La Jornada 13 de septiembre de 1997

Jesse Helms, ``un déspota'', dijo Weld al salir del Senado

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de septiembre Ť El ex gobernador William Weld logró finalmente entrar al salón de audiencias del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, pero Jesse Helms utilizó su autoridad como presidente del comité para negarle la palabra a Weld y a los senadores que trataban de forzar una discusión sobre la confirmación de su nombramiento como próximo embajador en México.

Durante la audiencia, Weld no pudo más que sentarse, con el resto del público, y observar la sesión con una sonrisa congelada, pero al concluir la reunión expresó su disgusto ante unas 30 cámaras de televisión y 60 reporteros y calificó a Helms de ``déspota''. Así, el debate sobre el nombramiento de Weld ocupó nuevamente el escenario central de la vida política en esta capital, con mucha atención de los medios. CNN transmitió en vivo la sesión.

``Esto ya no se trata de México o de las drogas'', declaró hoy el senador Helms, ``es sobre la batalla por el alma del partido (republicano)''.

Poco después de terminar la reunión, desde la Casa Blanca el presidente William Clinton añadió su voz al debate al expresar su deseo de que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, revierta la posición de Helms de negar la celebración de una audiencia para confirmar el nombramiento de Weld.

Pero menos de 30 minutos después, Trent Lott, ahora el único hombre que podría forzar a un voto sobre el asunto, rechazó la solicitud y una vez más pidió al presidente retirar el nombramiento de Weld. ``Los desafíos que enfrenta México y la importancia de la relación de Estados Unidos con México demandan que el presidente ponga fin ya a esta charada'', dijo Lott. Así y en términos prácticos, el nombramiento de Weld está ``muerto'', pero eso no significa que los políticos aquí no sigan este debate para otros fines.

Helms no tuvo otra opción más, bajo las reglas del Senado, que convocar a la ``reunión especial'' de su comité mañana al responder a una solicitud de cuatro miembros del comité. Pero utilizando sus poderes como presidente del Comité, Helms aclaró desde un inicio que no se dejaría entrampar en el ``circo de medios'' en este asunto, y que el único tema que se trataría sería la historia de todos los nombramientos presidenciales que han fracasado por la negativa del Senado de realizar audiencias de confirmación en los últimos 10 años y no el caso particular de Weld.

Momentos antes de iniciarse la sesión, el propio Weld ingresó al salón acompañado de algunos senadores. ``Estoy aquí porque tenemos la esperanza de que esta reunión facilitará el camino para una audiencia sobre mi nombramiento'', comentó a los reporteros.Cuando minutos después llegó Helms, Weld se acercó y ambos hombres se dieron la mano, pero Weld fue obligado a regresar a la parte de atrás del salón para sentarse entre el público y ser sólo un observador más del espectáculo.

``Convoqué esta reunión para corregir la embestida de erróneas declaraciones de los hechos'', dijo Helms al iniciar la reunión. El senador conservador criticó a la Casa Blanca, a Weld y a varios de sus colegas por haber ``declarado mal'' sobre lo ocurrido y por haber calificado su negativa a citar una audiencia como una acción antidemocrática. ``Durante los últimos 10 años se han producido 154 nombramientos fracasados, que murieron en comités sin realizarse una audiencia'', afirmó Helms.

Señaló que sus críticos, entre otros miembros del comité Richard Lugar y Joseph Biden, habían hecho lo mismo que él al utilizar sus poderes como presidentes de comités para bloquear nombramientos del presidente, y presentó una larga lista de los afectados. Después del encuentro, un asesor legislativo comentó: ``si Lugar y Biden creen que estas reglas son antidemocráticas, ¿por qué no intentaron cambiarlas cuando tenían el poder?''.

Helms sólo permitió que Biden hiciera una breve declaración, pero a los otros miembros del comité que intentaron hacer uso de la palabra se les negó con severos tonos, o golpes de mazo, por el presidente del comité. Helms argumentó su derecho de negarle la audiencia a Weld, señaló las reglas del Senado que le otorgan este poder, detalló varios casos como precedente, y luego de 30 minutos de sesión, cerró la reunión.

Weld y sus asesores salieron del salón e hicieron una conferencia de prensa en los pasillos. ``Creo que el espectáculo fue triste'', comentó Weld. ``Parece que el presidente (Helms) estableció un curso para comprobar que el Senado es una institución déspota'' agregó, y reiteró que no tiene intención de renunciar al nombramiento.