Se erosionó el salario mínimo 73.87% en 21 años, indica el IIE
Fabiola Martínez Ť De cumplirse la meta inflacionaria para 1997 (15 por ciento), en los últimos 21 años el salario mínimo habrá acumulado una pérdida de 73.87 por ciento de su poder adquisitivo real, señaló el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.
De 1976 a la fecha, la capacidad de compra de los trabajadores no ha registrado recuperación real; el promedio anual del deterioro ha sido de tres puntos, indicó.
Alrededor de 10 por ciento de la población económicamente activa (calculada en 26 millones de personas) recibe el salario mínimo -26.4 pesos diarios- y, en la actualidad, la mayoría de los asalariados gana menos de la mitad de lo que percibía hace diez años, agrega el estudio.
Al respecto, el especialista en economía laboral Gerardo González Chávez consideró que aunque las cifras oficiales muestran un mayor dinamismo económico, no hay recuperación del salario real y la incorporación de más trabajadores a la actividad productiva no equivale al mejoramiento de su nivel de vida.
Explicó que el deterioro continuará, con inflación alta o baja, si se mantiene una política laboral que dé prioridad al control de los indicadores macroeconómicos a costa de los salarios.
El salario real depende de su forma relativa, es decir, de la cantidad de mercancías que se adquieran en un periodo con respecto al otro, dijo.
El investigador de la UNAM agrega que los resultados positivos en la macroeconomía dejan en segundo término el objetivo social que se había propuesto el gobierno federal, cuando en medio de la crisis de 1995 se pidió el sacrificio de la población, porque la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores se deja al largo plazo.
Reconoce que aunque se ha reducido la tasa del desempleo, la economía no genera los nuevos puestos de trabajo que se necesitan anualmente (750 mil) y, en cambio, los empleos generados tienen como fundamento, a través de la contención salarial, el sacrificio de los asalariados.
``No es suficiente alcanzar índices inflacionarios menores o de un dígito si los aumentos salariales no son similares a la evolución de los precios, porque en este caso el poder adquisitivo seguirá en picada'', indicó.
González Chávez consideró que la política económica aplicada actualmente ha sido contraria a los objetivos de mejoría social planteados por el gobierno federal, mientras que la situación se torna más preocupante cuando la pérdida del poder adquisitivo afecta el consumo de alimentos indispensables para la población.
Por eso, agregó, resulta necesario modificar la política económica que ha creado un polo extremadamente depauperado e impulsar un programa que fomente la producción y el consumo a través del mejoramiento del salario que permita la reactivación del mercado interno.