Agentes antinarco de EU coordinan labores con Sedena, admite Gurría
Jesús Aranda Ť Los límites de la actuación de los agentes estadunidenses antidrogas están ``perfectamente definidos'', por lo que no hay injerencia de éstos en las acciones contra el narcotráfico en territorio nacional, aseguró el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), José Angel Gurría.
Cuestionado sobre las revelaciones del jefe de inteligencia de la Sección Segunda del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, general brigadier Héctor Sánchez Gutiérrez, en el sentido de que personal de la embajada de Estados Unidos en México investiga en forma directa asuntos relacionados con el tráfico de estupefacientes, el canciller precisó que la función de la representación diplomática es ``coordinar los trabajos en la materia''.
Reconoció que, aun cuando la Constitución marca ``muy claramente'' que ese tipo de coordinación debe hacerse con el Ministerio Público, encargado de combatir al narcotráfico, ``se da también con la Secretaría de la Defensa Nacional'' pues, al participar ésta como coadyuvante de aquél, cumple tareas de erradicación e intercepción.
En cuanto a la coordinación entre México y Estados Unidos en el combate al narcotráfico, explicó que de manera recíproca las representaciones diplomáticas de ambas naciones buscan ``ordenar los trabajos, darles prioridad, darles control'' para evitar la multiplicidad en los canales de información. De esa manera, ``con una llamada telefónica se puede buscar a un agente que conoce los mejores canales para entrar en contacto con su país y mover las cosas al nivel que sea necesario''.
En entrevista realizada en la cancillería, Gurría sostuvo que con esa coordinación ambos países se relacionan ``de una forma eficiente para ordenar los trabajos en todos los ámbitos''.
El canciller insistió en que ``hay reglas muy claras sobre las funciones de los agentes antidrogas, las cuales se constriñen al intercambio de información, apoyo logístico e intercambio de inteligencia, principalmente.
``Ni nuestros policías o nuestros agentes pueden ejercer como tales en Estados Unidos, ni tampoco sus agentes, aun cuando estén acreditados en México, pueden ejercer como autoridades'', afirmó.
-¿Nos puede confirmar si el gobierno de México le pidió al gobierno cubano información sobre la presunta estadía de Amado Carrillo Fuentes en una casa oficial de ese país?
-No tengo información al respecto.
Juan Manuel Venegas Ť Estados Unidos mantiene en México grupos especializados en apoyo de investigaciones rela- cionadas con el tráfico de drogas, armas y lavado de dinero. Los enviados estadunidenses operan en la identificación de rutas y modalidades de esos ilícitos.
Por lo que hace a la capacitación, acaban de regresar a México -para integrarse a la lucha antinarcóticos- 55 agentes entrenados por las agencias estadunidenses, y esta misma semana quedará integrado otro colectivo similar que viajará al vecino país con el mismo objetivo. Esos agentes conformarán los primeros grupos de élite de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud.
En cuanto al trabajo que realizan en territorio nacional los equipos de coordinación mexicano-estadunidenses, informes oficiales de la Procuraduría General de la República (PGR) indican que la colaboración se ha orientado a la identificación y ataque de las rutas de tráfico de cocaína ``las cuales, en los últimos años, presentan una gran variedad, dirigiéndose hacia aquellos espacios en que los mecanismos de control presentaban mayor vulnerabilidad''.
En ese marco de colaboración, se pudo identificar que entre 1992 y 1996 las bandas organizadas de narcotraficantes ``incrementaron la utilización de vuelos hacia la región norte del territorio mexicano de aeronaves turbo-hélice, y posteriormente, en respuesta a los operativos de intercepción aérea que se diseñaron conjuntamente, las organizaciones privilegiaron los lanzamientos desde el aire en costas y regiones lacustres internas, así como los vuelos cortos en la frontera sur'' del país.
En respuesta a las acciones que se emprendieron, una vez identificadas esas modalidades del tráfico de estupefacientes y el fortalecimiento de los sistemas de detección en el espacio aéreo nacional, ``se incrementó el tráfico aéreo ilícito en Centroamérica y el traslado terrestre de narcóticos por territorio mexicano''.
Tráfico hormiga
En los informes de la PGR se advierte que la colaboración y el establecimiento de los grupos de coordinación reforzaron la vigilancia y detección de ``importantes operaciones aéreas, terrestres y marítimas de distribución regional de estupefacientes''; además, permitieron avanzar en la elaboración del ``registro de la intensidad con que se presentan (las acciones de tráfico de drogas), y que es un indicativo de la forma de operación de las organizaciones delictivas''.
Se señala que entre 1994 y 1995, las organizaciones del narcotráfico incorporaron la utilización de vuelos rápidos (aeronaves con mayor autonomía de vuelo y gran capacidad de carga), ``evadiendo en ocasiones los sistemas de vigilancia hemisféricos, y se pudo establecer que en la ruta desde Colombia hasta Estados Unidos la mayor cantidad de aterrizajes de esas aeronaves se presentaron en la región norte y centro-norte de México, desde donde la carga es transportada por otras vías (principalmente terrestres) hacia la frontera mexicana con Estados Unidos''.
La utilización de ese tipo de vuelos -según los informes elaborados por los grupos de contacto entre México y Estados Unidos- mostró una reducción en 1996, ``aunque ya para el segundo semestre del año pasado las organizaciones del narcotráfico privilegiaron el traslado de cocaína hacia México por vía terrestre''.
Ese tráfico hormiga ha sido el más difícil de contrarrestar, debido al involucramiento de las naciones centroamericanas que sirven como puente hacia territorio mexicano: ``Entre 1996 y 1997, el registro de incidencia indica un incremento de la modalidad del tráfico en pequeñas cantidades que llegan a los estados de la frontera sur mexicana, y una vez que los cargamentos han sido introducidos a territorio nacional, se intensifica la utilización de la red carretera para el traslado de la droga, que en cada cargamento no rebasa los 700 kilogramos''.
Sobre el tráfico marítimo de cocaína de Colombia hacia México, las rutas más utilizadas por los narcotraficantes están identificadas a través del litoral del Caribe y el Golfo de México. ``En este caso, Quintana Roo se ubica como el punto de tránsito más importante'' en el país.
``El tráfico se dirige hacia el Golfo de México, directamente a Tamaulipas, y culmina, en su fase marítima, en el río Bravo, mediante el uso de embarcaciones menores e incluso balsas inflables.''
Otra tendencia, identificada a través de los grupos de coordinación, corresponde a los llamados lanzamientos en las costas de la península de Yucatán y la continuación del tráfico por la ruta terrestre, siguiendo sobre todo la infraestructura carretera del centro-norte de México.