La Jornada 21 de agosto de 1997

Cobra fuerza en EU la propuesta de construir en México prisión para indocumentados

Efe, Sacramento, 20 de agosto Ť Altos funcionarios de varios estados fronterizos con México estudian la posibilidad de construir una prisión exclusiva para miles de delincuentes indocumentados mexicanos detenidos en Estados Unidos, se informó hoy.

Según las fuentes, la prisión se construiría con ayuda estadunidense, pero operaría como una empresa capaz de generar sus propios ingresos.

Si la propuesta se acepta, entre 2 mil y 4 mil indocumentados mexicanos condenados en estados como California podrían volver a su país, según dijo James Nielsen, presidente de la Junta de Términos de Reclusión (Board of Present Terms) y el principal impulsor de esta iniciativa. ``La idea está ganando apoyo'', dijo Nielsen al periódico The Sacramento Bee'.

Los funcionarios de Arizona y Nuevo México también apoyan el proyecto, tanto si se concreta como un consorcio internacional, como lo sugiere Nielsen, o se hace por medio de convenios individuales entre cada estado fronterizo de Estados Unidos y México.

El fiscal federal en San Diego también está interesado en el tema, pues el proyecto de prisión-empresa ha despertado el interés de la secretaría de la Agencia Correccional de California para Jóvenes y Adultos.

El director del sindicato de celadores del estado también está a favor de crear una prisión privada en México, pero no en California. En su opinión, este proyecto ``permitirá a los reos cumplir sus sentencias en su propio país, se lograrán grandes ahorros y prevalecerá la justicia''.

La Junta de Términos de Prisión elaboró el proyecto con base en un estudio encargado a Dennis Tootelian, un experto en mercadotecnia y profesor de Administración en la Universidad Estatal de California en Sacramento. El estudio costó 17 mil dólares, y todos los gastos fueron sufragados con presupuesto de la junta.

Nielsen explicó que los funcionarios mexicanos con quienes ha hablado recibieron bien la propuesta, pero el cónsul general de México en San Francisco se opuso al proyecto.

``No creo que sea una buena idea'', dijo el cónsul César Lajad, quien agregó: ``Nosotros tenemos nuestro propio sistema de justicia y ellos tienen el suyo. Así son las cosas y así se deben quedar''.