La Jornada 15 de septiembre de 1997

Exige al gobierno cesar militarización y cumplir acuerdos de San Andrés

Martha García y Matilde Pérez Ť El Congreso Nacional Indígena (CNI) exigió al presidente Ernesto Zedillo, en tanto comandante en jefe de las fuerzas armadas, que ordene al Ejército Mexicano regrese a sus cuarteles y que el diálogo sea el instrumento único para salvaguardar la paz.

En el mensaje de apertura de su segunda asamblea nacional, que contó con la presencia de la comisión política del EZLN, integrada por mil 111 zapatistas, el CNI lamentó la sinrazón del gobierno y su intolerancia que impiden la democracia que desean los pueblos indios. Por eso insistió en demandar el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y el reconocimiento constitucional de los derechos indígenas conforme a la iniciativa formulada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

En la zona arqueológica de Cuicuilco, al sur de la ciudad, el purépecha de Michoacán Juan Chávez dijo a su vez que el CNI ``hace suyas las demandas del EZLN'' y en tanto espacio civil ``y pacífico de encuentro de todos los indios de México, continuaremos impulsando el reconocimiento de los pueblos indígenas hasta lograr una paz con justicia y dignidad. Y añadió que con el Ejército Zapatista son una sola fuerza nacional.

Apuntó que la asamblea del CNI, la cual continúa hoy, busca ``sentar las bases para la reconstrucción de los pueblos indios a partir del ejercicio de nuestro derecho a la libre autodeterminación y autonomía''.

En presencia de purépechas, nahuas, zapotecos, tzotziles, yaquis, mayos, huicholes, entre los 6 mil delegados indígenas, Chávez señaló que los pueblos indígenas construyen una nueva historia junto con la sociedad civil, ya cansados de reclamar sus derechos.

A su arribo al centro ceremonial de Cuicuilco, en lo que es su tercera aparición pública en la capital del país, los mil 111 zapatistas fueron recibidos por los marakames y wirrárikas (huicholes), intercambiaron bastones de mando y unieron las banderas nacional y zapatista. Presididos por los chamanes huicholes, el contingente rebelde se dirigió a la pirámide circular al centro de la zona arqueológica y sólo Omar, Hugo, Karina, Carlos, Isaac, Ovet, Claribed y Brower, de la comisión política, subieron para presidir el acto, en tanto los wirrárica realizaban su ritual del sol y del fuego como muestra de que los indígenas ``no los han desaparecido y que la madre tierra es de todos'', explicó más tarde el huichol Martín López Carrillo.

Al concluir la inauguración de la segunda asamblea del CNI, los zapatistas recibieron todo tipo de apoyos y consignas de los espectadores. Los concheros les ofrecieron una danza, mientras los indígenas y no indígenas presentes les reiteraron en voz alta que ``no están solos'', hasta que los rebeldes abordaron sus autobuses.

Más tarde se instalaron las mesas de la reunión indígena en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, atrás de Cuicuilco, en las que los rebeldes se ausentaron tras disculparse por el cansancio acumulado desde el día nueve pasado cuando salieron de Chiapas rumbo a la ciudad de México.