Abierta confrontación entre el coordinador perredista y Quintero
Alonso Urrutia y Miriam Posada Ť Aún divididos por la puja interna representada por la distribución de cargos y en abierta confrontación con su dirigencia estatal, el Partido de la Revolución Democrática se estrenó ayer como la nueva mayoría en la Asamblea Legislativa.
Sesión para instalar la nueva Legislatura que sirve de escenario para profundizar las diferencias entre el coordinador perredista en ese órgano, Martí Batres, y el dirigente estatal, Armando Quintero.
Batres advierte: ``La asamblea es autónoma y toma sus decisiones; Quintero tiene sus responsabilidades diferentes al trabajo que realice este órgano colegiado''. Luego define la postura del dirigente ``como la opinión de un militante más del partido''.
El dirigente perredista responde: ``Como dirección del partido, vamos a estar vigilantes de que el PRD esté por encima de las pequeñas diferencias derivadas de ausencias de acuerdos''.
La sesión fue el preámbulo de la formalización del cambio de correlación de fuerzas políticas en la ciudad. Atestiguan la sesión el jefe de gobierno electo, Cuauhtémoc Cárdenas, y el coordinador de la diputación perredista, Porfirio Muñoz Ledo, ubicados en uno de los dos palcos de honor.
Juanto a ellos, compartiendo la charla en la primera fila del palco, el dirigente perredista Armando Quintero; atrás de ellos diputados federales, colaboradores de Cárdenas y el coordinador legislativo de la dirección nacional perredista, Ramón Sosamontes, quien señala que deberá haber ``mucha política para subsanar las diferencias que podrían tomar cauces peligrosos''.
Primera sesión en la que las nuevas minorías, PRI y PAN, reeditan una vieja etapa de camaradería. Carcajadas y bromas de por medio cruzan el pasillo central que los divide; Manuel Aguilera y Miguel Hernández Labastida sobrellevan, relajados, el acto.
``Aquí, estrenando el derecho de impunidad'', se mofa el ex regente, quien luego desliza su primera iniciativa: la creación de una nueva contraloría interna que vigile los manejos financieros de ese cuerpo colegiado. ``No existe'', dice el dirigente del partido que dominó ese órgano desde su origen.
Entre los perredistas, la polémica por la Oficialía Mayor, la Tesorería y la dirección de Comunicación Social continúa, aunque el coordinador perredista dice que va en vías de solucionarse. El grupo de ``los 15'' parece que por fin asimiló la designación de los cargos de Eduardo Cervantes como oficial mayor, César Cordero como tesorero y Rosa Icela Rodríguez como directora de Comunicación Social.
Hoy reanudarán sus discusiones para tratar de alcanzar el acuerdo sobre quiénes presidirán las comisiones que le corresponderán al PRD, y el futuro de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda.
Ayer no había acuerdo ni para el asiento que ocupará cada diputado perredista. Sólo el consenso de los espacios para la oposición ocupados desde ayer sin mayor contratiempo en el resto de las fracciones. El futuro de las curules perredistas está aún por decidirse en una ``democrática'' rifa. Ayer, el asunto se resolvió por orden de aparición.
Poco antes de que la Comisión Instaladora de la pasada asamblea cumpliera su cometido, Batres responde a las ``recomendaciones'' de su dirigente: ``Sencillamente tomaremos nuestras decisiones independientemente de las opiniones que tenga Quintero como presidente del partido. Los puntos de vista de cualquier militante en la capital los tenemos que escuchar, pero nosotros vamos a tomar nuestras propias decisiones''.
--¿Esto no los pone en evidencia?
--No, la sociedad quiere que decidamos de manera autónoma.
--¿Cómo se podría ver la opinión de Quintero?
--Como la de cualquier otro militante.
``Militante-presidente'', enfatiza Quintero, quien insiste en que el PRD no permitirá cacicazgos. Desestimó riesgos para la transición, y deslizó que la máxima instancia para decidir la línea política de los perredistas en cualquier órgano es el Consejo Estatal, ``y si hay necesidad será convocado''.
--¿Hasta en el caso de la asamblea?
--Hasta en la asamblea.
Cárdenas prefirió obviar el tema: ``Los compañeros discuten la manera de organizarse mejor y esto no afectará la relación con el Ejecutivo.
--¿Hará un llamado al legislativo?
--No tengo por qué intervenir en lo que no me corresponde.
De igual forma opinó Muñoz Ledo: ``No es mi papel''.