La Jornada 26 de agosto de 1997

Refuerzo militar en San Cayetano tras el retiro zapatista

Juan Balboa y Angeles Mariscal, corresponsales, San Cayetano, Chis., 25 de agosto Ť Unos 300 soldados del Ejército Mexicano a bordo de al menos 30 unidades militares penetraron al campamento de San Cayetano, construyeron trincheras con serpentinas de alambres y fortalecieron sus posiciones castrenses en por lo menos una hectárea a la redonda.

Los zapatistas deshicieron a la medianoche el cerco humano formado por más de mil indígenas tzotziles que habían tendido alrededor de los militares, para posteriormente retirarse a sus comunidades del municipio de San Andrés Larráinzar y El Bosque. Luego, en grupos compactos, se trasladaron a sus posiciones de montaña.

Al filo de la madrugada de este lunes fue rota la tranquilidad por tercera vez consecutiva, cuando un grupo de hombres y mujeres zapatistas --que cubrían sus rostros con pasamontañas o paliacates rojos-- acudieron al cuartel atrincherado de San Cayetano a demandar, una vez más, el retiro inmediato del Ejército federal y la entrega de las tierras a sus legítimos dueños.

En tanto, las autoridades ejidales integradas por militantes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), así como por simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), solicitaron formalmente la salida de las tropas federales de San Cayetano.

En el documento enviado a las comisiones Nacional de Intermediación (Conai), de Concordia y Pacificación (Cocopa) y Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguran: ``Los hombres del Ejército han perforado los terrenos ocupados, así como obstaculizan agua en manguera, pisotean el panteón de la comunidad, crean centros de prostitución y además entrenan gente priísta creando guardias blancas y espías. Con tal razón, solicitamos el retiro inmediato del Ejército Mexicano, que el pueblo reclama su derecho invadido, porque el gobierno federal y estatal conocen que la gente indígena no tenemos reservas de tierras''.

El documento lleva la firma de Lorenzo González Gómez, Antonio Hernández Gómez, Miguel González Gómez y Antonio López González, comisariado ejidal, consejero de vigilancia, agente municipal rural y agente municipal autónomo, respectivamente.

Posición del EZLN

En tanto, comandantes del EZLN exhortaron al gobierno del presidente Ernesto Zedillo a demostrar que quiere la paz y una solución pacífica en Chiapas, retirando los campamentos del Ejército Mexicano de las comunidades indígenas, y advirtieron que de continuar la presencia militar se corre el riesgo de una confrontación bélica en la región de los Altos.

``Estamos exigiendo al gobierno que muestre que cumple con los acuerdos de San Andrés Larráinzar y demuestre voluntad política. La presencia del Ejército Mexicano es una señal de que no quiere cumplir, es una señal de que quiere seguir persiguiendo y controlando, por eso queremos denunciar que ya no se quede ahí'', aseguró el comandante zapatista Javier, al ser entrevistado en el Aguascalientes de Oventic. Y remato: ``El gobierno no tiene voluntad política para solucionar los problemas. En lugar de sembrar maíz, quieren hacerlo campamento militar''.

El comandante Guillermo recuerda en la entrevista que el reinicio del diálogo de paz de San Andrés Larráinzar ``depende del gobierno''. El gobierno, agrega, no ha cumplido las cinco condiciones; ``mientras no cumpla esas condiciones no puede haber avances en el diálogo de paz''.

Por su parte, la Séptima Región Militar dio a conocer que la noche de este domingo, la mayoría de los integrantes del EZLN que intentaba impedir la reinstalación del campamento de San Cayetano, destruido por el propio Ejército Mexicano el pasado 12 de agosto, se retiraron ``voluntaria y pacíficamente''. Por este motivo, añadió, se pudo establecer la instalación militar cuyo objetivo es ``resguardar la seguridad en la región''.

El vocero castrense informó que en ningún momento se desalojó a los cientos de zapatistas --en la ciudad de México, fuentes de la Sedena se refirieron a ellos como ``zapatistas catequistas''-- que desde el sábado han intentado romper el cerco que mantienen los militares en el lugar donde estaba ubicado el campamento. Contrariamente, dijo, los efectivos militares ``mantuvieron la cordura y no respondieron a las agresiones'' de los zapatistas.

Subrayó que desde el pasado 23 de agosto, alrededor de las 11 horas, un grupo de 150 soldados, al mando del general Sergio Bautista, llegó al lugar que habían abandonado días antes con el objeto de acceder a la petición de ``la población no zapatista del lugar, quienes se han quejado que desde que se abandonó el campamento se han suscitado diversos asaltos y por tanto demandaban de nueva cuenta la reinstalación del campamento militar''.

Añade que en la zona de San Cayetano existe un fuerte tráfico de droga y por ser ésta la temporada de cosecha, los mandos de la Séptima Región Militar decidieron reinstalar el campamento ``que permanecerá en el lugar''. Ese mismo 23 de agosto, alrededor de las 5 de la tarde, ``un grupo de 50 campesinos ebrios llegó a insultar a los militares exigiéndoles que se retiraran'', añade el vocero. El domingo, a las diez de la mañana, fueron reforzados con cientos de zapatistas de las comunidades de Simojovel, El Bosque y Larráinzar, quienes intentaron romper el cerco empujando y pegándoles en la cara a los militares. Ellos se contuvieron y no hicieron demostración de fuerza''.

Según esa versión, un grupo de extranjeros --una japonesa, dos españoles y cinco estadunidenses-- se mantuvieron en relación estrecha con los zapatistas. Alrededor de las diez de la noche se retiraron y volvieron el lunes en un grupo más reducido.