La Jornada 21 de agosto de 1997

Comisión Colosio: no se descarta dolo en investigaciones

Oscar Camacho Guzmán y Ciro Pérez Silva Ť La comisión legislativa del caso Colosio dio a conocer ayer un balance final de los trabajos realizados, en el cual confirma su convicción de que el crimen de Lomas Taurinas fue producto de una acción concertada, al tiempo que demanda a la Procuraduría General de la República una respuesta firme y sin rodeos acerca de la participación o no de Carlos Salinas de Gortari en el crimen de Lomas Taurinas.

Los integrantes de la comisión Colosio demandaron que la próxima Legislatura restablezca esta comisión, pero con facultades más amplias a fin de que pueda ejercer una mayor presión para el esclarecimiento del asesinato de quien fuera candidato del PRI a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta.

``Incompetencia, tibieza, manipulación, filtración, desilusión, son calificativos que se suman y acompañan a un proceso de investigación que aún no atiende el reclamo de justicia'', señala el documento que ayer dieron a conocer Alfonso Molina Ruibal y María Elena Irizar, del PRI; Antonio Tallabs, del PAN; Jesús Zambrano, del PRD, y Ezequiel Flores, del PT.

Legisladores que a una sola voz señalaron que el pueblo de México aún está a la espera de la ``verdad histórica'' sobre el crimen de Colosio. Verdad histórica que, afirman, aún está lejos de las versiones que han dado a conocer hasta ahora los cuatro subprocuradores que han tenido bajo su responsabilidad o irresponsabilidad las indagatorias del caso.

Preguntas sin respuesta

En el texto final de sus trabajos, los legisladores de la comisión Colosio señalan que luego de mil 250 días de indagatorias, ``al día de hoy crece la indignación y la insatisfacción del pueblo mexicano por las preguntas que desde el 23 de marzo de 1994 parecen haber nacido sin respuesta''.

Y establecen que esta falta de respuesta al crimen de Colosio está íntimamente ligada con el inicio de las investigaciones.

``Más allá de cualquier compromiso o convicción partidista, quienes integramos esta comisión hemos establecido que, de origen, las investigaciones muestran deficiencias metodológicas que no han permitido ofrecer resultados ni concluyentes ni satisfactorios. Y hasta la fecha --agregan--, la intencionalidad de estas deficiencias tampoco ha sido suficientemente esclarecida.'' Consideramos que a tres años de cometido el asesinato, es relevante determinar si las omisiones que están presentes desde el inicio de las investigaciones fueron voluntarias, producto de la inexperiencia o de la mala fe de quienes durante los primeros momentos se responsabilizaron del caso.

``Estimamos que parte de la inconformidad e insatisfacción que permanece tanto en la opinión pública como en los partidos políticos, descansa en la falta de profundización de esta línea de investigación.''

Por esto la comisión Colosio afirma categórica que ``mientras no se esclarezca lo ocurrido durante las primeras etapas del proceso de investigación, se reforzará en la conciencia de los mexicanos la existencia de la acción concertada, toda vez que, además, al paso del tiempo han surgido nuevos elementos que han generado en la opinión pública la presumible existencia de una previa orquestación del asesinato''.

El balance final de la comisión pone en duda prácticamente todo el proceso de investigación, desde lo relacionado con la contratación de los cuerpos de seguridad, su actuación y fallas, hasta la actuación de Miguel Montes, Olga Islas, Chapa Bezanilla y el actual responsable, Raúl González Pérez.

Apuntan de manera especial las interrogantes que aún existen sobre el papel del agente del CISEN, José Antonio Sánchez Ortega, a quien una vez aplicada la prueba de la parafina se le comprobó haber utilizado un arma de fuego el día del asesinato, y quien sigue libre.

Al respecto, los legisladores afirman que tres grandes líneas de investigación no seguidas hasta el momento con suficiencia y cuyo esclarecimiento bien podría servir para conocer la autoría intelectual del crimen, son: 1) Investigar el desempeño de la autoridad responsable durante las primeras etapas del proceso de indagación; 2) Analizar e investigar el ambiente político durante la campaña de Luis Donaldo Colosio y su relación con el asesinato; 3) Investigar la actuación del equipo de seguridad.

``Diego Valadez, Humberto Benítez, Antonio Lozano y Jorge Madrazo. Cuatro procuradores. Miguel Montes, Olga Islas, Pablo Chapa Bezanilla y Luis Raúl González Pérez, cuatro subprocuradores. Y una verdad jurídica que es la misma desde hace tres años: Mario Aburto, asesino solitario.

``Verdad jurídica que ve crecer frente a sí una verdad histórica en la que el pueblo de México pareciera reconocer la existencia del complot.''

En su resumen final, la comisión demanda profundizar las investigaciones y responsabilidades respecto de insuficiencias de origen en las pesquisas; aclarar la responsabilidad de todas las personas que rodeaban al candidato; investigar al equipo de seguridad; profundizar en el ambiente político de campaña de Colosio, y colocar la investigación como un asunto de ``alta prioridad para el gobierno de la República''.

Finalmente, sugieren a la próxima Legislatura integrar de nuevo una comisión especial, pero dotada de mayores facultades legales para acceder a archivos e investigaciones a fin de poder presionar en mayor medida para que este crimen ``no quede impune''.

La comisión fracasó: Sosamontes

Alonso Urrutia y Miriam Posada Ť El diputado federal perredista Ramón Sosamontes calificó de ``fracaso'' el desempeño de la comisión Colosio ante su imposibilidad de forzar al Ejecutivo a profundizar realmente en las investigaciones del caso.

Entrevistado durante la reunión en donde se presentó el informe de actividades de la fracción perredista en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, Sosamontes lamentó la falta de voluntad política del gobierno federal para esclarecer el asesinato del ex candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio.

Señaló que uno de los factores que incidieron en el ``fracaso'' de la comisión fueron las disminuidas facultades que tenían los legisladores para acceder a partes importantes del expediente y el manejo que el propio gobierno dio a los reportes que entregaba a la comisión Colosio.

``Nos daban lo que querían y conforme le interesaba al procurador en turno. En su momento (Antonio) Lozano y después el carpicista de (Jorge) Madrazo sólo proporcionaban informaciones para fortalecer la hipótesis que tuvieran en turno''.

Así, agregó, después de tres años de haber sido cometido el asesinato de Colosio volvemos a la hipótesis ``risible'' del asesino solitario que hace recaer toda la responsabilidad en Mario Aburto.

Dijo que hubo una marcada diferencia enntre el trato otorgado a la comisión Colosio y el que se dio a la comisión Conasupo, a la cual le proporcionaron la información pertinente y tuvo acceso a los archivos. Subrayó que en cuanto las investigaciones comenzaban a involucrar a altos funcionarios del gobierno, se oculyaba la información cada vez más para evitar mayores riesgos al sistema.

Para Ramón Sosamontes, la nueva correlación de fuerzas que existe en la Cámara de Diputados podría ser un factor que pudiera incidir en la profundización de las investigaciones del caso Colosio.

Dijo que con una oposición mayoritaria en la Cámara de Diputados, este órgano podría demandar una mayor apertura informativa y mayores facultades para la comisión legislativa, ``sin que se transgreda la ley''.