La Jornada 30 de agosto de 1997

La comandante zapatista inauguró el acto en Oaxaca; asisten 400 delegadas de varios estados

Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 29 de agosto Ť La comandante Ramona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional inauguró hoy aquí el primer Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas, al que asisten 400 delegadas de 23 pueblos indios del país, en un acto efectuado en la Casa de la Iglesia Oaxaqueña, donde hubo jaloneos, empujones y golpes entre algunos reporteros gráficos y el equipo de seguridad.

La comandante Ramona dijo que el encuentro se logró después de vencer muchas resistencias, y explicó: ``Desde las de los dueños del poder, que nos quieren tener separadas y calladas, hasta las de aquellos que quieren pensar y actuar en nuestro nombre''.

Este encuentro servirá para dar seguimiento al proceso de discusión de los derechos de las mujeres indígenas iniciado por las zapatistas en 1994. Se acordará también un plan de acción ``para fortalecer la lucha de los pueblos indios haciendo hincapié en nuestras necesidades''.

Según la vocera del encuentro, Tania Melchor, asisten a la reunión mujeres de 112 organizaciones campesinas, indígenas y de derechos humanos, provenientes de 12 estados de la República.

En su intervención la comandante Ramona expuso que el movimiento de mujeres también ha tenido que vencer las resistencias de ``los ricos de México que nos quieren tener como animales para explotarnos como lo hacen los extranjeros, quienes se quedan con nuestras mejores tierras y nos ven como esclavas''.

Hizo referencia a la oposición de los militares ``que cercan nuestras comunidades, nos violan, amenazan a nuestros hijos, meten las drogas y el alcohol, la prostitución y la violencia''. La comandanta Ramona estuvo acompañada de Guadalupe, Adimia, Rosa y Elizabeth, también delegadas del EZLN. Todas con pasamontañas.

Otras de las resistencias a las que se enfrentan las mujeres son: ``las de todos aquellos que quieren actuar y pensar en nuestro nombre porque no les gusta que los indios y las indias digamos nuestras palabras y les da miedo nuestra rebeldía'', dijo Ramona, quien se veía sumamente cansada cuando leyó su discurso.

Agregó que para llegar a este encuentro la delegación zapatista tuvo que vencer ``a todos los que nos ven como algo que sobra, algo que quieren que no exista, hemos llegado hasta aquí venciendo también la resistencia de algunos de nuestros compañeros que no entienden la importancia de que las mujeres estemos participando de la misma manera que los hombres''.

Por eso -continuó- ``en el EZLN las mujeres nos organizamos para aprobar la ley revolucionaria de las mujeres, a todos ellos y a nosotras debíamos preguntarnos si el zapatismo sería lo que es sin sus mujeres. ¿La sociedad civil indígena y la que no lo es, pero que tanto nos ha apoyado, sería lo mismo sin sus mujeres? ¿Se puede pensar en el México rebelde y nuevo que queremos construir sin sus mujeres rebeldes y nuevas?''

Como delegadas a este encuentro asisten representantes de organizaciones como la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), del Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas y las comunidades del Valle del Mezquital (Covac) de Guerrero e Hidalgo, respectivamente. Así como de la Central Independiente de Obreros Agrícolas Campesinos (CIOAC), Jolom Mayaetik J'Pas Lumetik, y la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) de Chiapas, entre otras.

En tanto, la actriz mexicana Ofelia Medina, representante del fideicomiso en favor de la niñez indígena, expresó que en estado de emergencia y crisis se encuentran los niños de las zonas indígenas del país, luego de denunciar que mientras en México viven 20 de los hombres más ricos del mundo, 87 por ciento de los menores indígenas presentan segundo grado de desnutrición.

Comunicado del EPR

Unas dos horas después de que se inaugurara el encuentro femenino, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), difundió -en esta ciudad- un comunicado firmado por la capitana Sonia, en el que afirma que sigue ``recogiendo leña y juntando las manos con las que haremos fuego y braza que será explosión solar, no llamarada de petate...''

A un año de que este grupo guerrillero apareciera en territorio oaxaqueño, la capitana Sonia dirige su comunicado ``a mis hermanos y hermanas de siempre: La vida no es otra cosa que la mitad del rostro de la muerte; algo que ya sabían nuestros abuelos, me refiero a nuestros abuelos primeros, los que murieron en la hoguera o decapitados por la espada de cruz. Y ha girado tantas veces esta misma tierra, esta misma agua, que ahora los nietos nuevos nos miramos otra vez en el espejo enterrado''.

El texto fechado en esta ciudad también hace referencia de que han sido traicionados ``tantas veces que ya perdimos la cuenta de nuestros verdugos'' y remarca ``también hemos gritado tantas veces a los poderosos que nuestro eco no se apaga, también hemos amado tan fuerte que siempre acabamos diciendo: ¡algún día entenderán!, ¡aún hay esperanza!, ¡no importa, vamos a iniciar de nuevo!...''