Dirigentes capitalinos del sol azteca censuran prácticas clientelares
Alonso Urrutia, enviado, Oaxtepec, Mor., 20 de septiembre Ť Entre críticas a la adopción de prácticas corporativas y clientelares asociadas con el PRI, censuras a la utilización de las corrientes más como grupos de poder que como instancias de identidad ideológica, y la exigencia de replantear la relación entre el partido y la sociedad para abrir más cauces a la participación ciudadana, comenzaron aquí los trabajos del Encuentro de dirigentes del PRD capitalino.
En el discurso inaugural, el presidente del partido, Armando Quintero, definió al PRD como una instancia que ``fue concebida para promover la organización de la sociedad, sin corporativismo y sin clientelismo, ya que estas lacras de la política autoritaria del régimen de partido de Estado castran la voluntad individual y corrompen la conciencia de los ciudadanos; por ello, en el PRD estamos obligados a citar y castigar prácticas en ese sentido''.
Enfatizó en que con la victoria alcanzada el 6 de julio, el PRD se convirtió en la fuerza de izquierda más importante de la historia. Definió al perredismo como un ``partido de izquierda con un abierto y arraigado compromiso social''.
Sin embargo, dijo que debe ubicarse como un instituto plural, democrático, multisectorial y abierto a la sociedad, que lo distinga nítidamente del PRI y el PAN. Advirtió que el PRD debe consolidarse como un organismo estable en donde no nos confronte o divida la maniobra administrativa ni la iniquidad en el uso de recursos, para dar paso a debates ideológicos.
La intervención del dirigente fue aplaudida cuando criticó a las corrientes y al corporativismo. Desde el fondo del auditorio donde se realizó la inauguración y las conferencias magistrales, se alcanzó a escuchar: ``¡Fuera la mano que mece la cuna!''.
Fuertes críticas
La mesa más concurrida de las cuatro que se instalaron aquí fue la de la relación partido y sociedad. Hubo un largo debate sobre el papel de las organizaciones sociales en el futuro del partido. Posturas reivindicadoras de la importancia del movimiento urbano se contrapuso a las fuertes críticas contra la utilización corporativa y clientelar al interior del partido, agrupadas en forma de corrientes de opinión.
Al participar en esa mesa, Carlos Imaz lanzó una dura crítica a las corrientes: no son instancias que se agrupen para exponer su posición o diferencias respecto de los problemas sociales, sino para exigir cuotas de puestos al interior del partido. Si el PRD no advierte que debe cambiar esa relación con la organización social, su vínculo con la sociedad puede morirse de anemia''.
De su lado, Francisco González advirtió que en el fondo lo que el PRD debe impulsar no es un mero cambio de partidos en el gobierno, sino una transformación cultural que ponga fin a las prácticas políticas que ha impuesto el PRI.
Replanteamiento
Al hacer un balance sobre los trabajos de la mesa, el diputado Demetrio Sodi de la Tijera dijo que se dio un debate importante sobre el replanteamiento que debe hacer el PRD en su relación con las organizaciones sociales, de tal manera que pueda acercarse a ellas respetando su autonomía, pero estableciendo un vínculo con sus conciencias. De otro modo, sólo se reproducirían prácticas clientelares que se han censurado.
Dijo que en el PRD hay conciencia de que la relación con la sociedad debe cambiar, hay un buen diagnóstico sobre el papel del partido en el impulso de la participación social; lo importante es alcanzar el objetivo sin que ello signifique minimizar el papel que han jugado las organizaciones urbanas.
En otras de las mesas se abordó la problemática de la nueva relación del gobierno y el PRD. José Zamarripa dijo que el PRD incurriría en un error si piensa que por haber ganado las elecciones obtuvo también el poder.
Durante los trabajos de la mesa sobre la agenda legislativa se insistió en la necesidad de que el PRD legisle con un mayor sentido social. En esa mesa, Iván García Solís habló sobre la prioridad que debe tener para el partido la aprobación del Estatuto de Gobierno y las características que debe tener para lograr una mayor apertura democrática.
Por su parte, Martí Batres habló sobre el trabajo legislativo en la nueva etapa en la que el PRD ya no es un grupo parlamentario más, sino una fuerza política mayoritaria en la ciudad; lo que ahí suceda siempre será interpretado como responsabilidad nuestra.
La última mesa abordó la problemática sobre la organización del PRD a partir de su nuevo momento político. Se plantearon alternativas para consolidar territorialmente la estructura del PRD a partir de los comités seccionales o de base, entre otros.
El encuentro de dirigentes del PRD-DF concluirá hoy al mediodía cuando se aprueben los resolutivos de las mesas de trabajo y de los cuales se espera, surjan lineamientos generales para la conducción del PRD en la nueva etapa de partido en el gobierno.
La transición, en riesgo
Ricardo Pascoe, miembro de la Comisión de Enlace del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, aseveró que el plazo tan prolongado entre la elección y la toma de posesión del próximo gobernante ha comenzado a generar un vacío de poder que tiene su expresión más clara en la violencia que vive la ciudad. Advirtió que si el vacío se desborda puede generar una crisis que pueda poner en riesgo la transición en el Distrito Federal y, por ende, en el país.
Al presentar su conferencia magistral, Pascoe subrayó que, en este contexto, el PRD no puede añadir nuevos elementos a la crisis de institucionalidad que amenaza la ciudad y llamó a los diputados locales de la Asamblea Legislativa a poner fin a su confrontación en busca de cargos.
En tanto, el catedrático Enrique Semo habló de los retos de la izquierda en el nuevo escenario en que se dispone a gobernar; dijo que si bien el PRD no representa a todo el espectro de la izquierda en México, sí es un ala cuyo peso y nueva situación la obliga a ser un eje que cohesione al conjunto de sectores que lo apoyan.
Aseveró que la tarea fundamental del PRD, más allá de la legitima lucha por la presidencia de la República en el año 2000, no es sólo consolidarse electoralmente, sino desatar un proceso de transformación en las conciencias de la sociedad para que se identifiquen con la reivindicación central e histórica de la izquierda: el fin de los privilegios.
Al inaugurarse los trabajos del encuentro, Pascoe --actual secretario de Relaciones Internacionales del CEN del PRD-- realizó un amplio balance del proceso de transición, tanto en lo que corresponde a la responsabilidad del Ejecutivo, como la propia del PRD en tanto mayoría en la Asamblea Legislativa y en vísperas de gobernar.
En este ultimo punto, lanzó una fuerte crítica a la disputa que existe al interior de la fracción perredista. ``Lo que no puede ser es que el PRD contribuya al vacío de poder y, por tanto, a la crisis de institucionalidad''.
Son preocupantes --dijo-- los aparentes conflictos internos en torno a la designación de comisiones; ``da la impresión de que no se ha asimilado aún la elección de que la gente apoyó un ejercicio de poder abierto y no el traslado de cotos de poder de unos a otros''.