La Jornada 21 de agosto de 1997

La Operación Río Grande causará más muertes de migrantes: SRE

David Aponte Ť La puesta en marcha de la operación Río Grande en la franja fronteriza de Texas y Nuevo México llevará a los migrantes mexicanos a tomar rutas aisladas y peligrosas, lo que ``aumentará significativamente el riesgo de accidentes fatales'', consideró ayer la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

La entrada en vigor de la operación antinmigrante, prevista para el 25 de agosto, ``coloca en serio entredicho'' el compromiso adoptado en mayo por los cancilleres de México, José Angel Gurría, y de Estados Unidos, Madeleine Albrigth, para promover una visión más humana de los problemas fronterizos, expuso la dependencia.

En un comunicado de prensa, la SRE dice que la operación Río Grande causa ``una profunda preocupación'' al gobierno mexicano por los efectos que podría tener en el trato a los migrantes y la posibilidad de que los connacionales busquen rutas más peligrosas que pongan en riesgo su integridad física.

Desde finales de julio la comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), Doris Meissner, inició una campaña para dar a conocer la nueva operación fronteriza. Entre otras medidas, se aumentará el número de agentes de la Patrulla Fronteriza y se instalarán modernos equipos de detección nocturna en Texas y Nuevo México.

A cinco días que esta operación entre en vigor, la cancillería mexicana manifestó que el gobierno mexicano acepta las leyes estadunidenses sobre migración, pero exige que la aplicación de éstas respete los derechos, intereses y dignidad de los migrantes mexicanos.

``Lo anterior implica que las representaciones consulares de México habrán de seguir vigilando activamente que la expansión de esas medidas migratorias no se constituyan en abuso o violación de los derechos humanos, familiares y patrimoniales de los compatriotas.

``Un motivo de inquietud particular que genera la estructura logística de esta operación es que muchos flujos migratorios serán orillados a dirigirse hacia zonas aisladas, lo que aumentará significativamente el riesgo de accidentes fatales'', agrega.

La SRE solicitó al Departamento de Justicia de Estados Unidos que las nuevas medidas no eleven el peligro para la integridad física de los migrantes mexicanos.

En lo que va de 1997 decenas de migrantes mexicanos han fallecido a causa de deshidratación, hipotermia y ahogamiento al tratar de ingresar a territorio estadunidense. Actualmente la cancillería mexicana levanta un censo de los connacionales que han muerto en esas circunstancias.

Según la dependencia, las bandas de polleros que operan en la franja fronteriza también son las responsables de las muertes de los migrantes mexicanos que buscan cruzar hacia Estados Unidos.

``En muchas ocasiones se engaña a estas personas y se les dice que a través de cierta ruta podrán llegar al otro lado, a alguna población o carretera, y pasan varios días (perdidos). Ellos no van preparados con ropa, comida o agua para poder sobrevivir'', dijo el canciller José Angel Gurría.

Por ahora, el gobierno mexicano ha pedido a los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos una más estrecha colaboración en el combate conjunto a las organizaciones que trafican con seres humanos en ambos lados de la frontera, para tratar de evitar mayores riesgos para los migrantes.

La SRE agregó en su comunicado de prensa que el fenómeno migratorio no debe confundirse con la criminalidad, como sucede en la operación Río Grande, ``puesto que ello sólo exacerbará peligrosamente los sentimientos antimigrantes entre sectores de la población estadunidense''.

Desde hace más de dos años, el SIN puso en marcha las operaciones Guardián, Salvaguarda y Bloqueo en la franja fronteriza, con el propósito de frenar los flujos migratorios.