La Jornada 26 de agosto de 1997

En el asunto de la joven violada por un judicial, el juez abandonó el proceso

Miriam Posada García Ť La defensa de la joven violada por el ex policía judicial Juventino Carrillo Candelaria en agosto de 1995, informó que el juez 32 penal, José Luis Aguirre Huerta, abandonó el caso ``de manera amañada'', ya que antes le negó a la víctima el derecho de rechazar legalmente que la pantaleta sobre la que se realizó un estudio de ADN para determinar si el semen que ahí se encontraba es del acusado, y de solicitar la comparecencia de los peritos que hicieron los análisis sobre la prenda original.

Al renunciar al caso, la víctima se queda en la indefensión, ya que hoy se vence el plazo para que el Ministerio Público apele el rechazo del documento mencionado, en el que también se acusa al titular del juzgado 32 de estar coludido con el acusado.

Así, la joven podría perder la oportunidad de defenderse, ya que no hay un juzgado ante el que pueda presentar la apelación y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal tardará por lo menos una semana en designar el caso a otro juez.

La defensa señaló que ``obtuvimos un avance al conseguir que el juez se excusara y dejara el caso, pero lo hizo de manera premeditada y mañosa, ya que antes de renunciar sabía que quedaba pendiente la apelación, no nos entregó copias certificadas del expediente y nos negó el derecho de presentar y solicitar otras pruebas en relación con la prenda en cuestión''.

La renuncia de José Luis Aguirre Huerta tomó por sorpresa a la víctima de Juventino Carrillo Candelaria; sin embargo, las autoridades competentes ya iniciaron investigaciones sobre la actuación del juez y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Ayer mismo, antes de tener conocimiento de la renuncia de Aguirre Huerta, la defensa acudió al Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal para solicitar precisamente que se excusara --retirara-- del caso radicado en la causa penal 182/96 al juez 32, por considerar que de seguir a en cargo ``se corre el riesgo fundado de que emita una sentencia que lesione los intereses de los denunciantes, ya que durante las audiencias mostró una actitud hostil, con frases altisonantes y manoteo en las mesas, de tal manera que intimidaba a los comparecientes ofendidos''.

Asimismo, la defensa hizo referencia a la violación del procedimiento en la que incurrió el juez, al ``haber aceptado una prueba ofrecida por la defensa del acusado después de haber sido ofrecida y rechazada por el propio juez el 2 de marzo de 1997''.

El TSJDF tuvo conocimiento ayer de que el juez 32 solicitó de manera insistente que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) le enviara la pantaleta que la víctima llevaba puesta el día de la violación, a pesar de que la propia dependencia le había informado de manera detallada que se desconocía el paradero de la prenda y que lo más probable era que se hubiera incinerado. A pesar de todo esto, la Procuraduría envió la ``prueba''.

Por lo anterior, la defensa solicitó al TSJDF su intervención para separar del caso al juez José Luis Aguirre Huerta, que explique a la parte afectada su actuación, de tal forma que el Tribunal iniciará una investigación sobre los casos a cargo del juez en cuestión y solicitará un informe detallado sobre el proceso contra Juventino Carrillo Candelaria.

Cita en la PGJDF

La defensa de la joven violada por Juventino Carrillo Candelaria sostendrá una cita hoy con el director general de Procesos Penales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Jaime Morlotte Acosta, con el objetivo de que la parte afectada conozca cuál fue el cauce que se le dio a la averiguación previa 47/-DS/576/95-08.

El encuentro entra ambas partes fue ordenado por la Dirección Ejecutiva de Enlace de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), con la intención de que Jaime Morlotte Acosta ``proporcione la orientación necesaria'' a los afectados.

En este sentido, el interés se centra en saber qué pasó con la prenda original y por qué cuando la propia Procuraduría capitalina se había declarado ``físicamente incompetente'' para enviarla al juzgado, presentó una prenda falsa.