La Jornada 27 de agosto de 1997

Modelos agotados, el sistema político mexicano y el tricolor, expuso Solana Morales

Mireya Cuéllar Ť Diagnóstico de un priísta: ``El sistema político mexicano y el PRI --tal como se conocen-- son modelos agotados. El futuro del PRI --o `el ocaso'-- va a depender de su capacidad para transformarse internamente, para democratizarse''.

En un tono poco acostumbrado entre los militantes priístas, el senador de la República y ex secretario de Relaciones Exteriores, Fernando Solana Morales, hizo ayer un recuento de su visión sobre la construcción de la democracia mexicana, y no sólo cuestionó la entrada de senadores de lista --``vulnera el federalismo''--, sino que planteó la necesidad de una reforma a fondo del PRI.

En el antiguo Palacio de Lecumberri, que hoy alberga al Archivo General de la Nación, Fernando Solana clausuró una serie de conferencias sobre el proceso democratizador del país, y dijo que el PRI ``fue un enorme avance en la estabilidad política del país'', pero hoy es ``el mecanismo de control electoral de un solo grupo''.

Siempre hablando en pasado, Solana recordó que el PRI surge y se crea como un espacio de participación, de confrontación y de concertación política, donde se concilian las posiciones de sectores tan encontrados como los campesinos, los empresarios... porque hay gente de izquierda y de derecha en él que en su seno logra conciliar, aunque había un grupo de poder que lo controlaba.

Durante 40 años (de 1933 a 1973), esa estabilidad política que le dio el PRI al país, apuntó, permitió un crecimiento promedio de 6 por ciento y una inflación de 3. ``Pero los modelos se agotan, aunque a veces la gente no se da cuenta''.

Sin embargo, en los últimos años, las cosas fueron cambiando, eran unos pocos los que decidían. Y ahora hay un sistema de partidos que si bien ``se despacharon con la sopera'' al negociar la última reforma electoral, cuando menos son varios grupos pequeños (uno por partido) los que deciden y no únicamente el del PRI, señaló.

Cuestionador de los partidos --que se han ``posicionado'' en la vida política nacional--, dijo que en ellos hay más o menos democracia, pero al final de cuentas si no se tiene el ``visto bueno'' de las tres o cuatro personas que los manejan ``en ellos no se llega a nada''.

El avance del nuevo sistema de partidos políticos ``es enorme porque son grupos pequeños (los que dirigen), pero hay varios partidos''.

Las cosas ya no son como antes, expuso, y dijo que la nueva composición de la Cámara de Diputados y la atención que la prensa le da hace que ``se empiece a sentir que hay otros poderes'', además del Ejecutivo.

Las elecciones del 6 de julio abrieron nuevos espacios: el del equilibrio de poderes entre ellos. Consideró que la presencia opositora en la Cámara de Diputados hará que en México exista un verdadero federalismo que no se ha dado.

Dos cosas se agotaron, sintetizó: el sistema político y el PRI. Este último, consideró, dejó de ser un lugar para la confrontación de ideas y el consenso, y se convirtió en ``el mecanismo del control electoral de un solo grupo''.

Lo que ocurrió el 6 de julio ``puede ser bueno o muy bueno, todo dependerá de la habilidad de todos para concertar, en la medida que la democracia es algo más que un código electoral, es un equilibrio de poderes, es más tolerancia''.

Espero, apuntó, que sobre el formato del Informe ``se llegue a un acuerdo razonado'', porque hay varias maneras de hacerlo dentro del marco de la ley, pero a final de cuentas ``no me parece lo más importante, aunque se le ha puesto mucha atención''.

En su amplia exposición, Solana habló también de la necesidad de que el PRI se reforme, que emprenda un proceso interno de democracia (``que no se ha dado, se está iniciando''), porque su sobrevivencia es importante para la vida del país.

Más allá de la militancia o del hígado ``me parece que es importante que el PRI siga''. Un bipartidismo sería muy desfavorable; el PRI deberá jugar un papel ``de equilibrio''.

Finalmente, ante una pregunta del público, Solana señaló que la elección de senadores de lista que se hizo en julio ``sí vulnera el federalismo''. Explicó que un grupo de senadores del PRI ``hicimos todo'' para detener esa situación, pero como la reforma electoral la negociaron las cúpulas de los partidos (``los jefes''), de poco sirvieron las consideraciones históricas y jurídicas. Así, al Senado entrará ``la gente de más confianza'' de quienes en cada partido hicieron la lista.

Se manifestó --también a pregunta expresa-- contra la reelección en la Presidencia de la República.