La Jornada 14 de septiembre de 1997

México, bronce en salto sincronizado de 10 metros con Acosta y Pérez

Abril del Río Ť De ser dos simples competidores, Alberto Acosta y Francisco Pérez se convirtieron en los héroes que le dieron al equipo mexicano de clavados la primera medalla, una de bronce que supo a gloria, en la Copa Mundial FINA (Federación Internacional de Natación Amateur), en plataforma de 10 metros sincronizado, prueba que ganaron los chinos Huang Quiang y Li Chengwei, anoche en la Alberca Olímpica Francisco Márquez.

Excepto por Eduardo Rueda y Fernando Platas, quienes hoy compiten en plataforma individual al terminar el certamen, las posibilidades de México prácticamente se habían agotado después de tres días sin nacionales en el podio, con la eliminación que a temprana hora sufrieron María Elena Romero y Marijosé Alcalá, quienes se quedaron desde la primera fase en los puestos 18 y 19, de entre 24 participantes.

La nueva campeona de la Copa FINA es Eryn Bulmer, otra digna representante de Canadá, pues al igual que su compatriota Boileau en la plataforma, se impuso en una justa donde las favoritas fueron las chinas. Será porque el responsable del doble triunfo canadiense es un técnico chino, Hui Tong --hace once años en el equipo de Canadá--, pero Bulmer conjuntó lo refinado de la técnica con un elegante estilo personal. Ganó con total de 333.45 puntos, seguida de la rusa Yulia Pakhalina (333.33) y de la china Shi Lei (326.73).

La escuela china volvió a brillar con Quiang y Chengwei, ambos adolescentes, acaso quinceañeros, quienes derrocharon perfección. Lamentablemente, sus ejecuciones no fueron apreciadas por el público porque veía en ellos a los rivales, así que abuchearon hasta el último clavado, un tres y media vueltas hacia atrás que mereció cinco dieces, la calificación más alta en lo que va de la Copa.

Como sólo se habían inscrito cinco duplas, no hubo necesidad de eliminación y los mexicanos se colocaron automáticamente en la final. Acosta, un clavadista destacado pero que no fue seleccionado para ninguna prueba individual, y Pérez, quien nunca ha ganado ni un campeonato nacional, se colocaron como líderes al terminar las primeras dos de cinco rondas. Realmente no fallaron, pero perdieron fuerza conforme aumentaron los grados de dificultad en las tablas de chinos y alemanes, quienes los superaron.

El dueto asiático arrasó, pues la tabla que les daba la victoria sumaba 355.50. Los alemanes Alexander Gorski y Heiko Meyer no fueron muy superiores, pero con un graduaje mayor hacia el final, que les permitió llegar a 299.46, les arrebataron a los mexicanos la presea de plata y terminaron con 292.08.

No se escuchó el Himno Nacional Mexicano, sino el chino, pero en señal de gloria, en la alberca resonó un Guadalajara.