La Jornada 13 de septiembre de 1997

Cerca de ahí, peritos judiciales reconstruían la balacera del lunes Agentes vestidos de civil, cuerpo especial creado hace dos semanas Estuvieron en la Buenos Aires; identificar ``objetivos'', su labor

Alberto Nájar, Raúl Llanos y Bertha Teresa Ramírez Ť Un grupo especial de Zorros y Jaguares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), vestido de civil y asignado a labores de espionaje, participó en la balacera del lunes pasado en la colonia Buenos Aires. Parte de esos elementos viajaban en un camión gris en el que, según coinciden todas las versiones, fueron sometidos los jóvenes que hasta la fecha permanecen desaparecidos.

Vecinos de las calles Doctor Andrade, Barajas Lozano, Bolaños Cacho y Eje 3 Sur informaron a La Jornada que desde la mañana del lunes inició un operativo de vigilancia por parte de motociclistas del Grupo Especial de Disuasión (GED), conocidos como Jaguares, quienes viajaban acompañados de elementos del Agrupamiento Fuerza de Tarea (AFT).

Esta versión la refuerzan testimonios de zorros que participaron en el enfrentamiento, quienes afirman que las acciones fueron encabezadas por el teniente coronel Moctezuma, el suboficial Padrón y el coronel Alonso Valdés, que ya tenían ubicados domicilios en los cuales se realizarían cateos para detener a presuntos traficantes de drogas y asaltantes de esa zona.

A diferencia de otros operativos establecidos en diversas colonias de la ciudad, esta vez intervinieron policías vestidos de civil con la orden de campanear (vigilar) a los cabecillas de las bandas e identificar a los objetivos. Esos agentes forman parte de un grupo especial que se creó hace dos semanas en el AFT y el GED; trabajan sin uniforme en las zonas con alto índice delictivo.

El grupo del camión gris

Los testimonios señalan que a las 16:30 horas del lunes 8 de septiembre, circuló por el Eje 3 Sur un camión gris, similar a los que utilizaba la desaparecida Ruta 100 y que motivó las burlas de los vecinos. Flavio Manuel Guijarro, propietario de un negocio de accesorios, comentó que el paso de la unidad les extrañó porque hacía años que esos autobuses suspendieron sus servicios en la zona.

``En esta esquina --Eje 3 y Renacimiento-- nos juntamos varios cuates y la verdad somos muy llevados; por eso, cuando pasó el camión le mentamos la madre porque creímos que eran porros''. Diez minutos después, ``oímos tiros, me asomé y vi como a unas 15 gentes corriendo por el eje, con la pistola en la mano y tirando a diestra y siniestra''.

Luego regresó el camión ``y fue chistoso porque entre los que estábamos aquí comentamos que a la mejor iban balaceando a un carro Crown Victoria que antes pasó en reversa. Pensamos que era un ratero, pero luego nos enteramos de que en Andrade y Barajas fue el relajo''.

El vendedor de refacciones no fue el único que se burló de los ocupantes del camión, pues de acuerdo con vecinos que solicitaron el anonimato, el conductor del Crown Victoria, Guillermo Faustino Balderas Ramírez, sostuvo un altercado verbal con ellos, y en respuesta recibió disparos desde la unidad.

Israel Montes, ayudante en una refaccionaria, coincidió en que la balacera empezó ``cuando un autobús de la Ruta 100, de los ecológicos que decía Chapultepec, se le empareja al coche de Guillermo y comienzan a dispararle desde arriba al toldo''.

Balderas Ramírez retrocedió su vehículo seguido por los sujetos que bajaron del autobús y que resultaron ser policías. En ningún momento dejaron de disparar.

``Eran hombres y mujeres, tenían las pistolas en alto'', señalaron los vecinos; ``luego llegaron motociclistas de negro y los subieron para perseguirlos porque el Crown se metió por Doctor Barragán''. Aparentemente, el conductor respondió a la agresión, pues la prueba de absorción atómica le resultó positiva.

El camión gris no pudo seguirlos, por lo cual se adelantó hasta la cerrada de Nicaragua, dio la vuelta en ``U'' y regresó por Eje 3; mientras realizaba esa maniobra un grupo de policías detuvo a Román Morales Acevedo y Miguel Angel Leal Alonso, quienes esperaban cruzar la avenida, justo en la esquina con Renacimiento; los policías los subieron por la fuerza al autobús junto con Carlos Alberto López Inés.

A partir de ese momento, los jóvenes desaparecieron. Del camión gris tampoco se sabe nada, oficialmente.

La persecución del Crown Victoria terminó en Doctor Andrade y Barajas Lozano, esquina donde acostumbraban reunirse los jóvenes ejecutados, los que no aparecen y el conductor del automóvil.

En ese lugar ya estaban apostados los Zorros en su labor encubierta y cuando llegó el grupo de Jaguares tras el vehículo desenfundaron sus pistolas y se unieron a la balacera. Uno de los integrantes de este grupo especial, Pedro Bazarán, recibió un tiro en la frente y murió de manera instantánea; la versión de los policías del agrupamiento es que la bala homicida podría haber sido disparada por un jaguar.

Los compañeros del policía abatido aseguran que el día de los hechos se montó un operativo especial para capturar a presuntos delincuentes y vendedores de droga de las calles Doctor Norma, Doctor Jiménez, Doctor Andrade y Doctor Barragán, en el cual participó Pedro Bazarán.

``Es mentira que estaba franco, como dicen los mandos; traía su pistola porque estaba en servicio. Si se te ocurre llevártela cuando estás de descanso te rompen la madre, van hasta tu casa o te destrozan el locker en la base; es causa para que te den de baja''.

Pese a ello, ahora la Secretaría de Seguridad Pública ``no le quiere pagar el seguro que le corresponde por morir en cumplimiento de su deber. Esas son chingaderas porque así nadie va a querer salir a campanear'', se quejaron.

Por lo pronto, ayer la PGJDF efectuó una primera reconstrucción pericial de la balacera, para determinar sobre todo el ángulo en que se efectuaron los disparos y la ubicación del vehículo involucrado. Los peritos concluyeron que hubo fuego cruzado, además que se localizaron 20 casquillos y 16 impactos de bala.