La Jornada 6 de septiembre de 1997

Desconcertante y grave, la opinión de Roccatti sobre Chiapas: Amnistía

Triunfo Elizalde Ť Amnistía Internacional, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Academia Mexicana de Derechos Humanos criticaron las declaraciones de Mireille Roccatti, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en el sentido de que la militarización de Chiapas obedece al incremento de la delincuencia en esa entidad.

``Son declaraciones muy graves. Contribuyen a que se mantenga la impunidad en hechos tan graves como las violaciones a los derechos humanos que en Chiapas cometen las fuerzas de Seguridad Pública, apoyadas por el Ejército, y la desatención de sus problemas económicos y sociales. Confunde (Roccatti) el reclamo de las etnias por un desarrollo económico, con aspectos delictivos, con sus justas exigencias plasmadas en los acuerdos de Larráinzar'', dijo Morris Tidball-Binz, coordinador del Programa Regional Américas de Amnistía Internacional.

Señaló que a AI le preocupa que la ombudsman mexicana emita ``opiniones desconcertantes'', y recordó lo dicho por la presidenta de la CNDH en Madrid, España, en el sentido de que la situación en Chiapas es de índole política, no de violación de derechos humanos. ``Hay quejas, muchas quejas, sobre la actuación de la comisión. Pocos pueden imaginarse el cúmulo de señalamientos que recibe AI''.

Al reconocer que es ``positiva'' la existencia de la CNDH y hacer algunos comentarios en torno a la plática que a fines de la semana pasada tuvo con Roccatti, Tidball-Binz comentó que el organismo tiene ``algunos aciertos, pero desconcierta saber que posee un presupuesto sin límites y su personal es superior a mil empleados.

``No es malo que tengan exceso de recursos, porque pueden atender todo tipo de problemas que se les presenten; sin embargo, los resultados no responden al gasto, que es visible.''

``Francamente -dijo Emilio Krieger, presidente fundador de la ANAD-, me resulta difícil calificar lo dicho por Roccatti, sobre todo porque me hace pensar en Hitler, en Mussolini, en Pinochet, en Fujimori, que todas las manifestaciones sociales las vieron como acciones de delincuentes o quieren confundir una cosa con otra... Sé que la señora no es militante del PRI, pero bien se revela su pensamiento y moral priístas. Es el colmo confundir la problemática social de Chiapas con la delincuencia, y sobre todo hablar de narcotráfico''.

David Fernández, director del Centro Pro Juárez, señaló: ``No es posible soslayar que en Chiapas la presencia del Ejército obedece a la insurgencia zapatista. Si no se reconoce, estaremos confundiendo los conflictos sociales. Si se equipara la insurgencia con la delincuencia, entonces estamos frente a una visión limitada respecto de la realidad chiapaneca. La verdad, es preocupante ese tipo de declaración, viniendo de quien vienen''.

Mariclaire Acosta, presidenta de la CMDPDH, se mostró extrañada de que Roccatti ``no considere que la situación en Chiapas es producto de la ingobernabilidad, es resultado de la gravísima negligencia del gobierno federal en atender los reclamos de los indígenas. Si hay aumento de delincuencia, deben las autoridades civiles hacer frente a ese fenómeno y no avalar el papel que juega en Chiapas el Ejército, en un supuesto combate a la delincuencia... No sé, no me quedan claras sus declaraciones, me dan muy mala espina, sobre todo cuando con ese señalamiento la presidenta de la CNDH toma partido en favor del militarismo, cuando su actuar obligado es de imparcialidad''.

``Ese tipo de declaraciones pone de relieve la urgencia de que la nueva conformación de la Cámara de Diputados debe, de manera prioritaria, atender la grave situación que se vive en Chiapas'', expresó Oscar González, presidente de la AMDH. ``Hay que apresurar el paso para evitar la negación de la paz, para evitar que se pueda llegar a ese tipo de interpretaciones, ignorando las negociaciones de Larráinzar, ignorando que se trata de un importante problema que tiene que ver con los derechos indígenas, y muy poco con acciones de la delincuencia organizada''.