La Jornada 6 de septiembre de 1997

El rescate debió dirigirse a los deudores, no a la banca, dice el dirigente de Concamin a La Jornada

Humberto Ortiz Moreno Ť El sector industrial cuestionó severamente el proceso de rescate a los bancos, porque debió orientarse desde un principio al auxilio de los deudores y no de las instituciones financieras, y demandó reasignar recursos en el flujo de crédito para actividades productivas.

Esto ha provocado un círculo vicioso del que aparentemente no hay salida, recalcó Jorge Marín Santillán, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), y postuló, igualmente, cambios y correcciones en el modelo económico para quitar obstáculos al crecimiento.

Se manifestó por reorientar esos capitales al apoyo de las micro, pequeña y mediana empresas, que son las que contribuirán al desarrollo económico en el mercado interno.

El líder del sector fabril criticó que desde que arrancó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) la ayuda gubernamental haya descuidado a los deudores, cuando tanto dinero debió utilizarse para liberar créditos que tanto urgen al aparato productivo.

Ahora, más que de los bancos, hay que ir al rescate del mercado interno, señaló.

Anunció, asimismo, que ya hay un avance firme para acordar con las autoridades hacendarias la desgravación de utilidades que sean reinvertidas en las empresas.

Pero, de antemano, Marín Santillán advirtió que su gremio no aceptará una reforma fiscal que excluya la eliminación de nocivos impuestos como el aplicado al Activo de las Empresas y a la Nómina.

En entrevista con La Jornada, el dirigente de la Concamin ponderó las propuestas económicas que han perfilado los partidos políticos, a discutirse en el Congreso, y afirmó que la nueva correlación de fuerzas impedirá que cualquier bancada pueda imponer su modelo.

Respecto del tipo de cambio, juzgó imperativo no acumular más presión sobre esta variable y recomendó tomar en cuenta experiencias en el pasado reciente. Consideró necesario dejar que las fuerzas del mercado ejerzan su influencia sobre la moneda que, como cualquier otra mercancía, está sujeta a las leyes de la oferta y la demanda.

``Finalmente, tendrá que encontrar su precio adecuado'', puntualizó.

Marín Santillán reconoció que los trabajadores son los que han aguantado más el peso de la crisis; no obstante, rechazó que en este momento sea prudente premiarlos con un aumento salarial, pues se desataría una carrera precios-emolumentos, que a la larga sería perniciosa para los objetivos económicos del país.

Por ello, aseveró que ``todo lo demás que se invente al respecto'' es sólo irresponsabilidad.

Hizo ver que todos los sectores han aportado un sacrificio fuerte en la crisis y ``hemos aguantado'', pero no puede repartirse hoy una riqueza que no existe.

Y en un mensaje a los industriales, el presidente de la Concamin llamó a fortalecer el compromiso del sector privado para mantener el rumbo económico, ``cuyos beneficios de largo plazo superan con creces las dificultades iniciales''.

Pugnó por asegurar, mediante el seguimiento oportuno de los planes y programas vigentes, el cumplimiento de los compromisos contraídos con la sociedad sobre el comportamiento de las variables económicas; desarrollar la nueva cultura laboral; profundizar los trabajos de la reforma fiscal integral; adecuar las condiciones para el financiamiento, y promover la desregulación como forma de actualizar y mejorar la relación con instancias gubernamentales.

Bajar ISR a 30 por ciento: Concanaco

Por su parte, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio advirtió que no puede haber un país fuerte con empresas débiles y, en consecuencia, demandó una reforma fiscal integral que incluya la desregulación, seguridad jurídica y simplificación para impulsar las inversiones productivas que generen empleos y propicien la recuperación y fortalecimiento del mercado interno.

Bajo tal contexto, la Concanaco reiteró la necesidad de reducir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 34 a 30 por ciento, derogar el uso de máquinas de comprobación tributaria, revisar el impuesto al activo de las compañías y aumentar la base de contribuyentes.