La Jornada 5 de septiembre de 1997

Zedillo, por una economía al margen del poder político

Rosa Elvira Vargas, enviada, Tolimán, Qro., 4 de septiembre Ť México debe tener una política económica de crecimiento que sea respetada independientemente de quien tenga el poder público y de su ideología. Conformarla requiere actuar con realismo, responsabilidad y sin demagogia ni engaños, aseguró el presidente Ernesto Zedillo al insistir en su llamado a las fuerzas políticas del país para emprender esta tarea y en la que reconoció ``estamos partiendo de una situación difícil''.

Como lo hiciera durante su Tercer Informe de Gobierno, Zedillo insistió en lograr un acuerdo para que, ``como está ocurriendo en todo el mundo'', al margen de la ideología de los gobiernos se logre un acuerdo sobre política de crecimiento y combate a la pobreza. ``Nos va a costar mucho trabajo porque hoy en día algunos proponen exactamente lo contrario de lo que yo propongo y piensan que estoy equivocado, y obviamente yo pienso que ellos están equivocados y estamos partiendo de una situación difícil'', admitió.

En la comunidad de Maguey Manso de este municipio, puerta de la sierra gorda de Querétaro y donde todo es peñas, cerros, piedras y tierras sin agua para sembrar, el Ejecutivo puso en marcha el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) para dotar de esos servicios básicos a las familias que viven aquí en extrema pobreza, la mayoría pertenecientes a la etnia otomí.

En discurso improvisado y luego de escuchar al alcalde Aristeo González decir que acciones como Progresa ``nos apoyan, pero de ninguna manera estamos conformes con los programas que ya tenemos porque nuestra gente sabe trabajar con su esfuerzo y con sus brazos'', el Presidente dedicó amplio espacio a defender la política social del régimen y reforzar su llamado al diálogo para alcanzar una política económica de consenso.

Asumió que muchos afirman que el gobierno ha descuidado el gasto social y aseguran que se ha preocupado más por la macroeconomía que por las personas, y por ello ha descuidado el gasto social. ``Como le dije a los legisladores hace unos días'' esta afirmación no es correcta, sostuvo.

Según Zedillo, actualmente la administración federal destina más recursos de su gasto programable a políticas sociales de lo que se canalizaba hace dos décadas. ``Hay la idea de que hace 20 años hacíamos mucho en política social. Yo quiero decir que hoy el país a pesar de sus dificultades, y diría gracias a que tenemos políticas macroeconómicas responsables, está destinando más al gasto social''.

Indicó que mientras hace 20 años de cada 100 pesos que el gobierno programaba gastar en el año, un poco menos de 34 eran para gasto social, y hace diez años esa proporción incluso había bajado a 31 pesos. Hoy, dijo, de cada 100 pesos que la administración programa para erogar en el año, casi 56 se dedican a proyectos sociales. ``Y esto echa por tierra aquello de que no son compatibles las políticas macro, responsables, con las políticas sociales''. Si hoy se puede hacer ese gasto es debido a la seriedad con que se practican dichas políticas, subrayó.

Zedillo cuestionó la obra de gobiernos pasados y dijo que si en los últimos 25 años el país no avanzó en el progreso social fue porque la mayor parte de ese tiempo no tuvo políticas económicas sensatas y responsables. Si en ese lapso, afirmó, ``hubiésemos sido muy disciplinados, hubiéramos respetado los presupuestos, gastado únicamente lo que teníamos y hecho esfuerzos en hacer crecer la economía a partir del ahorro y la inversión propios, hoy muchos de los graves problemas sociales que tenemos estarían superados''.

Planteó que las carencias que subsisten y que tienen en la pobreza a millones de mexicanos representan el mayor reto para la actual generación, que demanda no sólo buenos propósitos sino muchos recursos. Todos los partidos, agregó, expresan los mismos deseos: ``que se venza la pobreza, que se acabe la gran desigualdad que existe en el país y que haya suficientes empleos, la diferencia es cómo lograrlo''.

``Tenemos que no abandonar los buenos propósitos, pero entrar a discutir con seriedad cómo vamos a hacer que esos propósitos magníficos que compartimos puedan ser realizados'', destacó y reiteró su llamado a lograr acuerdos y sumar voluntades para el crecimiento de México.

Dijo que entre más pronto se cuente con una política de Estado se alcanzarán los propósitos de desarrollo, por eso convocó a los partidos políticos, a los grupos sociales y a quienes quieran expresar su opinión ``para que analicemos este problema y nos pongamos de acuerdo; reconocer que si queremos resolver la injusticia social vamos a tener que acordar algo muy básico, puntos elementales que no puedan ser violados por ningún gobierno''.

Respecto a Progresa, que ya se ha puesto en marcha en los estados de Hidalgo, Veracruz y Puebla, Zedillo expuso que las acciones centrales se dirigen hacia las mujeres, porque debe reconocerse que en el país existe discriminación y enfrentan graves desventajas respecto de los hombres. ``No queremos que las mujeres de nuestro país se queden atrás'' ni que vivan en situación de inferioridad. Además, dijo, debe reconocerse que las madres de familia no sólo son quienes generalmente están al cuidado de los hijos sino que son también con frecuencia más responsables que los hombres. Luego bromeó: ``espero que esto sea transitorio, que los hombres nos hagamos cada vez más responsables aunque los insidiosos luego nos digan mandilones''.

Antes de Tolimán, a las 10 de la mañana Zedillo puso en marcha en San Juan del Río el hospital general El Pedregoso. Comentó que las acciones de política social no son obras generosas del gobierno sino que se hacen con los impuestos ciudadanos. Cuando ya caminaba para retirarse del lugar, entre la población de San Juan escuchó con firmeza las voces de mujeres pidiéndole ``que no suba la tortilla, que no suba la leche'', otros reclamaban empleos y mejores salarios.