La Jornada viernes 12 de septiembre de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Los dos personajes liados a golpes ayer en la Cámara de Diputados forman parte, en sus respectivas bancadas, de los extremos de la provocación y la estridencia.

Rafael Oceguera, sinaloense con una larga hoja de servicios ortodoxos a favor de su partido, el Revolucionario Institucional, se ha instalado con rapidez como uno de los jefes del llamado bronx priísta, cuyos integrantes se especializan en lanzar frases presuntamente ingeniosas y ciertamente hirientes contra sus opositores, casi siempre amparados en el anonimato y regocijados en su espíritu de pandilla.

Maximiano Barbosa, por su parte, es líder de una de las vertientes que ha tomado el movimiento denominado El Barzón. Su simple presencia física ayuda a entender sus mecanismos de razonamiento político: sombrero y vestimenta de ranchero bronco, una especie de Antonio Aguilar con credencial de diputado, sin ánimos de integrarse a una estrategia perredista sino, en realidad, siempre dispuesto a privilegiar su punto de vista individual.

Ayer, con Guillermo Ortiz y su política económica como telón de fondo, Oceguera y Barbosa se enfrentaron a propósito del uso del micrófono que el priísta hacía.

Aun suponiendo que la conducta de Oceguera al frente del bronx sea censurable, y que las palabras que pronunciaba fueran inadmisibles, no asiste a ningún otro diputado, por muy dirigente de un ramal de El Barzón que sea, la facultad de arrebatar el micrófono a otro representante popular con tanto derecho como el que más a expresar sus puntos de vista y sujeto, en caso de excesos o faltas, a la rectoría de quien preside la mesa directiva, que en el caso era la perredista Laura Itzel Castillo.

Es posible que un episodio como éste ponga de manifiesto la urgente necesidad de que el PRD consolide su unidad interna y presente un frente sin fisuras, y sin veleidades o arrebatos personales, para enfrentar las duras jornadas que tiene por delante y, además, para evitar que las múltiples trampas tendidas por su adversario central, encarnado en el PRI, funcionen gracias a la ingenuidad o los aceleres de sus representantes.

No está de más recordar las maniobras adjudicadas a Porfirio Muñoz Ledo para evitar la presencia de los fotógrafos y reporteros en la sala de sesiones de la citada Cámara de Diputados, además del jaleo interno dirigido contra diputados perredistas presuntamente cooptables por el priísmo. Porfirio, que ganó estatura el día del Informe presidencial, parece tener grandeza en los momentos cruciales pero, al mismo tiempo, ser su mejor adversario en las tareas cotidianas.

Por su parte, el PRI podría aprovechar el incidente para corregir la dañina tendencia que se ha tolerado, y acaso alentado, de agredir a sus adversarios mediante métodos cavernarios como los del llamado bronx.

Están, en todo caso, en otros lugares fuera de la Cámara, y tienen otros nombres, los responsables de las vergonzosas escenas que han vivido los priístas, y sería injusto que sus frustraciones y penalidades pretendan ser desahogadas contra sus compañeros de responsabilidades.

Los mexicanos que votaron el 6 de julio, unos por el cambio, y otros por la conservación del estado actual, no pueden estar representados por legisladores provocadores o agresores. El PRI y el PRD, en el caso de ayer, tienen la oportunidad de enmendar desviaciones y afinar su presencia pública.

Ayer mismo, por ejemplo, en lugar de pelearse unos contra otros en el alfombrado ring de San Lázaro, los priístas pudieron haber ido a descargar sus tensiones a la ceremonia plena de simulación en la que el dedo superior impuso a Mariano Palacios y a Socorro Díaz como nuevos pastores, y los perredistas, por su parte, pudieron organizarse para ir a Campeche a apoyar a su compañera Layda Sansores, a quien arrastraron y mojaron policías garantes de que el imperio de Salomón Azar continúe ahora al cuidado de José Antonio González Curi, quien presuntamente entrará al palacio de gobierno campechano este lunes venidero.

Pero, mientras los priístas y perredistas se enredaban en un pleito pueril, los panistas se planchaban el uniforme para aparecer como los niños buenos del salón, y el secretario al que los perredistas tacharon de embajador del Fondo Monetario Internacional (FMI), se escabulló tranquilamente de una sesión en la que las discusiones a fondo sobre la economía fueron suplidas por las crónicas pugilísticas y los dimes y diretes de ínfimo nivel.

Astillas: ¿Bajo cuál de los mil 111 pasamontañas podría viajar el sub?... Apenas posa sus ojos sobre papel escrito y Carlos Salinas de Gortari se topa con el asunto: un ex jefe de gobierno, hombre todopoderoso, recibió dinero de empresarios deseosos de recibir redituables favores. Ahora, ese personaje sin poder es investigado y condenado públicamente. La historia, para fortuna del villano favorito, se desarrolla en Irlanda y se refiere a Charles Haughey, quien ha sido jefe de gobierno en tres ocasiones y a quien se acusa de haber recibido dinero de Ben Dunne, definido por Afp como ``el magnate irlandés de la distribución''. Otro sobornado por Dunne habría sido el también ex primer ministro Michael Lowry. Por su parte, el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ray Burke, está siendo investigado por no haber declarado la recepción de dinero de una constructora para los fondos de campaña que usó en las elecciones legislativas de 1989. Con tales noticias diarias, es posible que los periódicos irlandeses pierdan en Dublín a un suscriptor mexicano... El periódico El Día, que dirige José Luis Camacho López, resolvió con pragmatismo el dilema editorial que le presenta el tratamiento de la información relacionada con quien fue su directora general, Socorro Díaz Palacios: ``Consolidaremos principios del PRI: Palacios'', dice el encabezado de primera plana cuyo origen es una nota en la que se atribuye a ambos Palacios (Mariano y Socorro Díaz) una declaración en la que ``manifestaron... la estrategia a seguir... para consolidar los principios del partido''. Pues sí, los dos Palacios, ambos dos juntos al unísono... El grupo plural opositor a la permanencia de Víctor Cervera Pacheco en la gubernatura yucateca anunció que, en el curso del presente mes, se presentará la solicitud de juicio político contra quien ya va en su séptimo año de gobierno y aspira a llegar al decenio... Algunos periodistas sugieren que al cuñado Leonardo Rodríguez Alcaine se le practique no sólo un examen antidoping sino, además, uno siquiátrico. La ex Güera, primero quiso que le llamaran Periquín, que era su apodo infantil y, ahora, pretende que a su edad le den hermanas cada vez que recibe línea...