La Jornada 10 de septiembre de 1997

Aboga la IP por un libre mercado con compromiso social

Antonio Castellanos y Humberto Ortiz Ť El crecimiento económico del país ha sido insuficiente para asegurar los niveles mínimos de bienestar a su creciente población, reconocieron ayer los industriales organizados y demandaron la participación de la inversión privada bajo reglas claras, justas y transparentes en el sector energético, especialmente en petroquímica.

El presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), Jorge Marín, manifestó que el riesgo país ha propiciado la permanencia de altas tasas de interés y ha estimulado el ingreso de capitales especulativos que generan volatilidad e incertidumbre en el mercado, inhibiendo el financiamiento competitivo.

Marín Santillán precisó que el crédito no fluye, la banca comercial mantiene la restructuración de la cartera y no está en condiciones de asumir nuevos riesgos. En este sentido, dijo que el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) debe reorientarse hacia los deudores y no a las instituciones; el objetivo debe ser el rescate del sector productivo.

Afirmó que las elevadas tasas históricas de inflación han lesionado el poder adquisitivo de la población, su capacidad de demanda y, en consecuencia, el crecimiento sano y sostenido del mercado interno, así como la competitividad de las empresas.

Al participar en el simposium sobre Desarrollo económico de México, precisó que la insuficiencia en la oferta energética amenaza convertirse en un cuello de botella para la productividad y competitividad, y propuso incrementar los niveles del ahorro interno mediante la exención fiscal de los depósitos voluntarios a largo plazo, dentro del Sistema de Ahorro para el Retiro.

La política fiscal, agregó, debe dejar de ser sólo recaudatoria para convertirse en promotora de la inversión dentro de un marco de seguridad y certidumbre jurídica, para evitar que la normatividad y discrecionalidad de la autoridad siga sobrepasando a la ley.

En su intervención, el dirigente de la Concamin pidió descartar las falsas promesas de aumentos de salarios no sustentados en el crecimiento de la economía; lo único que provocan, sostuvo, es la contracción de la demanda del empleo y el reinicio de la carrera precios-salarios.

Explicó que los factores de competitividad desarrollados por el World Economic Forum y presentados este año en Davos, Suiza, colocan a México en una situación poco decorosa. Los renglones en los que peor califica son economía, finanzas, y ciencia y tecnología.

En todos se ubica en el lugar 40. Estos factores podrían ser considerados como focos rojos, y son en los que mayor interés se debe poner. Los focos amarillos serían los factores humano, internacionalización y administración en los que el país se coloca en el lugar 40 y 38, respectivamente.


Patricia Muñoz R. Ť El subsecretario de Comercio Interior, Israel Gutiérrez, estimó que será hasta 1998 cuando se recuperen los niveles de ventas que tenía el mercado nacional hace cuatro años.

A su vez, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), Armando Araujo, aseguró que el mercado interno continúa determinado por el cierre masivo de pequeñas y medianas empresas comerciales y su sobreendeudamiento, así como por una crítica reducción de ventas y utilidades.

Ambos participaron en la 14 Convención del comercio detallista, donde se señaló que persisten deprimidos los niveles de consumo nacional, en tanto la mayor parte de los comercios se encuentra en condiciones de sobrevivencia.

Israel Gutiérrez apuntó que la recuperación empezó a llegar a la microeconómica, particularmente en el crecimiento de las ventas, y en el caso de las tiendas de autoservicio y departamentales se ha dado una mejoría casi generalizada, sólo que será hasta el próximo año cuando el país vuelva a tener los niveles de ventas de finales del sexenio pasado. Es decir, cuatro años después.

Reconoció que la recuperación de los negocios requiere de tres factores fundamentales que son: la cuestión financiera, pues precisan acceder a créditos con menores tasas de interés; mantener el programa de desarrollo de proveedores, y el crecimiento económico generalizado.

Sobre el último aspecto comentó que se pronostica para este año un crecimiento de 6 por ciento para áreas productivas y una inflación de 15 al 16 por ciento.

En este foro Araujo, sostuvo que los resabios de la crisis económica, sumados a la competencia desleal del comercio ilegal y a la falta de estímulos para el sano desarrollo de esta actividad, han puesto al comercio detallista en una crítica situación.

Las bajas ventas en el mercado y la falta de liquidez del mismo sigue propiciando el cierre masivo de los pequeños negocios comerciales, los cuales representan 96 por ciento de todo el sector, indicó el empresario.

Detalló que la mayoría de estos comercios se encuentran en situación de supervivencia pues ``apenas salen con los gastos'' y se han reducido de manera crítica las utilidades, además de que la mayoría de los establecimientos se encuentran sobreendeudados.

A nombre de su sector, Araujo pidió tomar medidas para frenar el deterioro del comercio detallista, entre las que mencionó: el combate frontal al comercio ambulante que representa una competencia desleal pues además de que ``tapa'' un sin fin de actos delictivos, evade anualmente 27 mil millones de pesos; esquemas de restructuración de adeudos bancarios equitativos y realistas, y un entorno fiscal más congruente que aliente la inversión y amplíe la base de contribuyentes.

Freno a las tiendas de carácter social

En el mismo foro participó Luis Santana, director de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), quien comentó que ``hay preocupación'' en este sector porque las tiendas comerciales sindicales y del sector social, como las del ISSSTE, van a incrementar sus ofertas de líneas de productos.

Dio a conocer que en las próximas semanas se tomarán medidas para frenar la expansión de este tipo de tiendas y se demandará que ``sólo sean para derechohabientes y se limiten a vender productos básicos''.


Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de septiembre Ť La Casa Blanca lanzará este miércoles su iniciativa para conseguir la renovación de la vía rápida, con la finalidad de ampliar el TLC al continente, y advertirá que de ello dependen el ``liderazgo mundial'' de Estados Unidos, la generación de empleos y la prosperidad de ese país.

La vía rápida es la autorización que otorga el Congreso al Ejecutivo para negociar acuerdos comerciales que no pueden ser enmendados por la Legislatura, sino sólo aprobados o rechazados totalmente. Es una prerrogativa de la que todo presidente estadunidense ha gozado desde 1974 y que ahora se considera esencial para concretar cualquier negociación comercial internacional.

Este miércoles se anunciará formalmente en la Casa Blanca la solicitud de renovación de la vía rápida (la última se venció hace tres años). El presidente Bill Clinton, quien estará acompañado de un grupo de ejecutivos empresariales y otro de trabajadores beneficiados con el TLC, expresará la decisión de promover el libre comercio como objetivo central de su administración.

Aunque el anuncio se hará este miércoles, asesores de la Casa Blanca y del Capitolio discuten la posibilidad de postergar unos días más la entrega del proyecto al Congreso para preparar mejor el terreno.

A pesar de su retórica optimista, los asesores de la Casa Blanca y sus promotores en el Congreso reconocen el debate público será un camino cuesta arriba. Las últimas encuestas revelan una marcada oposición al TLC y/o a la renovación de la vía rápida. El sondeo más reciente, realizado a finales de julio por The Wall Street Journal, señala que 61 por ciento de los estadunidenses se opone a la renovación de la vía rápida, y según otra encuesta del Bank of Boston, de noviembre pasado, 57 por ciento de los estadunidenses se opone a nuevos tratados comerciales con países de América Latina. De acuerdo con el sondeo del Bank of Boston, 73 por ciento considera que los temas ambientales y laborales deben formar parte de la negociación de nuevos tratados comerciales.

La batalla por la vía rápida también revivirá el debate sobre el libre comercio, en particular la relación con México, y resurgirán las discusiones previas a la aprobación del TLC con México y Canadá. En los últimos días diversas agrupaciones pro y anti TLC con México han vuelto al debate sobre la vía rápida.

En ambos bandos hay divisiones. Entre los opositores hay desde ``proteccionistas-nacionalistas'' hasta otros que condicionan su apoyo al libre comercio a la aplicación de medidas laborales y ambientales y a la protección de normas sociales. Entre los promotores hay desde los ``puristas'' del libre comercio hasta los que están listos para negociar ciertas medidas sociales.

En Washington, también hay diferencias en los dos principales partidos: los más divididos (lo cual preocupa a la Casa Blanca) son los demócratas, pero también hay un sector nacionalista conservador entre los republicanos.

Todos en esta capital saben que, más allá de la retórica sobre las consecuencias del libre comercio, el juego político se reducirá al nivel pragmático, de la misma forma en que se resolvió la disputa sobre la aprobación del TLC: la compra de votos. El talento consiste en medir cuántos favores y de qué tipo necesita la Casa Blanca para conseguir votos de congresistas claves. Casi todos los analistas reconocen que, pese a la profunda oposición pública a estas iniciativas, la Casa Blanca ganará la vía rápida.

En entrevista, un asesor legislativo lo explicó así: ``No es que la gente esté contenta con las propuestas. Es que votarán (los legisladores) porque son amigos de (el vicepresidente) Al Gore o están consiguiendo algo a cambio''.

La administración Clinton insistirá en que de la vía rápida depende el objetivo anunciado en la Cumbre de las Américas en 1994: la consolidación de una área americana de libre comercio para el año 2005. Por lo pronto, se requiere esta legislación para concretar las negociaciones con Chile.


Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de septiembre ``El TLC: es la vía rápida a más drogas en nuestras escuelas, la vía rápida a alimentos inseguros, la vía rápida a autopistas inseguras'', dicen los anuncios que comenzarán a aparecer en los periódicos de este país.

Así presentó una de las principales coaliciones opositoras a la ampliación del Tratado de Libre Comercio (TLC) su estrategia para enfrentar la solicitud del presidente Bill Clinton al Congreso para aprobar la vía rápida, que le permitirá a su gobierno negociar nuevos acuerdos comerciales.

Varias coaliciones integradas por sindicatos, granjeros, organizaciones ambientalistas, grupos latinos, religiosos y centros académicos o de análisis empezaron a presentar sus estrategias antes de que se inicie la campaña de la Casa Blanca para obtener la autorización legislativa.

Sue Doneth, una ama de casa de Michigan, estuvo entre los ``ciudadanos comunes'' presentados hoy a la prensa por la coalición Campaña Ciudadana sobre Comercio (Citizens Trade Campaign), en la primera conferencia de prensa de los opositores. ``Mi hija Lindsey, de diez años, consumió un pastel de fresas y 28 días después se enfermó'', contó Doneth.

La historia de las fresas mexicanas, procesadas y enlatadas en este país y distribuidas después como parte de un programa de alimentación escolar, es bien conocida. Pero el relato de los días en que la hija de Doneth estuvo cerca de la muerte a causa de hepatitis A impactó a los presentes.

``La vía rápida es la vía segura hacia la destrucción de la seguridad alimentaria en este país'', dijo Doneth. Pero poco después, en entrevista, admitió que no se ha determinado si las fresas se contaminaron en México o al ser procesadas en Estados Unidos.

No obstante, la seguridad alimentaria se ha convertido en el tema central de la propaganda de influyentes agrupaciones de opositores al TLC, que planean realizar un acto especial en el Congreso, la próxima semana.

Según sondeos realizados por los opositores, la seguridad alimentaria es uno de los temas que más preocupan a los consumidores, por lo que este asunto será el principal en la campaña anti TLC, y en segundo lugar se presentarán los temores sobre pérdida de empleo y daños al ambiente, que fueron los claves en el primer debate antes de que el tratado se aprobara, en 1993.

``Todos tenemos que comer, y la comida tiene que ser segura'', declaró Doneth.

Según un ex inspector de Aduanas, un trabajador textil desempleado y un granjero que también se presentaron a los medios hoy, el TLC es la causa de que se permita el ingreso de químicos peligrosos a este país, de ``robar'' empleos a estadunidenses y de la destrucción de pequeñas granjas en este país.

Además, las drogas son un tema constante: ``El TLC ha ofrecido a los narcotraficantes mexicanos un ducto prefabricado para traer más drogas a nuestros barrios y escuelas'', dice uno de los anuncios presentados hoy.

Dos organizaciones latinas entraron al debate esta semana desde una perspectiva algo diferente, al difundir una ``boleta de calificaciones'' que reprueba al TLC por su deficiente protección a los trabajadores y al ambiente. El Instituto William C. Velázquez, con sede en Los Angeles, y el Consejo Nacional de la Raza, alegan que el Banco de Desarrollo de América del Norte también ha fracasado en su intento de asistir a comunidades afectadas por el TLC.

Los sindicatos, divididos

La central obrera AFL-CIO, con 13 millones de agremiados, también lanzó una campaña contra la vía rápida, que incluirá anuncios por radio y televisión, y estará centrada en los distritos de influyentes congresistas para presionarlos.

Existe un debate entre los sindicatos. Mientras unos sugieren negociar si la propuesta de la Casa Blanca incluye suficientes medidas sobre asuntos laborales y ambientales, otros sostienen que ninguna propuesta del gobierno sobre comercio es confiable y se debe rechazar; sin embargo, predomina la tendencia opositora.

Los sindicatos y cabilderos del tema de seguridad alimentaria se reunirán con el líder de la minoría demócrata de la Cámara, Richard Gephardt, y con el representante David Bonior en un ``foro educativo'' sobre comercio esta semana. El tono de estos debates quizás dependa de quién hable y ante qué público, pero lo que quedó claro hoy es que estos grupos han convertido a México y a los males que supuestamente emanan de este país en una parte central del debate