Manifestantes y policías chocaron en Santiago en el homenaje a Allende
Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Santiago, 11 de septiembre Ť Graves incidentes de violencia entre manifestantes y policías antimotines se registraron hoy en esta capital, con saldo de 94 detenidos y decenas de lesionados, durante la conmemoración de las víctimas del golpe militar chileno de 1973.
En el 24 aniversario del sangriento golpe encabezado por el general Augusto Pinochet, grupos de adolescentes encapuchados se enfrentaron con la policía al culminar lo que había comenzado como una tranquila aunque tensa conmemoración en recuerdo del depuesto presidente Salvador Allende y de los miles de caídos y desaparecidos.
La batalla campal se desató en el Cementerio General de Santiago, donde está la tumba de Allende y se erige el memorial del Detenido-Desaparecido, hasta donde arribó la marcha, integrada por unas 5 mil personas. Sin embargo, los incidentes estallaron con el ingreso de los agentes al área en momentos en que hablaba la líder comunista Gladys Marín.
Poco antes de que comenzaran a caer las bombas y gases lacrimógenos, Marín exhortaba a los presentes a reunirse el siguiente 11 de septiembre en el frontis de la sede de gobierno. Señalaba que la marcha llegará ``de todas maneras hasta el mismo palacio de La Moneda, haya o no prohibición para ello''.
Luego, los gases comenzarían a hacer estragos tanto entre los manifestantes que se encontraban en el área del Cementerio como de quienes se mantenían afuera. La Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, organizadora de la marcha, dijo que hubo grupos que escaparon a su control, los cuales participaron en los desmanes con la policía.
Entre los 94 detenidos, el informe policial indicó que 40 fueron por desórdenes, dos por golpear a carabineros, 14 por maltratar vehículos de esta corporación y 33 por daños en propiedad ajena. Asimismo, unas 13 personas resultaron lesionadas por golpes, y una treintena más afectadas por los gases lacrimógenos.
No obstante ello, los organizadores de la marcha responsabilizaron a la policía de los incidentes de violencia, al señalar que no respetaron el compromiso de mantenerse a distancia de los manifestantes para evitar provocaciones. Del mismo modo, la culparon de ejercer una violencia injustificada contra las personas que se mantenían en calma.
Paralelamente a la marcha se desarrollaron otros incidentes, como desmanes de algunos encapuchados contra comercios y pintas en paredes. Los informes indicaron que en otro punto de la capital un grupo de al menos 10 personas utilizó un vehículo robado, desde el que se hicieron disparos contra una comisaría policial, y dos de ellos fueron detenidos.
Tampoco faltaron reportes radiofónicos en el sentido de que presuntos integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) se enfrentaron a la policía en las cercanías del Cementerio General, ya que al término de la marcha levantaron una barricada con columnas de fuego. Sin embargo, esa versión no fue confirmada.
Por su parte, la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos demandó la renuncia del ministro del Interior, Carlos Figueroa, a raíz de los incidentes. Asimismo, los sectores opositores culparon al presidente Eduardo Frei de permitir que las fuerzas policiacas ingresaran al Cementerio, pues la víspera el mandatario había advertido que se usaría la fuerza.
Antes de que los ánimos se desbordaran, el líder del Partido Socialista, diputado Camilo Escalona, había señalado en un discurso pronunciado en el Cementerio General que ``Pinochet es una pesadilla que termina, y Allende son los sueños inagotables de construir un Chile democrático y una nación más justa''.
En otra parte de la ciudad, en la residencia de Pinochet, sus simpatizantes y miembros del ejército rindieron un homenaje al ex dictador por el golpe que derrocó a Allende. Allí hubo banderas y globos y se entonó la canción ranchera El rey, y después, el octogenario general salió ataviado con su uniforme gris. ``Chile en democracia, ha sido una desgracia'', corearon sus simpatizantes.
En la casa presidencial de La Moneda el acto fue solemne. Estuvo presente la viuda de Salvador Allende, Hortensia Bussi, quien tras una misa conmemorativa con los personeros del gobierno y legisladores de la coalición oficialista dijo que esperaba que éste fuera el último año en que este día es festivo, ``porque no hay nada que festejar''.
En tanto, dirigentes de partidos políticos valoraron en forma positiva el pase a retiro de Pinochet para marzo del próximo año, pero se manifestaron contrarios a que el ex dictador asuma luego un cargo de senador vitalicio. La Constitución que Pinochet impuso en 1980 estipula las normas para su retiro y la senaduría vitalicia.
En España, Isabel Allende, hija del asesinado mandatario, asistió en Barcelona y Tarragona a sendos homenajes en memoria de su padre. En un acto en que fue descubierto un busto en honor al ex presidente en la capital catalana, con asistencia de las autoridades locales, la diputada socialista destacó la hermandad entre el pueblo chileno y el catalán.
En Bruselas, socialistas españoles propusieron en un proyecto de resolución que el Parlamento Europeo exprese que lamenta la ``falta de cooperación'' de las autoridades chilenas para investigar crímenes contra la humanidad cometidos du- rante la dictadura pinochetista. El texto asienta que tales crímenes no tienen prescripción alguna.
El ministro chileno de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, afirmó por otro lado que pese a los anunciados planes para adquirir aviones de combate, tanques y submarinos, el gasto militar nacional se ha reducido a niveles ``mínimos compatibles con la seguridad del país''. La reducción equivale al 1.6 por ciento del PIB, contra 3.0 por ciento de 1989.