La Jornada 6 de septiembre de 1997

La democracia, en riesgo ante la militarización so pretexto del narco

José Gil Olmos /II y última Ť El país se ha militarizado con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia, hecho contrario al ``incipiente proceso de democratización'' comenzado el 6 de julio, afirmó la dirigencia del Ejército Popular Revolucionario-Partido Democrático Popular Revolucionario (EPR-PDPR). Asimismo, habló de una fuerte campaña castrense para ``descabezar'' el movimiento.

``Así responde a las demandas sociales y se trata de encubrir la guerra de baja intensidad que se lleva a cabo en contra del pueblo'' afirmaron el comandante Oscar y la mayor Carmen, quienes en nombre de la dirigencia eperrista saludaron la marcha de las comunidades de base del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la fundación del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) la próxima semana, calificándolos como intentos necesarios para recuperar el diálogo de San Andrés.

Durante la conferencia en una casa de seguridad completamente resguardada por combatientes fuertemente armados, a la que se llegó luego de múltiples contactos y un laberíntico viaje en taxis, microbuses y finalmente en auto, en el que ordenaron ir con los ojos cerrados, los eperristas argumentaron que los operativos castrenses en la ciudad de México y otras entidades del país son para atrapar a la dirigencia del EPR, ``sin éxito'', precisaron.

``Este proceso de militarización va destinado a inhibir el avance de este proceso democratizador y en un momento dado a tratar de contenerlo por cualquier medio. Creemos que el gobierno no ha renunciado a sus pretenciones de imponer la vía militar para resolver el conflicto armado que existe en México. Ha ganado tiempo incrementando sus fuerzas en varias partes del país, aumentando la represión en contra de los luchadores sociales y negándose a cumplir los acuerdos a que ha llegado con algunos sectores del pueblo como es el caso del diálogo de San Andrés con los zapatistas'' argumentó el comandante Oscar.

Según los eperristas, con el avance de la oposición en los comicios recientes se hace palpable el desarrollo de una etapa en la lucha por el establecimiento de la democracia en el país, pero advierten que ésta trae consigo diversos ``costos para las organizaciones democráticas y revolucionarias que estamos inmersas en este proceso y que debemos ir asumiendo''.

En el caso del EPR-PDPR, dijo el comandante Oscar, estos costos se han reflejado en la detención de algunos de sus miembros. Mientras nosotros decretamos una ``tregua'' durante los procesos electorales, el gobierno respondió con golpes, desapariciones y represión en algunos sectores que el EPR ya asumió, aseveró el dirigente rebelde.

Como parte de estas detenciones y de la campaña militar para ``descabezar'' su movimiento armado, presentaron en la misma conferencia a un nuevo elemento eperrista que fue detenido el 23 de junio pasado por ``inteligencia militar'' en Acapulco.

Domingo Ayala Marcos dijo que después de ser capturado junto con Benito Bahena Maldonado Fabián o Rogelio -aún sin aparecer- fue torturado en una cárcel militar para que entregara armamento y a la dirigencia eperrista de la zona.

En un largo relato, el joven de 24 años nacido en Atoyaquillo, Guerrero, reconoció ser combatiente del EPR y aseguró que por la tortura entregó a los soldados dos depósitos (uno vacío) de armas, ropa y cartuchos que estaban escondidos bajo la tierra en la sierra de Atoyac -``jamás delataría a un compañero''-, pero que luego escapó hasta hacer contacto con la dirigencia eperrista en esa entidad.

Dijo que lo interrogaron sobre Rocío Messino y el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FAC-MLN) y que bajo amenazas hacia sus padres, esposa e hija le obligaron firmar documentos y una declaración falsa en contra del EPR, acusándolos de asesinatos y robos, que fue grabada en un video.

Según la dirigencia Marcos es bien recibido en las filas eperristas porque relató la verdad y él y su familia quedan bajo la protección del EPR-PDPR. Sin embargo, reiteraron la denuncia de la desaparición de Gregorio Alfonso Alvarado, Miguel Castro, Freddy Nava, ``soldado del ejército federal acusado de ser colaborador del EPR'', Gilberto Romero, el combatiente Gustavo, detenido en una redada en la ciudad de México el 4 de junio pasado, y Benito Bahena Maldonado Fabián o Rogelio.

Detrás de la mesa -el único mueble instalado en la habitación forrada de tela con flores azules y amarillas- el comandante Oscar manifestó su respeto por la fundación del FZLN en su congreso que se celebrará del 13 al 16 de septiembre en la ciudad de México. ``Es un acto que saludamos porque no deja de ser alentador que nuevas fuerzas políticas se construyan en el país para bien de la lucha democrática''.

Reconoció como un esfuerzo muy importante y de trascendencia nacional la integración del FZLN y mencionó que esperan que ``los compañeros logren su objetivo de estructurar un movimiento de carácter nacional que refuerce las demandas del pueblo e incorpore a varias organizaciones''.

Sobre la marcha que realizarán los mil 111 zapatistas a la ciudad de México la próxima semana, indicó que este también es un gran esfuerzo para lograr que el gobierno reconozca y lleve a la práctica los acuerdos de San Andrés. ``Es una situación a la que también manifestamos nuestro respeto y solidaridad en la medida de nuestras posibilidades y en la de los requerimientos que ellos hagan de esa solidaridad''.

Crece la militarización en el país

El comandante Oscar insistió en que el incremento de la militarización en el país, pero sobre todo en algunas ciudades como el Distrito Federal ``es parte de la guerra sucia y el incremento de la represión'' a las organizaciones y líderes sociales y para ``descabezar'' al EPR.

``Quieren agarrar a nuestros dirigentes clandestinos. Sabemos que el enemigo siempre va a querer golpearnos, pero hasta ahora no a podido, en gran medida, por la decisión de los mismos compañeros que han estado en sus manos y porque la dirigencia ha tomado a estos colegas para proteger la seguridad del EPR y del PDPR aun a costa de que los vuelvan a localizar y los maten'', aseguró.

De acuerdo al dirigente eperrista, los retenes que están implementando en el Distrito Federal los policías-militares ``son un gran laboratorio donde el gobierno experimenta diversas formas de control de la población para que, en un momento dado, si se presenta una mayor insurgencia, pueda enfrentar de una manera más coordinada y militar a las luchas populares''.

Esto, precisó, explica que la delincuencia no haya sido frenada, porque se está actuando contra ciudadanos que viven en determinadas zonas y son sospechosos de estar vinculados a delincuentes o a fuerzas revolucionarias como el EPR.

Para concluir la conferencia, advirtieron que las fuerzas militares y policiacas de México reciben apoyo y adiestramiento de otros países como Estados Unidos, Israel, Argentina, Chile y Guatemala, lo que contradice el llamado a la tolerancia y al diálogo del gobierno.

Por eso, dijo que para el EPR-PDPR es fundamental la unión o coordinación de las organizaciones y fuerzas de lucha legales y armadas a fin de multiplicar los avances democráticos, como el conseguido el 6 de julio.