Habría acuerdo gobierno-empresarios para bajar 4% el ISR y no variar el impuesto al valor agregado
Humberto Ortiz Moreno Ť En un acuerdo casi definitivo, ``sin resultados espectaculares'' pero con avances en la revisión y reducción de tasas impositivas, el gobierno federal y el sector privado propondrían al Congreso reducir en cuatro puntos el Impuesto Sobre la Renta (ISR), mantener en 15 por ciento el IVA y sostener también los gravámenes al Activo de las Empresas (IMPAC) y Sobre Automóviles Nuevos (ISAC), pese a las demandas de diversos empresarios.
En cambio, introducirían una carga fiscal al retiro de dividendos de las compañías que no sean reinvertidos productivamente, y sólo los tomen sus propietarios para otros fines. Seguirían exentas las utilidades que retornen a las factorías en forma de inversión.
En el marco de estos consensos preliminares, las partes negociadoras admitirían que constituyen un primer paso para la reforma fiscal definitiva en la que, desafortunadamente, ``aún no podemos pensar'', y promoverían una revisión de la estructura de egresos en aras de un presupuesto 1998 más austero que haga viable a mediano y largo plazo reducir los niveles impositivos.
Con la disminución del ISR, la tasa quedaría en 30 y 31 por ciento máximo para personas físicas, y 30 por ciento para las empresas.
El objetivo de esta reforma a la ley en la materia, dijeron fuentes empresariales consultadas sobre el tema, es quitar peso a los ingresos de los sectores económicos y de los trabajadores.
Así las cosas, la propuesta consensada pondrá énfasis en la simplificación tributaria y la seguridad jurídica de los contribuyentes, eliminando trámites y cuellos de botella en el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Al respecto, Eduardo Bours Castelo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseguró que hay coincidencia con los partidos políticos en el sentido de impulsar en el mediano y largo plazo la reforma fiscal integral que sea promotora del ahorro, el empleo y la inversión, y ayude a expandir la economía y generar mayor bienestar, sin privilegiar uno solo de sus aspectos.
Aseguró que las propuestas convergen plenamente en la necesidad de mantener en 15 por ciento la tasa del Impuesto al Valor Agregado.
Ya hay conciencia, recalcó, de la necesidad de mantener finanzas públicas sanas, dándole peso importante a la simplificación y seguridad jurídica.
De existir márgenes en la política fiscal del país, hay que utilizarlos en otras áreas, revisar los egresos y estimular inversión y ahorro.
Sin embargo, Gerardo Aranda Orozco, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), no quita el dedo del renglón y abogó por un presupuesto de egresos austero para 1998, a fin de proyectar y hacer viable la desgravación en el mediano y largo plazo.
Reiteró su exigencia de desaparecer el impuesto sobre las nóminas, que atenta contra la generación de empleo, y que desde su creación sirvió sólo para sustentar la baja del IVA de 15 a 10 por ciento.
También se manifestó por eliminar el gravamen al activo en la generalidad de las empresas, porque es ``inequitativo y está fuera de foco''.
Y en materia del ISR, postuló una mayor proporcionalidad y equidad, pues mantiene una tasa muy alta para los ingresos mínimos.