El CT, ``pasmado y anquilosado'': Millán
Fabiola Martínez Ť La muerte de Fidel Velázquez anuncia el fin de una etapa del movimiento obrero mexicano y pone en el orden del día la crisis de un modelo sindical que ya no responde a las necesidades de los trabajadores y sus organizaciones, reconoció el secretario de Educación y Comunicación Social de la CTM, Juan S. Millán.
Al participar en el encuentro Sociedad, democracia y trabajo, organizado por la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, admitió la capacidad de movilización y convocatoria de los sindicatos foristas, y la ``profunda crisis, pasmo y anquilosamiento'' por el que se encuentra el Congreso del Trabajo (CT).
El también secretario general del PRI y senador de la República relató que la autoridad de Fidel (Velázquez) subsistió hasta los últimos días de su vida; sin embargo, la suspensión de los desfiles del primero de mayo ``anunciaba que más temprano que tarde su propia autoridad sería rebasada''.
Es una realidad que la ocupación real de esos espacios por otras organizaciones de dentro y fuera del CT se hizo cada vez más patente y las posibilidades reales de la concertación social cada vez más remotas.
De esta forma, dijo, el fallecimiento del máximo líder cetemista anuncia el fin de una etapa del movimiento obrero en la que resulta ``ingenuo'' continuar con los mismos esquemas sindicales y relaciones laborales ante un mundo comercialmente globalizado y fuertemente competitivo.
``El mando centralizado, la disciplina incondicional, el control de los dirigentes con algunas corruptelas, la existencia de anacronismos -como el sindicalismo de protección- y la lealtad incondicional, no podrán seguir siendo los métodos fundamentales para asegurar el mejor desarrollo de la concertación económica y social'', expresó.
Millán, quien el mes pasado promovió el acercamiento de la CTM con los dirigentes del Foro: El sindicalismo ante la nación -suspendido sorpresivamente por la dirigencia cetemista- reiteró ayer su voluntad para buscar la reunificación del movimiento obrero ``como un proyecto perfectamente viable y adecuado desde el punto de vista del desarrollo nacional''.
Explicó: el gobierno requiere una representación obrera confiable para negociar las estrategias económicas y sociales, es decir, con quién pueda pactar. Por ello, es necesario ``cuidar'' la sobrevivencia y el papel aglutinador del CT como organismo cúpula concertador de las organizaciones sindicales mexicanas.
Los sindicalistas no pueden dejar el asunto del movimiento obrero organizado, libre, a la deriva, ``a expensas de que las diversas fuerzas políticas emergentes dispongan de éste para sus intereses específicos'', consideró.
Por eso se requiere replantear la acción política en las organizaciones sindicales, ``para que los trabajadores se afilien al PRI convencidos, no obligados, y ese convencimiento se convierta en votos que nos lleven a la recuperación de espacios''.
Ligera recuperación del poder adquisitivo este año: Millán
El dirigente cetemista, reconocido por analistas laborales y líderes sindicales como un candidato viable para ocupar la secretaría general de la CTM en 1998, reconoció como ``un hecho'' que la clase trabajadora ha sido la más afectada por las crisis económicas de los últimos años.
Estimó que este año, de acuerdo con el pronóstico de la inflación, habrá una recuperación de uno o dos puntos porcentuales en el poder adquisitivo de los trabajadores; avance significativo aunque insuficiente.
Millán hizo un recuento de las concertaciones económicas (pactos), como mecanismos fundamentales de participación social. Sin embargo, aclaró, para ir a signarlos es necesario tener un sindicalismo propositivo y con visión nacional, lo cual exige autonomía, voz propia y no someterse o subordinarse a ningún poder: se requiere unidad no pulverización.
En la sesión de preguntas y respuestas, el dirigente -oriundo de Sinaloa- se manifestó por la reelección de los líderes sindicales y emprender la democratización según lo que determinen las bases: establecer la no reelección pudiera significar un retroceso en el sindicalismo.
Dejó en claro también que la CTM no se opone a una revisión de la Ley Federal del Trabajo, siempre y cuando participen en la discusión todas las instancias involucradas.
Fabiola Martínez Ť La propuesta del secretario general de la CTM, Leonardo Rodríguez Alcaine, para crear una ``verdadera central única'' de trabajadores no es viable, señaló Mateo Legarza, en representación del líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez.
Al participar en el encuentro Sociedad, democracia y trabajo, que organizó la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), reconoció que lo más conveniente para el movimiento obrero es la unidad; sin embargo, en el Congreso del Trabajo no hay una definición para un cambio democrático y autonomía frente al Estado y los partidos políticos, por lo que rechazamos desde ahora la propuesta del líder cetemista.
Legarza, integrante del comité ejecutivo del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, dejó en claro que la determinación de 17 de los 26 sindicatos llamados foristas para crear una central alterna e independiente al CT ``no tiene marcha atrás''.
Pugnaremos por un sindicalismo que promueva la solidaridad y defensa de las conquistas históricas y, sobre todo, que contribuya a hacer de las empresas un centro de trabajo eficiente y estable.
El concepto de central única, agregó, resulta obsoleto porque esa figura se relaciona con decisiones hegemónicas, y lo que se pretende promover en la sociedad mexicana son, justamente, las prácticas democráticas en todos los órdenes.
Resolutivos de la ANT
Reiteró que de acuerdo con los resolutivos de la Asamblea Nacional de los Trabajadores (ANT), en la que participaron delegados efectivos de más de cien organiza- ciones sindicales, las propuestas en materia laboral serán llevadas directamente al Congreso de la Unión, como una alternativa ante las negociaciones cupulares actuales.
Ante dirigentes de sindicatos de trabajadores al servicio del Estado, el representante de los telefonistas reiteró que la nueva central será incluyente ``y sin prejuicios'', por lo que lucharán lo mismo por esquemas de productividad que por la diferenciación de trabajadores -de la iniciativa privada y al servicio del Estado- contenidos en la Ley Federal del Trabajo.
Por la mañana, el doctor en sociología laboral e investigador de la UAM, Enrique de la Garza, expuso un panorama general del sindicalismo en México.
Destacó que el movimiento forista es un intento serio y viable para rescatar la lucha del movimiento obrero porque apuestan a la participación efectiva de sus bases, mientras que al interior de la CTM ``no hay muchas posibilidades de que la corriente renovadora -encabezada por Juan S. Millán- continúe la herencia de Fidel Velázquez, que permitió el poder de los dirigentes cetemistas regionales al estilo feudal, por lo que la vieja guardia difícilmente permitirá la democratización de esa central: Rodríguez Alcaine seguirá resolviendo los problemas de los trabajadores en Los Pinos, expresó.
En un amplio análisis, De la Garza explicó que el principal problema del movimiento obrero en México es su alianza profunda e histórica con el Estado.
Sin embargo, el llamado neoliberalismo ha afectado esta forma del sindicalismo porque se permiten los topes salariales, flexibilización de los contratos colectivos y el adelgazamiento de la seguridad social, en perjuicio de la mayoría de los trabajadores.