lo que a sus despachos corresponde de los problemas de los ferrocarrileros...