La Jornada 13 de septiembre de 1997

El diálogo, no las armas, vía a la justicia y la dignidad: Zedillo

Antonio Vázquez S. Ť El presidente Ernesto Zedillo aseguró que los mexicanos queremos un país y un mundo en el que no haya lugar para las armas ni para la violencia. ``Un México y un mundo en el que el diálogo, la conciliación de intereses y el entendimiento sean los medios que permitan satisfacer las legítimas aspiraciones de justicia, dignidad y convivencia pacífica de las personas, las comunidades y los pueblos''.

Al asistir al acto con el que se conmemoró el 150 aniversario del sacrificio de los integrantes del Batallón de San Patricio, Zedillo Ponce de León destacó que al recordarse esta gesta heroica, honramos la memoria de todos los hombres ymujeres que han luchado ``y lo siguen haciendo'', por construir un mundo más justo, más incluyente y más democrático, independientemente de su origen étnico, su condición social, su herencia cultural y su filosofía de vida.


En el monumento a la Revolución. Foto: Raul Ortega.

En la Plaza San Jacinto del barrio de San Angel, y acompañado por el embajador de Irlanda en nuestro país, Sean O'Huighinn, el Ejecutivo federal recordó que hace más de 150 años, en este sitio, en Mixcoac y en Tacubaya, más de 60 valientes soldados integrantes del Batallón de San Patricio fueron ejecutados, acusados por desertar en tiempos de guerra y por haber obedecido a sus conciencias.

De ese grupo de valientes, diez soldados fueron azotados y sus rostros marcados con hierro candente. Sin embargo, apuntó el presidente Zedillo, ninguno de ellos sufrió el oprobio con que quisieron cubrirlos sus verdugos.

Ante representantes de la comunidad irlandesa en nuestro país que asistieron también al evento, el mandatario mexicano destacó que ``honramos hoy la memoria del capitán irlandés John Riley y de los hombres que, al seguirlo y luchar por México, defendían también la soberanía de su patria y el derecho a ella''.

Ernesto Zedillo resaltó que al honrar el recuerdo de los irlandeses que ofrendaron sus vidas en México por la dignidad de los seres humanos, honramos también nuestro compromiso por mantener vivos sus ideales y defender siempre los valores por los que ocupan un sitio de honor en nuestra historia.

Por su parte, el embajador de Irlanda en México, Sean O'Huighinn, admitió que para su país es motivo de gran orgullo la actitud y el comportamiento de los integrantes del Batallón de San Patricio, quienes supieron colocarse por encima de las circunstancias de su época.

El diplomático informó al presidente Zedillo que en su país el primer ministro de Irlanda y el embajador de México, Daniel Dultzin, cancelarían un timbre postal conmemorativo de las hazañas de este grupo de militares, mientras que en Galway se realizaría un homenaje al capitán de los Patricios, John Riley.

Al final del acto, el Presidente y el embajador O'Huiginn cancelaron un timbre postal conmemorativo, montaron guardia de honor y depositaron una ofrenda floral en la placa alusiva a la gesta del Batallón de San Patricio.